“Lo que hoy llamamos sororidad, en la época se llamaba hermandad y amistad”, sostiene Mariana Guarinoni sobre su nueva novela

La autora presenta una ficción vibrante inspirada en la vida de una artista que rompió barreras en el Renacimiento, abordando temas de poder, solidaridad femenina y justicia histórica a través del arte

Guardar
Mariana Guarinoni sostiene una misión
Mariana Guarinoni sostiene una misión literaria de rescatar figuras femeninas invisibilizadas por la historia y la literatura tradicional - (Gentileza de Urano World)

La escritora y periodista argentina Mariana Guarinoni vuelve a estar en el centro de la escena literaria con la publicación de su novela histórica Cinco bodas y un pincel. Su trayectoria incluye el periodismo de investigación, la edición en prestigiosas revistas y el abordaje de personajes históricos reales en una decena de obras ambientadas principalmente en los siglos XVI y XVII.

El diálogo con Infobae surge a propósito de su esperado regreso a las librerías, tras algunos años alejada de la publicación, con una ficción que pone en el centro a Lavinia Fontana, pintora del Renacimiento que desafió los mandatos de su época.

Esta conversación no solo da cuenta del proceso de creación y documentación de la novela, sino que también revela la vocación incansable de Guarinoni por rescatar voces femeninas olvidadas. En palabras de la autora, se trata de una verdadera “misión de rescate”, una exploración –a través de la ficción histórica– de los laberintos de poder, arte y sororidad que marcaron a las mujeres del pasado y que siguen resonando hoy.

La novela histórica 'Cinco bodas
La novela histórica 'Cinco bodas y un pincel' marca el regreso de Mariana Guarinoni a la literatura argentina tras años de silencio editorial - (Gentileza de Urano World)

El hallazgo: Lavinia Fontana y el origen de la nueva novela

En su reencuentro con la literatura, Guarinoni contó que el regreso se impulsó tanto por el viaje personal como por la pasión investigadora. “Cinco bodas y un pincel representa mi retorno a la escritura y a las librerías, tras muchos cambios personales”, relató.

La chispa inicial surgió en un museo. Frente a un cuadro, la escritora reparó en una firma insólita. “Algo me hizo clic. Dije: ‘Está firmado por una mujer del Renacimiento. No había mujeres que pintaran el Renacimiento’”.

Eso la llevó a investigar y descubrir la vida extraordinaria de Lavinia Fontana, artista que desafió normas estrictas en la Italia barroca. “La Asociación de Pintores de Bolonia prohibía expresamente que las mujeres pintaran, salvo en su casa, sin que nadie las viera ni lo supiera. Lavinia rompió todas esas barreras, luchó contra el sistema, logró ser reconocida y se convirtió en la pintora más solicitada de Italia, llegó incluso a retratar a tres Papas”.

La investigación intensa permitió a Guarinoni trazar una narración alejada de la biografía convencional, optando por una historia envolvente con componentes de suspenso: “No quería limitarme a la biografía tradicional. Buscaba un relato más atrapante. Si yo no me entusiasmo con lo que escribo, tampoco lo hará el lector”, asegura la autora.

Lavinia Fontana, pintora del Renacimiento,
Lavinia Fontana, pintora del Renacimiento, desafió las normas de su época y se convierte en el eje de la nueva obra de Guarinoni - (Photo by Sameer Al-DOUMY / AFP)

De la documentación rigurosa a la novela sensorial

Para recrear con exactitud el contexto político y social de la Italia renacentista, Guarinoni volcó su energía en fuentes originales, documentos en italiano antiguo y traducciones modernas. Analizó cartas de Francisco de Médici y exploró el tejido de relaciones y secretos en la corte. No obstante, el propósito fue construir una novela sensorial, lejos del tono de crónica, centrada en la experiencia: “Primero estudié su vida a fondo, pero no para repetirla al pie de la letra. Quería algo que mantuviera la tensión narrativa”.

El rigor histórico, sin convertirse en un fin en sí mismo, aparece en la elección de personajes retratados por Lavinia: Bianca Cappello, Eudomia Cozzadini, Constanza Sforza y Clelia Farnese. Detenerse en estos nombres no es casual, ya que pintar un retrato era un privilegio económico y social reservado a una élite.

Señaló que, tras cada retrato, existía una denuncia: “Lavinia utilizaba el arte como herramienta para ayudar a sus amigas, mostrando injusticias que ellas padecían. El veneno era común en ciudades como Roma, Florencia o Bolonia. En aquel entorno peligroso, el pincel servía tanto para el arte como para la solidaridad entre mujeres”.

El proceso de trabajo en archivos, soportes en diferentes idiomas y noticias históricas recientes –como la confirmación del envenenamiento de Francisco de Médici con arsénico en 2007– nutren la ficción con hallazgos documentados y especulación creativa. Así, la autora tejió una trama dinámica, donde cada cuadro se convierte en una declaración y una forma de justicia retrospectiva para mujeres olvidadas por la historia.

La investigación rigurosa y el
La investigación rigurosa y el uso de fuentes originales permitieron a Guarinoni recrear la Italia renacentista con precisión y riqueza de detalles - (Gentileza de Urano World)

Una bandera literaria: rescatar mujeres invisibles

La tarea de rescatar figuras femeninas excluidas de los relatos tradicionales sostuvo la obra de Guarinoni mucho antes de que se instalara como tendencia editorial. “Esto puede parecer moda, pero yo vengo haciéndolo desde hace 30 años”, afirma. Su labor en periodismo político y revistas femeninas alimentó una visión alerta al papel de la mujer y su cambio histórico en la sociedad: “Siempre busqué narrar historias reales de personajes femeninos”.

Este compromiso recorre todos sus libros. Recuerda títulos como Hijas del Sol, sobre princesas incas capturadas por Pizarro; La Dueña de la Santa, sobre la mujer que edificó la basílica de Luján; y Adelantada de los Mares del Sur, sobre la primera mujer con el título de Adelantada en el continente. “Coincide con la moda, pero para mí el sentido es otro”, remarca Guarinoni.

Su mirada crítica hacia el silenciamiento de las mujeres se presenta de manera rotunda. “En los años 90, al pedir aumento de sueldo me decían: ‘Solo tengo dinero para dárselo a un hombre recién casado’. Ahora una situación así es denunciable ante Recursos Humanos, pero antes no existía esa posibilidad”.

El trabajo de Guarinoni contiene un matiz de reparación: “Trato de hacer justicia con estas mujeres. Si ayudo a rescatar su memoria gracias al acceso que hoy permite internet a archivos y bibliotecas de todo el mundo, la labor ya vale la pena”.

Dentro de la novela, la sororidad y las redes de apoyo femenino se manifiestan a través de los vínculos entre Lavinia Fontana y sus contemporáneas: “Lo que hoy llamamos sororidad, en la época se llamaba hermandad y amistad. Mi interés está en mostrar cómo esas alianzas han existido siempre, aunque recién ahora reciban un nombre”.

El arte de Lavinia Fontana
El arte de Lavinia Fontana funcionó como herramienta de denuncia y solidaridad femenina en un contexto de poder y peligro - (EFE/Foto cedida)

Periodismo y literatura: una alianza para narrar el pasado

La trayectoria profesional de Mariana Guarinoni osciló entre la meticulosidad periodística y la creatividad literaria. Su método combinó la exhaustiva documentación con la construcción de un relato atractivo. “Investigué mucho durante la etapa previa. Acumulé libros, archivos digitales y cuadernos escritos a mano, porque la información en la computadora a veces se me pierde”, relató.

La organización minuciosa de los materiales viene de la formación periodística, que le enseñó a sistematizar datos y planificar la escritura con una hoja de ruta y una línea de tiempo. “La historia es inamovible. Sobre ese esqueleto cruzo las ideas de la trama”.

Preocupada por la claridad, Guarinoni elaboró mapas conceptuales y árboles genealógicos de fácil lectura para evitar confusiones, especialmente ante personajes históricos con nombres semejantes. La autora disfrutó el desafío de áreas poco exploradas, sin bibliografía inmediata: “La investigación me fascina. Buscar en archivos viejos. Todo ese trabajo me encanta”.

Con 'Cinco bodas y un
Con 'Cinco bodas y un pincel', Guarinoni reafirma su compromiso de dar voz a mujeres olvidadas y anuncia nuevos proyectos sobre figuras femeninas del pasado - (Gentileza de Urano World)

Sororidad, legado y nuevos proyectos

La llegada de Cinco bodas y un pincel marcó un momento personal y profesional emocionante. Con once libros publicados y esta nueva novela en el mercado, Guarinoni expresó su entusiasmo renovado: “Me emocionó ver las primeras fotos de lectoras con el libro en la mano”.

La actual misión de rescatar figuras e historias femeninas encontró centralidad: “Hoy no busco solo personajes originales, sino rescatarlos para que no caigan en el olvido”. De hecho, ya se encuentra en el labor de un nuevo proyecto sobre otra mujer del pasado, reforzando esa inclinación por el siglo XVI y XVII, donde la dificultad sirve de estímulo. “Siempre tengo cierto magnetismo por esas épocas y la investigación ardua me sigue apasionando”.

El objetivo de Mariana Guarinoni permanece vigente y abierto: “Quiero que quede la huella de este rescate, que sirva para dar voz a mujeres que la historia ignoró. Ya trabajo en otra biografía, un poco anterior a Lavinia”.

El recorrido de la autora emociona y deja un mensaje claro: “Logré mostrar a una pintora inmersa en una corte peligrosa, que utilizó el arte para ayudar a sus amigas, practicando lo que hoy llamamos sororidad. Pero la hermandad entre mujeres existe desde siempre, y eso es lo que rescato”.