El legado creativo de Stephen Sondheim, una ventana abierta a la historia del teatro musical contemporáneo

Manuscritos, borradores de música y letras, grabaciones, cuadernos y álbumes de recortes de Stephen Sondheim han sido donados a la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, ofreciendo al público la oportunidad de ver de primera mano la creatividad de uno de los gigantes del teatro musical.

La colección incluye aproximadamente 5 mil artículos, que van desde borradores de canciones que fueron eliminadas de espectáculos o que nunca llegaron al primer ensayo, hasta un cuaderno de música en espiral titulado “Notas e Ideas” que documenta algunos de sus esfuerzos musicales mientras era estudiante en Williams College. Sondheim falleció en 2021.

“Es abrumador”, dijo Mark Horowitz, especialista senior en música. “Siempre está refinando, cambiando palabras o frases aquí y allá. Es como si nunca dejara de intentar perfeccionar las cosas”.

El archivo incluye borradores de variaciones en las letras de “I’m Still Here” de Follies y de “Putting It Together” de Sunday in the Park with George, que Sondheim escribió por petición de Barbra Streisand. La colección llegó a la Biblioteca en marzo.

También se encuentran letras para un reprise de “Side by Side by Side” que nunca fue incluido en Company y 40 páginas de bocetos de letras de “A Little Priest” — “¿Es el político tan grasiento que se sirve con un tapete?” dice una de las líneas finales— de Sweeney Todd, con listas de más de 150 posibles profesiones y tipos de personas que podrían haber sido convertidas en pasteles, escritas al margen.

“Parece que, cuanto mayor se hacía, más bocetos producía”, comenta Horowitz. “Para los primeros espectáculos, puede haber tres o cuatro cajas de material. Para los espectáculos más recientes, son ocho o nueve cajas. No sé si es porque le resultaba más difícil o porque se volvió más detallista”.

La Biblioteca del Congreso espera un aumento en las solicitudes para consultar la colección cuando esté disponible este verano del hemisferio norte. Cualquier persona mayor de 16 años con una licencia de conducir o pasaporte puede solicitar acceso a las páginas originales. Estará disponible a partir del 1 de julio.

Horowitz, autor de Sondheim on Music: Minor Details and Major Decisions y editor de The Sondheim Review, quien ha enseñado historia del teatro musical en Georgetown, se ha sorprendido con algunos de los artículos. Uno de ellos fue una canción que Sondheim escribió como parte de un concurso de televisión pública a principios de la década de 1970. El ganador quería que el icono de Broadway escribiera una canción para el cumpleaños número 50 de su madre, y tropezó con su correspondencia. “No tenía idea de que eso existía”, dijo.

Horowitz convenció a Sondheim de donar sus documentos a la Biblioteca del Congreso en 1993, y el compositor lo incluyó en su testamento. “Había visto sus manuscritos en cierta medida en su casa antes, pero nada como el nivel de profundidad de página tras página tras página que ahora estoy viendo”.

Horowitz, quien ha estado gestionando colecciones durante 34 años, construyó una amistad con Sondheim e incluso encontró su propio nombre algunas veces en la colección. “Con grandes colecciones en las que paso mucho tiempo, tiendo a sentir el fantasma de esa persona sobre mi hombro. Pero con Sondheim, es la primera vez que puedo pensar en que estoy organizando la colección de alguien a quien realmente conocí”.

Seis de los musicales de Sondheim ganaron premios Tony a la mejor partitura, y también recibió un Premio Pulitzer (Sunday in the Park), un Premio Oscar (por la canción “Sooner or Later” de la película Dick Tracy), cinco premios Olivier y la Medalla Presidencial de la Libertad. En 2008, recibió un premio Tony por logros de toda una vida.

El hecho de que Stephen Sondheim tuviera algo que donar a la Biblioteca del Congreso es un milagro. En 1995 sufrió un incendio que comenzó en su oficina, a pocos metros de donde la colección descansaba sobre estanterías de madera y en cajas de cartón. Sin embargo, de alguna manera sobrevivió, aunque algunos papeles resultaron con marcas de quemaduras.

“No hay absolutamente ninguna razón por la que la colección no debería haber quedado reducida a cenizas. Y es realmente lo más cercano que he visto a un milagro, el hecho de que no lo hizo”, dijo Horowitz.

La Biblioteca del Congreso, la institución cultural federal más antigua del país,fue fundada en 1800 bajo una legislación del presidente John Adams y tradicionalmente ha disfrutado de apoyo bipartidista. Contiene más de 100 millones de libros, grabaciones, imágenes y otros artefactos, y ofrece un vasto archivo en línea. Sus contenidos abarcan tres edificios en el Capitolio. No es una biblioteca de préstamo tradicional, sino una biblioteca de investigación.

En su segundo mandato, el presidente Donald Trump despidió a la bibliotecaria del Congreso, Carla Hayden, en medio de críticas de conservadores que argumentaban que estaba promoviendo una agenda “progresista”. La Biblioteca del Congreso ya alberga las colecciones de varios iconos de Broadway, incluidos Neil Simon, Arthur Laurents, Marvin Hamlisch, Bob Fosse y Gwen Verdon.

Fuente: AP