La miniserie de “terror íntimo” de Pablo Larraín, basada en relatos de Mariana Enríquez, ya toma forma

La plataforma de streaming Netflix confirmó los 4 cuentos de la autora argentina en que los estará inspirada y reveló a sus protagonistas, entre otros temas

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La miniserie de “terror íntimo”
La miniserie de “terror íntimo” de Pablo Larraín, basada en relatos de Mariana Enríquez, ya toma forma

La escritora Mariana Enríquez ha visto cómo su obra se ha transformado en un fenómeno que trasciende el papel, llegando a escenarios, adaptaciones cinematográficas y ahora a una miniserie que reunirá cuatro de sus relatos bajo la dirección de Pablo Larraín para Netflix.

La producción, titulada provisionalmente Mis muertos tristes, que se encuentra en fase de preproducción, constará de cuatro episodios y estará basada en el cuento homónimo de Enríquez, además de incorporar elementos y personajes de otros relatos de la autora: Julie, Un lugar soleado para gente sombría y Cuando hablábamos con los muertos. El guion es resultado del trabajo conjunto de Enríquez y Larraín con Guillermo Calderón y Anastasia Ayazi. La producción se filmará en exteriores y locaciones de Buenos Aires, mientras que los interiores se rodarán en Santiago.

El elenco principal estará conformado por las actrices argentinas Mercedes Morán, Dolores Fonzi y Alejandra Flechner. A ellas se suman Carlos Portaluppi, Germán de Silva, la actriz chilena Luz Jiménez y la debutante Carolina Sánchez Álvarez.

Por otro lado, la serie contará con un equipo técnico integrado por colaboradores habituales de Larraín, como Waldo Salgado en la asistencia de dirección, Sergio Armstrong en la dirección de fotografía y Eduardo Paxeco a cargo del casting.

Mercedes Morán, Dolores Fonzi y
Mercedes Morán, Dolores Fonzi y Alejandra Flechner, algunas de las protagonistas

Netflix ha presentado la sinopsis oficial de la miniserie: “Ema, una médica de 60 años, puede ver y escuchar a los muertos. Los llama ‘presencias’ y ha vivido toda su vida evitando que ese don la conecte con el sufrimiento de otros. Pero cuando su sobrina Julie —una joven perturbada que también puede comunicarse con los muertos, aunque de una forma mucho más intensa y sexual— llega a su casa, Ema se ve obligada a involucrarse. Lo que comienza como un reencuentro familiar se convierte en una perturbadora cadena de eventos que alteran el equilibrio entre el mundo de los vivos y los muertos, contagiando a todo un barrio con voces del más allá. Mientras las fronteras entre la vida, la muerte y el deseo se desdibujan, Ema tendrá que enfrentarse a su pasado, su hija, y los fantasmas que nunca dejó ir”.

El propio Pablo Larraín ha definido la propuesta como una exploración del “terror íntimo”, centrada en los miedos personales y cotidianos, y alejada de los recursos tradicionales del género. En declaraciones difundidas por Netflix, Larraín expresó: “La literatura de Mariana es particularmente visual, siempre brillante y siempre peligrosa. Es un terror doméstico, casual, que inspira e inspirará muchas adaptaciones al cine y la televisión“.

Por su parte, Mariana Enríquez manifestó: “Estoy muy contenta con que Pablo Larraín y Fabula me hagan el honor de adaptar cuentos míos en una sola miniserie. Personalmente disfruto de las adaptaciones, creo que son lecturas, y también tengo muchas expectativas sobre esta lectura de Mis muertos tristes. Todo el proceso fue muy tranquilo y respetuoso”.

"El Conde", película de Pablo Larraín, es una sátira que retrata un universo en el que Augusto Pinochet es un vampiro de 250 años que, cansado de ser recordado como un ladrón, decide morir. (Netflix)

La serie marca el regreso de Pablo Larraín al género del horror tras su película El Conde (2023), donde transformó a Augusto Pinochet en un vampiro de 250 años, mezclando terror gótico y sátira política en el contexto de los 50 años del Golpe de Estado en Chile. El filme recibió el premio al Mejor Guion en el Festival de Venecia y generó debate en el país. Además, la miniserie representa el retorno de Larraín al formato de series después de trabajos como Prófugos (2011) y Lisey’s Story (2021).

El guion de la miniserie incluye cuatro relatos de Mariana Enríquez: “Mis muertos tristes”, “Julie” y “Un lugar soleado para gente sombría”, todos ellos parte de su libro más reciente, Un lugar soleado para gente sombría (Anagrama, 2024), y “Cuando hablábamos con los muertos”, publicado originalmente en Chile en 2013 por Montacerdos. Estos cuentos abordan temáticas como la violencia, el duelo, la locura y las huellas de la dictadura, combinando elementos sobrenaturales con realidades sociales y personales.

En “Mis muertos tristes”, la protagonista es una médica de sesenta años que vive en un barrio de clase media trabajadora de Buenos Aires y posee la capacidad de ver y escuchar a los muertos. Su don la convierte en mediadora entre los vivos y una creciente presencia de espectros, principalmente jóvenes asesinados que aparecen con las marcas de sus muertes violentas. La llegada de un nuevo fantasma, producto de un crimen ignorado por la comunidad, altera el equilibrio y revela verdades ocultas.

El relato “Julie” presenta a una joven argentina criada en Estados Unidos que regresa a Buenos Aires debido a una enfermedad que no puede tratar en el extranjero. Su presencia en la casa familiar genera tensiones y desconcierto, ya que Julie, con un aspecto descuidado y comportamientos extraños, asegura mantener relaciones con espíritus, lo que inquieta a sus parientes.

“Un lugar soleado para gente sombría” sigue a una periodista argentina que viaja a Los Ángeles para investigar la muerte de Emily Lam, una joven hallada ahogada en el tanque de agua de un hotel. Inspirada en el caso real de Elisa Lam en 2013, Enríquez fusiona el género de true crime con elementos sobrenaturales, abordando el morbo digital y la exposición del sufrimiento ajeno como espectáculo, en una línea similar a la serie Black Mirror.

El cuarto relato, “Cuando hablábamos con los muertos”, se sitúa en la posdictadura argentina y presenta a un grupo de adolescentes que realizan sesiones de espiritismo para contactar a seres queridos desaparecidos. Lo que comienza como un juego se transforma en una experiencia inquietante, marcada por apariciones y una atmósfera opresiva.

Mariana Enríquez (Nora Lezano)
Mariana Enríquez (Nora Lezano)

La adaptación de estos relatos a la pantalla por parte de Pablo Larraín y Netflix representa un nuevo capítulo en la expansión del universo de Mariana Enríquez hacia el streaming, consolidando su posición como una de las voces más influyentes del horror contemporáneo en español.

El fenómeno literario que rodea a Enríquez se refleja en la respuesta de sus lectores, quienes acuden en masa a librerías y festivales donde se presenta. En 2024, la autora presentó No traigan flores, una experiencia performática que combinó lectura en vivo, música e imágenes, y que se presentó en escenarios de Buenos Aires y en el Teatro Nescafé de las Artes en Santiago, con localidades agotadas.

Algunos de los relatos de Enríquez ya han sido adaptados previamente. El largometraje La virgen de la tosquera (2025), dirigido por Laura Casabé, combina dos de sus cuentos y debutó en el Festival de Sundance. Su primera novela, Bajar es lo peor, también fue llevada al cine de manera independiente a comienzos de los años 2000. Además, su obra ha inspirado versiones teatrales, como Las cosas que perdimos en el fuego, adaptada por Manuela Infante y estrenada en el Theater Basel en Suiza en 2024, así como podcasts, adaptaciones gráficas y producciones realizadas por fanáticos.

Pablo Larraín (REUTERS/Yara Nardi)
Pablo Larraín (REUTERS/Yara Nardi)

El jurado del Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, que Enríquez recibió en 2024, destacó su capacidad para utilizar el horror como herramienta para enfrentar realidades apremiantes de la región. Ganadora del Premio Herralde de Novela por Nuestra parte de noche (2019) y finalista del International Booker Prize, la autora ha sido comparada con figuras como Shirley Jackson y Stephen King, aunque su estilo se distingue por abordar el terror desde una perspectiva latinoamericana, enfocada en la violencia estructural, la desigualdad y los duelos históricos.

La producción es de Fábula, responsable de títulos como Relatos salvajes (2014), El clan (2015) y El reino (2021). El rodaje comenzará a finales de junio y se extenderá hasta septiembre.