La posibilidad de que un escritor argentino obtenga el Premio Nobel de Literatura ha sido motivo de debate y expectativa en el ámbito cultural. Este fue uno de los temas que abordó Maximiliano Tomas, crítico literario y director del Centro Cultural Recoleta, en su paso por el streaming de Infobae.
“La literatura es un arte, no es una ciencia exacta”, comenzó diciendo al explicar la diferencia fundamental entre el Nobel de Literatura y los premios en disciplinas científicas, donde “hay un criterio profesional y de pares”.
El proceso de selección del Nobel, según Tomas, está marcado por la subjetividad y por los cambios de criterio del comité a lo largo del tiempo. “No lo entregan los críticos literarios del mundo, la gente que más sabe de literatura o los pares o los lectores. Lo entrega la Academia Sueca”.

La ausencia de autores argentinos entre los laureados ha sido motivo de asombro y hasta de escándalo en el ámbito literario. “Probablemente la lista de escritores que no recibieron el Nobel es más importante que los que lo recibieron, en muchos casos”, reflexionó Tomas aludiendo a figuras como James Joyce, Marcel Proust, Franz Kafka y Jorge Luis Borges. “Cualquiera de ellos había hecho méritos más que suficientes para obtener un premio como el Nobel de Literatura. No sucedió. Entonces, fue casi un escándalo que durante el siglo XX ningún escritor argentino lo haya ganado”, agregó.
En cuanto a las posibilidades actuales, Tomas identificó a César Aira como el nombre argentino que más ha resonado en la última década. “El nombre de escritor argentino que más suena en los últimos diez años para ser candidato siempre al Premio Nobel es el de César Aira”, sostuvo. Entre los indicios recientes que refuerzan esta percepción, mencionó que “el año pasado, la televisión sueca hizo una entrevista a Aira en su casa. Una cosa muy rara, que la televisión sueca le ponga el foco así a un escritor argentino”.
La figura de Aira se destaca no solo por su prolífica producción, sino también por su singularidad en el panorama literario. “Aira, que actualmente creo que tiene setenta y seis años, es el escritor más... Odio este adjetivo, pero prolífico de la literatura argentina. Tiene ciento cuarenta y seis libros publicados a la fecha. Publica a un ritmo de dos o tres libros por año desde la década del 80”, detalló Tomas.

Además, subrayó la particularidad de su método de trabajo: “Todo el mundo le dice: ¿Cómo puede ser que escribas tanto, que publiques tanto, que publicaste tres libros por año? Y él dice: Mis libritos tienen 70, 80, 90 páginas. Yo escribo una página por día, son 365 páginas. Ahí tenés, son tres libros por año. Ni un día sin escribir. Ese es su lema”.
La internacionalización de Aira también ha sido un factor relevante. “Fue muy traducido. Fue muy leído afuera, llegó a un mercado no para nada fácil para autores argentinos como es el estadounidense y además ganó premios importantes, entre ellos el Premio Formentor, que fue el premio que en el año 61 ganó Borges y fue el que le dio proyección internacional”, explicó.
Junto a Aira, otros nombres como Samanta Schweblin y Mariana Enríquez han comenzado a sonar en las especulaciones, aunque, según Tomas, “serían Premios Nobel tempranos. Es gente muy joven. Se supone que el Nobel premia la trayectoria, pero bueno, la autora coreana del año pasado, Han Kang, tiene 54 años, con lo cual es una premiada muy joven”.
Sobre Schweblin, destacó: “Samanta Schweblin es una contemporánea, una chica que es más joven incluso que nosotros. Tiene una obra no muy extensa, pero muy, muy leída y muy premiada y muy traducida, que es también un criterio importante para el Nobel”. Además, remarcó su estilo: “Es una escritora muy prolija, muy obsesiva con la corrección y solo entrega sus libros, mayormente cuentos, aunque al día de hoy tiene dos novelas, una vez que ella cree que está perfectamente terminado. Sus cuentos son muy disfrutables y muy fácilmente decodificables por un lector tanto argentino como universal, porque es una literatura levemente fantástica la de Schweblin”.

En el terreno de la poesía, Diana Bellesi fue mencionada como una posible candidata, mientras que en dramaturgia, Mauricio Kartun y Rafael Spregelburd figuran entre los nombres destacados. “En poesía, que es muy probable porque han sido premiados muchos poetas, el nombre de Diana Bellesi podría sonar mucho para un Premio Nobel, tiene una trayectoria”, señaló.
La discusión sobre la falta de reconocimiento a Borges ocupó un lugar central en la charla. “Borges recibe un premio del gobierno chileno de manos de Pinochet en la década del 80. Borges murió en el 86. Borges publicó sus dos libros más importantes de relatos el año 45 y el año 49. Es decir, habían pasado 40 años. La Academia Sueca tuvo 40 años para debatir si darle o no darle el premio a Borges, que fue uno de los tres, cuatro tipos que en el siglo XX puso la literatura patas para arriba”, argumentó.
El Nobel de Literatura, que se entrega desde 1901, ha sido otorgado a solo dieciséis mujeres, la mayoría en los últimos años. “Con lo cual hubo de alguna manera cierta tendencia a restituir la centralidad de la literatura femenina, con lo cual nunca se descarta que la premiada sea en los últimos años cada vez más mujeres que varones”, puntualizó.
Al referirse a la accesibilidad de la obra de Schweblin frente a la de Aira, Tomas observó: “Uno piensa en Schweblin y piensa inmediatamente en autores como Cortázar, en autores como Quiroga. Es una literatura accesible, una literatura muy disfrutable y una literatura muy fácilmente traducible. A Aira es muy probable que le pase lo que a Borges. Yo no puedo entender qué lee un lector francés, estadounidense o sueco en Aira, porque es un autor extremadamente local”.

Sobre la vida cotidiana de Aira, aportó detalles singulares: “Aira es un escritor del barrio de Flores, de hecho, escribe todos los días en una pizzería en la avenida Rivadavia, en el barrio de Flores, preguntando por Aira, buscando datos de su biografía y preguntando el lugar a donde vive Aira”.
Entre las obras recomendadas de Aira, mencionó: “El mago es una novela genial de Aira. Cumpleaños es otra novela genial de Aira. Y podríamos decir La abeja, por ejemplo. O Cómo me hice monja, que es un título maravilloso”. En cuanto a Schweblin, recomendó: Distancia de rescate y Kentuky como novelas breves, y Pájaro en la boca y Siete casas vacías como libros de cuentos fundamentales para conocer su obra.
El Premio Nobel de Literatura, además del prestigio, !otorga un millón de dólares en premios. O sea, es un cheque de un millón de dólares que nadie en este mundo, y mucho menos en el círculo literario, iría a despreciar”, concluyó Maximiliano Tomas.
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