Elegir entre fiscal y fiscala: claves que ayudan a entender la recomendación de la Real Academia Española

El auge de fiscala en el ámbito judicial simboliza la evolución de la sociedad hacia la igualdad

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Recomendaciones ortográficas recientes respaldan la
Recomendaciones ortográficas recientes respaldan la opción de fiscala junto a fiscal (Imagen Ilustrativa Infobae)

En un mundo regido por la inmediatez parecería que la ortografía ha dejado de tener relevancia, sin embargo, el escribir textos con coherencia y sin erratas siempre traerá beneficios en todos los ámbitos.

En lo laboral, el escribir de forma correcta deja ver a los demás las habilidades y conocimientos que se poseen; además, ayuda a construir una imagen óptima a través de la cual puedes parecer más serio y confiable. El tener errores de ortografía y sintaxis pueden, por el contrario, dar un pensamiento negativo que te haría parecer descuidado o poco preparado.

Por otro lado, el tener la capacidad de hacer un texto bien escrito habla también de la personalidad, al mostrar interés por siempre construir un buen puente de comunicación con los interlocutores.

Aunque escribir bien no es una tarea sencilla, requiere de mucha práctica y de conocer las estructuras de la lengua, por lo que leer puede ser un gran apoyo para la riqueza del léxico.

En este sentido, la Real Academia Española (RAE) se ha convertido en la institución más relevante para la regularización lingüística, mediante la promulgación de normas para fomentar la unidad idiomática del mundo hispanohablante.

La Fundación del Español Urgente (Fundéu), una institución sin ánimo de lucro que tiene como objetivo el impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación, se ha aliado con la RAE y emite en su página web y de manera constante diversas recomendaciones para que los ciudadanos puedan resolver sus dudas sobre cómo se escribe correctamente cierta palabra, cómo se usa una expresión o tips de temáticas varias.

Usos y ejemplos

La fiscal y la fiscala son dos formas apropiadas en español.

Como se indica en el Diccionario panhispánico de dudas , los sustantivos que acaban en l suelen ser comunes en cuanto al género (el/la corresponsal). Según esta misma obra, en algunos casos existe también una forma específica de femenino acabada en a. Así, en el caso de fiscal , cuando se emplea para aludir al cargo, puede decirse el/la fiscal, aunque en algunos lugares se usa el femenino fiscala, también válido , tal y como figura en el Diccionario de la lengua española.

En cuanto al sintagma fiscala general , cabe destacar que el adjetivo general es invariable .

Así pues, son adecuadas las siguientes frases encontradas en diferentes medios de comunicación: «El Gobierno propone a Teresa Peramato como nueva fiscala general del Estado», «Quién es Teresa Peramato, la fiscal propuesta por el Gobierno como nueva fiscal general del Estado» y «Los pasos que siguen para que Teresa Peramato asuma el cargo como nueva fiscal general».

Se recuerda, además, que los nombres de los cargos se escriben con minúscula inicial (fiscal general , no Fiscal General ni Fiscal general) y los de las instituciones con mayúscula: Fiscalía General .

Una primera versión de esta recomendación se publicó el 19 de diciembre del 2014 .

¿Cuál es la función de la RAE?

La RAE vela por el
La RAE vela por el idioma español. (RAE)

Fundada en Madrid en 1713 por iniciativa del octavo marqués de Villena, Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, la RAE es la institución que busca preservar el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución y expansión.

Sus más recientes estatutos (actualizados en 1993), establecen que la función principal de la Real Academia es “velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad”.

Este compromiso se ha plasmado en la denominada política lingüística panhispánica, compartida con las otras 22 corporaciones que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en México en 1951.

Actualmente, la institución está constituida por 46 académicos, entre ellos el director y los demás cargos de la Junta de Gobierno, elegidos para mandatos temporales.

Una de las críticas que se le han hecho a la RAE es su negativa a reconocer palabras o expresiones que han surgido entre las generaciones más jóvenes, sobre todo a raíz de la aparición de las redes sociales. Una de las polémicas más recientes es el reconocimiento del lenguaje inclusivo.

Sin embargo, en el 2020 optó por lanzar el Observatorio de Palabras, un repositorio digital que ofrece información sobre palabras o acepciones de palabras y expresiones que no aparecen en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), pero que han generado dudas en cuanto a su uso, tales como neologismos, extranjerismos, tecnicismos, regionalismos, entre otros.

La información contenida en el Observatorio es provisional al no estar contemplada en las obras académicas, por lo que puede verse modificada y cambiar con el paso del tiempo, pero ello no implica que se acepte su uso.