La caída de ventas en las casas de subastas de Nueva York parece no tener fin

Las ventas de primavera de Christie’s, Sotheby’s y Phillips sufrieron una disminución del 63 % en solo dos años. La inestabilidad económica y el retiro de compradores asiáticos, entre las razones

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Fotografía de archivo en donde
Fotografía de archivo en donde se ve una jornada de subastas en la casa Christie's en Nueva York (EE. UU.).EFE/ Alba Vigaray

Las subastas de primavera (en el hemisferio Norte) de este año cerraron con resultados por debajo de las expectativas más conservadoras, marcando un descenso significativo en el mercado del arte.

Según informó ARTnews, las casas de subastas Christie’s, Sotheby’s y Phillips habían proyectado ventas de entre 1.200 y 1.600 millones de dólares para las subastas nocturnas de la semana, pero en conjunto lograron apenas superar los 1.000 millones de dólares, incluyendo las primas de los compradores. El total sin estas primas fue aún más bajo, alcanzando solo 837,5 millones de dólares. Este desempeño contrasta con los 1.400 millones de dólares recaudados en la misma semana del año pasado y los 1.800 millones de 2022.

Entre los factores que influyeron en este declive se encuentra la caída en el valor de las obras más costosas y la disminución del interés por artistas emergentes, quienes habían dominado el mercado en años recientes. Las diez obras más destacadas de esta temporada generaron 278,6 millones de dólares, una cifra considerablemente inferior a los 312,4 millones de 2024 y los 403,3 millones de 2023. Este descenso es aún más pronunciado si se compara con 2022, cuando las diez principales piezas alcanzaron un total de 759,2 millones de dólares, lo que representa una caída del 63 % en solo dos años.

El cambio en las preferencias del mercado también quedó reflejado en la composición de las ventas. En contraste con años anteriores, donde los artistas jóvenes y emergentes gozaban de gran protagonismo, las subastas de este año se inclinaron hacia creadores más consolidados.

Las casas de subastas Christie’s,
Las casas de subastas Christie’s, Sotheby’s y Phillips habían proyectado ventas de entre 1.200 y 1.600 millones de dólares para las subastas nocturnas de la semana, pero en conjunto lograron apenas superar los USD 1.000 millones (Amir Hamja/The New York Times)

En Phillips, por ejemplo, solo cuatro de las 36 obras presentadas en su subasta nocturna fueron de artistas menores de 45 años, mientras que en 2021 esa cifra era el doble. Una tendencia similar se observó en Sotheby’s, donde únicamente cuatro artistas menores de 45 años participaron en la subasta contemporánea nocturna, frente a los siete de hace tres años. Además, ninguno de los artistas jóvenes que figuraron en las subastas de 2019 volvió a aparecer esta temporada. Elizabeth Fiore, asesora de arte en Nueva York, comentó al respecto que “hay muchos artistas que han desaparecido”.

La incertidumbre económica parece ser un factor clave detrás de este comportamiento. Mary Hoeveler, otra asesora de arte con sede en Nueva York, señaló que la falta de urgencia para adquirir obras, especialmente de artistas jóvenes o de mediana carrera, refleja las tensiones financieras en otras áreas de la economía. Según Hoeveler, los compradores también muestran reticencia a gastar grandes sumas, lo que genera un ambiente de incertidumbre que limita el apetito por inversiones significativas en arte.

A pesar de este panorama, algunos artistas lograron destacar. Danielle Mckinney, una de las pocas artistas vivas que captó atención significativa, vio cómo tres de sus obras superaron las estimaciones más altas durante la semana. Su pintura Stand Still (2023), presentada en Sotheby’s, se vendió por siete veces su estimación inicial de 40.000 dólares, alcanzando un precio final con primas de 340.000 dólares, estableciendo un nuevo récord para la artista. Según Andrea Hazen, asesora de arte en Nueva York, la estimación inicial de Sotheby’s estaba alineada con los precios del mercado primario de Mckinney, lo que anticipaba una competencia intensa por su obra.

Otro grupo que experimentó un auge fueron las artistas mujeres de carrera avanzada. Olga de Amaral, de 93 años, estableció un nuevo récord personal cuando su obra Imagen Perdida 27 (1996) se vendió por casi 1,2 millones de dólares en Phillips. Asimismo, Marlene Dumas, de 71 años, alcanzó los 13,6 millones de dólares con una de sus piezas, más del doble de su récord anterior de 6 millones establecido en 2008. También se registraron récords para artistas fallecidas del siglo XX, como Dorothea Tanning, Remedios Varo, Grace Hartigan y Kiki Kogelnik. Erica Samuels, asesora de arte contemporáneo, describió estos logros como un signo alentador en medio de un mercado que, según ella, atraviesa una desaceleración innegable.

La obra 'Grande tête mince',
La obra 'Grande tête mince', de Alberto Giacometti no tuvo ofertas (EFE/EPA/SARAH YENESEL)

En contraste, varios artistas masculinos posguerra vieron sus obras vendidas a precios bajos o incluso no lograron venderlas. Obras de figuras como Frank Stella, Ellsworth Kelly, Franz Kline, Robert Motherwell y Alberto Giacometti se vendieron en el límite inferior de sus estimaciones o quedaron sin comprador. Un caso notable fue el de la escultura Grande tête mince (Grande tête de Diego) (1955) de Giacometti, que, pese a estar valorada en 70 millones de dólares, no logró venderse al haber sido ofrecida sin garantía financiera, una decisión que buscaba maximizar las ganancias del consignador pero que terminó siendo contraproducente.

La disminución en la participación de compradores asiáticos también fue un factor destacado. Según Guillaume Cerutti, exdirector ejecutivo de Christie’s, la menor presencia de estos compradores influyó significativamente en los resultados de las subastas. Desde 2020, los clientes asiáticos habían representado aproximadamente el 30 % de la actividad en las subastas, pero su participación fue notablemente menor esta temporada. Mientras que Sotheby’s informó que los compradores estadounidenses lideraron sus ventas de colecciones individuales, solo el 10 % de sus clientes provinieron de Asia. En contraste, ni Phillips ni Christie’s revelaron datos sobre la procedencia de sus coleccionistas.

En años anteriores, la demanda había sido impulsada por la riqueza proveniente de regiones como Rusia, Asia y el Golfo Pérsico. Sin embargo, Hoeveler expresó incertidumbre sobre el origen de nuevos compradores con poder adquisitivo significativo, dado el contexto económico global. Por su parte, Robert Manley, presidente de arte moderno y contemporáneo en Phillips, reconoció cierta resistencia por parte de los vendedores en el segmento de precios más altos, aunque defendió que el mercado sigue siendo sólido, ya que la mayoría de los lotes continúan vendiéndose. Según Manley, “hay menos especulación con artistas jóvenes, pero el mercado es bastante saludable”.

En este contexto, Phillips celebró una de sus subastas nocturnas más pequeñas en años recientes, alcanzando un total de 52 millones de dólares, una caída del 40 % en comparación con los 86 millones logrados en mayo del año pasado.