La colaboración entre Gilberto Gil y Marisa Monte publicada el fin de semana pasado dejado una huella significativa de uno de los acontecimientos del año en la música popular brasileña. La canción “A Paz”, grabada en el Farmasi Arena de Río de Janeiro en marzo de este año, es un testimonio urgente de la gira despedida del notable músico bahiano de 82 años. “La luz y el canto grandioso de Marisa Monte hicieron esta canción invadiera mi corazón”, dijo Gil. “Me sentí bendecido cuando me invitaron a esta mágica colaboración. Cantar en directo con la voz y la guitarra de un creador fundamental en la historia de la música brasileña, fue una experiencia inspiradora y trascendental”, expresó Marisa Monte.
La canción, un mensaje de amor y concordia que adquirió notoriedad en 1994 con el álbum Unplugged (Ao Vivo) de Gil, revivió en el marco de la gira cuando hizo escala en Río de Janeiro en marzo de este año. No es una novedad este encuentro. La colaboración entre ambos artistas también viene de 1994, cuando grabaron “Dança da Solidão”, del guitarrista y compositor Paulinho da Viola -un prócer del samba de la popular scola barrial Portela-, para el álbum de la cantante Verde anil amarelo cor de rosa e carvão, el tercero de su por entonces incipiente discografía solista. También compartieron voz en la canción “Life gods”, grabada en 1996 junto a Alceu Valença y Gerônimo para la banda de sonido de la película Navalha na Carne (1997). En 2019, volvieron a encontrarse para registrar “Obatalá - Uma homenagem a Mãe Carmen, en Salvador.

Y ahora, “A Paz”. “Paz / Hizo el mar de la revolución / Invadió mi destino; la paz / Como esa gran explosión/ Una bomba sobre Japón/ Dio a luz al Japón de la paz / Pensé en mí / Pensé en ti / Lloré por nosotros/ Qué contradicción / Sólo la guerra hace nuestro amor en paz”, dice la letra de la bella canción interpretada a guitarra y voz.
El tour Tempo Rei, que se desarrolla hasta noviembre por ciudades brasileñas y luego continuará con actuaciones en Europa y Estados Unidos, celebra 60 años de carrera de Gilberto Gil a la vez que marcan un punto final para sus actuaciones. “Hubo varios elementos que sopesé para llegar a la decisión de organizar una última gira. Hubo una reflexión sobre este mercado y también sobre las exigencias físicas necesarias para estos grandes espectáculos. Quiero seguir haciendo música a otro ritmo, pero antes haremos esta hermosa celebración con el público y la familia. Transformar las viejas formas de vivir”, declaró el músico bahiano convertido en un símbolo de la música popular brasileña del siglo XX.
El breve texto que conceptualizó el sentido y el título de la gira, deja en claro el espíritu del espectáculo “Tiempo, en el diccionario: duración relativa de las cosas que crea en el ser humano una idea de presente, pasado y futuro. Tiempo, para Newton: absoluto. Tiempo, para los yoruba: cíclico. El tiempo, para el cristianismo: lineal. El tiempo, para Einstein: relativo. El tiempo, para Machado de Assis: una tela invisible en la que se puede bordar cualquier cosa. El tiempo, para Gilberto Gil: Rey”.
El tour nacional vuelve justamente a Río de Janeiro este fin de semana, el sábado 31 y domingo 1 de junio, y luego continuará por Brasília (7 de junio), Belo Horizonte (17 de junio), Curitiba (5 de julio), Belén (9 de agosto), Porto Alegre (6 de septiembre), Fortaleza (15 de noviembre) y Recife (22 de noviembre). Pero hay más.

La información fue revelada por Flora Gil, mánager y esposa del artista, en la web Alô Alô Bahia. Inicialmente, estaba previsto que el último espectáculo de la gira tuviera lugar a bordo del buque MSC Preziosa, entre el 1 y el 4 de diciembre. El viaje, que partirá de Santos, hará escala en Río de Janeiro y Búzios y contará con la participación de invitados como los Gilsons, Nando Reis, Liniker, Jorge Vercillo, Os Paralamas do Sucesso, Elba Ramalho y João Gomes con Mãeana.
Sin embargo, Flora Gil reveló su deseo de volver a Bahía para un posible concierto extra en diciembre. “Me muero por volver a Bahía. Tenemos el barco los días 1, 2, 3 y 4, pero quién sabe, a lo mejor podemos cerrar la gira en Bahía”, dijo en Salvador. La gira, justamente, comenzó en la misma ciudad, el pasado 15 de marzo, en el estadio de fútbol Arena Fonte Nova. Sería el último-último show y en la tierra que vio nacer a Gilberto Gil.
En Brasil se vive esta gira como la despedida de un tesoro nacional. Un homenaje al cancionero y a un personalidad artística que excede el terreno de la música hasta convertirse en ícono cultura de una nación. Gilberto Gil es muchos a la vez. El cantante y compositor; el tropicalista que fue encarcelado por la dictadura militar y se exilió en Londres; el ministro de Cultura; el integrante de la Academia Brasileña de Letras; el Doctor Honoris Causa en The Berklee College of Music de Boston y la Universidad Estatal de Río de Janeiro (Uerj). El patriarca de una familia musical y sobre todo, uno de los músicos populares más grandes del continente.
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