Una artista coreana enamorada de Argentina

En su taller de Flores, Kim Yun Shin trabaja con pintura y motosierra. Carolina Mera escribió un libro donde ahonda en su trabajo: “Conversación en madera”. El sello que lo publica se llama Milena Seúl

Guardar
Felicidad coreana: una artista enamorada
Felicidad coreana: una artista enamorada de Argentina, un libro sobre su trabajo con la madera y una editorial que acaba de nacer (Crédito: Instagram @kimyunshin_art)

La escena artística de Buenos Aires suma un nuevo capítulo este viernes 24 de octubre, cuando se presente Conversación en madera, libro sobre el recorrido vital y creativo de Kim Yun Shin, escrito por Carolina Mera, y se celebre el lanzamiento de Milena Seúl, una editorial que inicia sus actividades con esta publicación.

El evento se realizará en Gurum Café, ubicado en el Barrio Coreano de la ciudad, y contará con una conversación entre la autora y María Stegmayer acerca de la vida y la obra de la destacada escultora y pintora de origen surcoreano, que desde hace décadas reside en Argentina.

Kim Yun Shin, nacida en Wonsan en 1935 durante la ocupación japonesa de Corea, representa una trayectoria atravesada por desafíos históricos, desplazamientos e integración cultural. Parte de su familia migró al sur tras la división de Corea en 1945.

Estudió arte en Seúl, se perfeccionó en París durante los años 60 y regresó a Corea para enseñar en la universidad, antes de establecerse definitivamente en Buenos Aires en los años 80. Su llegada a la Argentina estuvo motivada originalmente por la abundancia de madera, materia prima elemental para su escultura, y por una invitación a exhibir en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.

“Conversación en madera" (Milena Seúl)
“Conversación en madera" (Milena Seúl) de Carolina Mera

Al poco tiempo, desarrolló un vínculo estrecho con la ciudad y su entorno: “Me encontré con esta naturaleza silvestre, con sus tierras anchas y sentí el calor de la gente”, dijo en una entrevista publicada en la web de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires.

A través de la mirada de Carolina Mera, el libro Conversación en madera recorre los hitos decisivos de Kim Yun Shin y explora cómo se enlazan sus vivencias personales con su producción artística. El texto, sostiene la gacetilla de Milena Seúl, propone “una cartografía sensible” donde tradición y modernidad, Corea y Argentina, lo urbano y la naturaleza, configuran una identidad compleja.

Mera indaga en el modo en que la artista integra recuerdos de la infancia y experiencias de migración, atravesadas por los efectos de la guerra, el duelo y el desarraigo, para transformarlos en obras abstractas que respetan la forma natural de la madera.

Las esculturas de Kim Yun
Las esculturas de Kim Yun Shin, realizadas a menudo con una motosierra, evocan “una comunión con la naturaleza y el universo” (Crédito: Instagram @kimyunshin_art)

En su taller de Flores, la artista trabaja con disciplina y mantiene una agenda estricta. Empieza su jornada a las 8 y continúa hasta la noche. Sus esculturas, realizadas a menudo con una motosierra, evocan “una comunión con la naturaleza y el universo”.

Al cortar y ensamblar piezas de madera, Kim repite gestos asociados a la memoria familiar, como “apilar piedras de la ladera y prender una vela”, acciones ligadas a su infancia y a la tradición coreana. “Vuelco mis pensamientos en la madera, no con violencia pero sí con el corazón y el alma. Dentro de esto, permanentemente estoy cuestionándome a mí misma”, expresó en diálogo la web de Turismo porteño.

La consolidación de la comunidad coreana en Buenos Aires, especialmente en el barrio de Flores, proporciona un contexto singular para la obra de Kim, cuyo museo en Felipe Vallese 2945 se suma a los espacios culturales de la ciudad.

Kim Yun Shin trabaja en
Kim Yun Shin trabaja en su taller de Flores. Empieza su jornada a las 8 y continúa hasta la noche (Crédito: Instagram @kimyunshin_art)

La artista, nacionalizada argentina en 1987, asume el legado de su trabajo como una aportación colectiva: “Quiero dejar este mundo con mis obras como un legado, así como otros inmigrantes dejan a sus hijos como una contribución a la ciudad y como una característica que la comunidad coreana puede dejarle a la Argentina; la característica de este empuje de la comunidad”.

En la actualidad, Kim Yun Shin sigue produciendo y participando activamente en la vida de la comunidad, valorando la libertad creativa que halló en el país. “Aquí tengo libertad para crear y tengo felicidad. Vivo feliz”, aseguró.

La presentación del libro Kim Yun Shin, Conversación en madera, y el nacimiento de Milena Seúl ofrecen una ocasión para acercarse a la historia de un país interesantísimo pero también a la de una artista que, a partir del diálogo entre culturas, talló una trayectoria excepcional en el arte argentino.