Ortografía y redacción: 80.º aniversario de la creación de las Naciones Unidas, claves de redacción

La Real Academia Española promulga normas para fomentar la unidad idiomática del mundo hispanohablante

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Conoce las recomendaciones que hace
Conoce las recomendaciones que hace la Fundéu RAE para mejorar la escritura. (Infobae/Jovani Pérez)

En un mundo regido por la inmediatez parecería que la ortografía ha dejado de tener importancia, sin embargo, el escribir textos con coherencia y sin erratas siempre traerá beneficios en todos los ámbitos.

En lo laboral, el escribir de forma correcta deja ver a los demás las habilidades y conocimientos que se poseen; además, ayuda a construir una imagen óptima a través de la cual puedes parecer más serio y confiable. El tener errores de ortografía y sintaxis pueden, por el contrario, dar un pensamiento negativo que te haría parecer descuidado o poco preparado.

Por otro lado, el tener la capacidad de hacer un texto bien redactado habla también de la personalidad, al mostrar interés por siempre construir un buen puente de comunicación con los interlocutores.

Aunque escribir bien no es una tarea sencilla, requiere de mucha práctica y de conocer las estructuras de la lengua, por lo que leer puede ser un gran apoyo para la riqueza del léxico.

En este sentido, la Real Academia Española (RAE) se ha convertido en la institución más relevante para la regularización lingüística, a través de la promulgación de normas para fomentar la unidad idiomática del mundo hispanohablante.

La Fundación del Español Urgente (Fundéu), una institución sin ánimo de lucro que tiene como objetivo el impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación, se ha aliado con la RAE y emite en su página web y de manera constante diversos tips para que los ciudadanos puedan resolver sus dudas sobre cómo se escribe correctamente cierta palabra, cómo se usa una expresión o tips de temáticas varias.

Uso correcto

Con motivo del 80.º aniversario de la creación de la Organización de las Naciones Unidas y de la celebración del Día de las Naciones Unidas, el 24 de octubre, se proponen algunas claves de redacción para las noticias relacionadas.

Cuando se menciona la Organización de las Naciones Unidas , lo apropiado es escribir con mayúscula inicial sus términos significativos , lo que también se aplica a las instituciones internacionales que la precedieron, como la Sociedad de Naciones y a las que forman parte de su estructura, como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia .

Alternativamente, se puede optar por la expresión abreviada Naciones Unidas . Si esta se emplea con artículo ( las Naciones Unidas ), la concordancia se establece en plural : «Las Naciones Unidas cumplen 80 años». Sin embargo, si no se utiliza el artículo, se usa el singular: «Naciones Unidas cumple 80 años».

Lo más recomendable es utilizar la sigla española ONU frente a las inglesas UN (por United Nations ) o UNO (por United Nations Organization ). Por tratarse de una sigla sobradamente conocida, en los textos informativos no resulta necesario incluir su desarrollo.

En términos generales, para las organizaciones vinculadas a ella, como la Organización Mundial de la Salud, resulta también más aconsejable la forma española ( OMS ) que la inglesa ( WHO ). No obstante, otras tienen una forma asentada de validez internacional, como Unicef , Unesco y FAO .

Para referirse al número del aniversario que celebra esta institución, lo apropiado en el lenguaje escrito y formal es utilizar el ordinal octogésimo , abreviado con números arábigos, punto y letra volada ( 80.º , no 80 ) o con números romanos ( LXXX ). Puede leerse como octogésimo y también como si se tratara de un número cardinal, ochenta .

Como nombre oficial de una festividad, el Día de las Naciones Unidas se escribe con mayúscula inicial en sus términos significativos: «Cada 24 de octubre se celebra el Día de las Naciones Unidas para conmemorar la entrada en vigor de la Carta de las Naciones Unidas en 1945».

Al mencionar el tratado con el que nació la ONU o las declaraciones y acuerdos que lo precedieron, como la Declaración de las Naciones Unidas, lo indicado es emplear mayúscula inicial en sus términos significativos , sin comillas ni cursiva, como sucede con todos los documentos oficiales e históricos: «La Carta de Naciones Unidas se firmó el 26 de junio de 1945 y entró en vigor el 24 de octubre del mismo año».

Por el contrario, las denominaciones de las reuniones de dignatarios que la hicieron posible, como la conferencia de Dumbarton Oaks, la de Yalta o la de San Francisco, solo llevan mayúsculas en los nombres propios por ser acontecimientos históricos que designan de forma transparente la naturaleza de su referente, tal y como refleja la Ortografía de la lengua española .

Los nombres de los órganos y divisiones internas de la ONU , como Asamblea General , Consejo de Seguridad o Corte Internacional de Justicia , llevan mayúscula inicial en sus términos significativos . Sin embargo, los cargos se escriben con minúsculas : secretario general , alto comisionado , alto representante

Para referirse a los países que tienen voz y voto en la Asamblea General de la ONU, la expresión apropiada es Estado miembro , con mayúscula inicial únicamente en Estado . El plural puede marcarse en los dos términos o únicamente en el primero , por lo que en «Su aplicación práctica requiere que los Estados miembros actualicen sus leyes para cumplirlas» también podría haberse escrito Estados miembro .

La palabra derecho se escribe normalmente con minúscula , como sucede en expresiones como derecho internacional o derechos humanos , salvo que forme parte de un nombre propio ( Declaración Universal de los Derechos Humanos ).

La expresión cascos azules no requiere mayúscula ni ningún otro resalte , como comillas o cursivas, pues se trata de la denominación informal y no del nombre establecido, de las tropas que actúan por encargo de las Naciones Unidas en zonas de conflicto y así lo recoge el Diccionario de la lengua española .

¿Cuál es el papel de la RAE?

La RAE vela por el
La RAE vela por el idioma español. (RAE)

Fundada en Madrid en 1713 por iniciativa del octavo marqués de Villena, Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, la RAE es la institución que busca preservar el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución y expansión.

Sus más recientes estatutos (actualizados en 1993), establecen que la función principal de la Real Academia es “velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad”.

Este compromiso se ha plasmado en la denominada política lingüística panhispánica, compartida con las otras 22 corporaciones que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en México en 1951.

Actualmente, la institución está constituida por 46 académicos, entre ellos el director y los demás cargos de la Junta de Gobierno, elegidos para mandatos temporales.

Una de las críticas que se le han hecho a la RAE es su negativa a reconocer palabras o expresiones que han surgido entre las generaciones más jóvenes, sobre todo a raíz de la aparición de las redes sociales. Una de las polémicas más recientes es el reconocimiento del lenguaje inclusivo.

Sin embargo, en el 2020 optó por lanzar el Observatorio de Palabras, un repositorio digital que ofrece información sobre palabras o acepciones de palabras y expresiones que no aparecen en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), pero que han generado dudas en cuanto a su uso, tales como neologismos, extranjerismos, tecnicismos, regionalismos, entre otros.

La información contenida en el Observatorio es provisional al no estar contemplada en las obras académicas, por lo que puede verse modificada y cambiar con el paso del tiempo, pero ello no implica que se acepte su uso.