La RAE explicó por qué está mal escribir “poner en sobre aviso”, en lugar de “poner en alerta”

Aunque escribir bien no es una tarea sencilla, requiere de práctica y de conocer las estructuras de la lengua

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Sentirse interrumpido en una conversación
Sentirse interrumpido en una conversación puede minar la confianza, pero ajustar el ritmo al hablar ayuda a recuperar el control y la atención del interlocutor (Imagen Ilustrativa Infobae)

En un mundo regido por la inmediatez parecería que la ortografía ha dejado de tener relevancia, sin embargo, el escribir textos con coherencia y sin erratas siempre será benéfico en todos los ámbitos.

En lo laboral, el escribir de forma correcta deja ver a los demás las habilidades y conocimientos que se poseen; además, ayuda a construir una imagen óptima a través de la cual puedes parecer más serio y confiable. El tener errores de ortografía y sintaxis pueden, por el contrario, dar un pensamiento negativo que te haría parecer descuidado o poco preparado.

Por otro lado, el tener la capacidad de hacer un texto bien redactado habla también de la personalidad, al mostrar interés por siempre construir un buen puente de comunicación con los interlocutores.

Aunque escribir bien no es una tarea sencilla, requiere de mucha práctica y de conocer las estructuras de la lengua, por lo que leer puede ser un gran apoyo para la riqueza del léxico.

En este sentido, la Real Academia Española (RAE) se ha convertido en la institución más relevante para la regularización lingüística, mediante la promulgación de normas para fomentar la unidad idiomática del mundo hispanohablante.

La Fundación del Español Urgente (Fundéu), una institución sin ánimo de lucro que tiene como objetivo el impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación, se ha aliado con la RAE y emite a través de su página web y de manera constante diversas recomendaciones para que los ciudadanos puedan resolver sus dudas sobre cómo se escribe correctamente cierta palabra, cómo se usa una expresión o tips de temáticas varias.

Usos y ejemplos

Las construcciones adecuadas para expresar que se advierte a alguien de algo es poner sobre aviso o poner en alerta , pero no poner en sobre aviso .

No obstante, se pueden encontrar frases como estas: «Esta decisión ha puesto en sobre aviso a muchos turistas por miedo a perder vuelos programados», «El viento y los fenómenos costeros ponen en sobre aviso a Cartagena» o «Los organismos sanitarios españoles han puesto en sobre aviso a la sociedad civil».

Con el sentido de ‘alertar ante algo sobre lo que se ha recibido un aviso’, tal como explica el Diccionario panhispánico de dudas , la construcción asentada es sobre aviso (o sobre el aviso , actualmente en desuso). Como recogen esta misma obra y el Diccionario de la lengua española , sobre aviso se combina, además de con el verbo poner , con estar y andar para expresar que alguien está prevenido. Se recuerda que lo apropiado es escribir esta construcción en dos palabras, no sobreaviso .

No resulta apropiada , en cambio, la expresión en sobre aviso , que puede deberse a un cruce con otras construcciones que sí llevan en , como poner en alerta , de sentido similar, poner en práctica o poner en valor . Del mismo modo, es preferible evitar construcciones similares como poner en sobre alerta . Así, en «El bajo nivel de violencia puso en sobre alerta a los agentes» lo indicado sería «… puso en alerta a los agentes».

De esta forma, en los ejemplos anteriores, lo recomendable habría sido «Esta decisión ha puesto sobre aviso a muchos turistas por miedo a perder vuelos programados », «El viento y los fenómenos costeros ponen en alerta a Cartagena» y «Los organismos sanitarios españoles han puesto sobre aviso a la sociedad civil».

¿Cuál es el papel de la RAE?

La RAE vela por el
La RAE vela por el idioma español. (RAE)

Fundada en Madrid en 1713 por iniciativa del octavo marqués de Villena, Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, la RAE es la institución que busca preservar el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución y expansión.

Sus más recientes estatutos (actualizados en 1993), establecen que la función principal de la Real Academia es “velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad”.

Este compromiso se ha plasmado en la denominada política lingüística panhispánica, compartida con las otras 22 corporaciones que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en México en 1951.

Actualmente, la institución está constituida por 46 académicos, entre ellos el director y los demás cargos de la Junta de Gobierno, elegidos para mandatos temporales.

Una de las críticas que se le han hecho a la RAE es su negativa a reconocer palabras o expresiones que han surgido entre las generaciones más jóvenes, sobre todo a raíz de la aparición de las redes sociales. Una de las polémicas más recientes es el reconocimiento del lenguaje inclusivo.

Sin embargo, en el 2020 optó por lanzar el Observatorio de Palabras, un repositorio digital que ofrece información sobre palabras o acepciones de palabras y expresiones que no aparecen en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), pero que han generado dudas en cuanto a su uso, tales como neologismos, extranjerismos, tecnicismos, regionalismos, entre otros.

La información contenida en el Observatorio es provisional al no estar contemplada en las obras académicas, por lo que puede verse modificada y cambiar con el paso del tiempo, pero ello no implica que se acepte su uso.