
El Museo Casa Rosada presenta “Memoria y fragmentos. Diálogos entre las obras de Alicia Díaz Rinaldi y Francisco Tamburini”, una exhibición que entrecruza la obra de la artista, pintora y grabadora, con la del arquitecto que diseñó el histórico edificio.

La exposición presenta un conjunto de obras de Díaz Rinaldi perteneciente a las series “Evocaciones” y “La otra mirada del fragmento”, producidas en la década de 1990 a partir de un trabajo minucioso sobre los planos de la Casa Rosada diseñados por Francisco Tamburini a finales del siglo XIX.
Junto con estas series se exponen otras obras de la artista realizadas con diversas técnicas de grabado, como el aguafuerte, el collagraph y la impresión en relieve.

Además, la muestra incluye herramientas de trabajo, matrices originales y ornamentos, que a modo de pequeñas esculturas, amplían el universo propuesto al público.

En paralelo a las obras de Díaz Rinaldi se exponen los planos originales firmados por el arquitecto Francisco Tamburini, fundamentales para comprender las obras exhibidas.
De este modo, la muestra invita a conocer los cruces existentes entre la obra de la artista argentina Alicia Díaz Rinaldi, pintora, grabadora y docente, y Francisco Tamburini, arquitecto e ingeniero italiano, autor de la fachada oeste de la Casa Rosada.

En la exposición, la artista desafía el tiempo y lleva al espectador a un viaje a través de las dimensiones del espacio y la memoria. El meticuloso juego de simetrías y asimetrías nos sumerge en un universo donde cada línea, cada ángulo, cada sombra es un eco del pasado entrelazado con el presente.
El próximo viernes 17, a las 17 horas, habrá una visita guiada especial a cargo de la propia artista. La entrada es libre y gratuita.

Alicia Díaz Rinaldi inició sus estudios con el artista Víctor Chab y se perfeccionó en Grabado y Técnicas Gráficas en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro. A su regreso al país, continuó trabajando en las posibilidades del grabado al interior de las artes plásticas e introdujo el collagraph, técnica de impresión que admite múltiples variedades en los materiales de las matrices, que deben poderse entintar y estampar. Además, experimentó con nuevos soportes y trabajó la tridimensionalidad en su obra.

En 1984 creó junto a los artistas Matilde Marin, Graciela Zar, Olga Billoir, Zulema Maza y Oscar Manesi el Grupo 6, que desde perspectivas individuales se dedicó a la experimentación del grabado, tanto en sus aspectos técnicos como en los soportes.
Desde 1970 participó en más de cien Exhibiciones y Bienales en América, Europa, y Asia, obteniendo 10 Premios Internacionales y más de 25 premios nacionales, entre los que se destacan el Gran Premio de Honor, de Grabado, del Salón Nacional”, el 1er Premio de Grabado del Salón Manuel Belgrano y, en 2010, el Premio Trabucco de Gráfica, otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes.

En 2024, recibió otras dos importantes distinciones: la Gubia de Plata, por Xilón Argentina, Sociedad de Grabadores; y el Premio Alfonsina Storni a la Trayectoria 2024, otorgado por APA, Sociedad de Artistas Premiados Argentinos Ciudad de Buenos Aires.
Díaz Rinaldi se ha dedicado también a la docencia y ha dictado seminarios y cursos de diversas técnicas graficas en Catamarca, Chaco, Corrientes, La Rioja, Río Negro, Salta y Tucumán. Además ha dado conferencias en Australia y Alemania y ha dictado talleres y seminarios en España, Chile y Paraguay.

El arquitecto e ingeniero Francisco Tamburini llegó a la Argentina en 1884, contratado para trabajar en la construcción de edificios públicos. Durante la presidencia de Luis Sáenz Peña fue el encargado de la unificación de la fachada oeste de la Casa de Gobierno, la cual consistía en dos edificios similares construidos por los arquitectos suecos Carlos Kihlberg y Enrique Aberg. La vinculación de ambos cuerpos supuso un desafío para Tamburini, que los unió con un gran arco central (el acceso principal de la Casa Rosada, sobre la Plaza de Mayo) y definió los restantes cuerpos sobre Paseo Colón y Rivadavia.

Diálogos entre arte y arquitectura
En el diálogo entre la arquitectura de la Casa de Gobierno y la obra de Díaz Rinaldi se revelan conexiones fascinantes. En la década de 1990 la artista exploró los planos originales de Tamburini a partir de la invitación de la entonces directora del Museo Casa Rosada Irma Arestizábal.

A partir del trabajo con estas imágenes, cuyos elementos sirvieron como “disparadores”, Díaz Rinaldi comenzó un intenso proceso de trabajo por medio de distintas técnicas e incluyó en sus obras pequeños animales con el objetivo, según explicó, de “que la frialdad del plano tuviese lo orgánico, lo vital, lo vivo”.

Las obras expuestas en el Museo Casa Rosada profundizan en la relación entre la reconstrucción personal del pasado y la monumentalidad oficial, invitándonos a reflexionar sobre la naturaleza fragmentada de la memoria y la importancia de reconstruir nuestro pasado para comprender nuestro presente.

Mientras Díaz Rinaldi reconstruye su propia narrativa a partir de fragmentos históricos y recuerdos personales, Tamburini deja su impronta en la imponente fachada de la Casa de Gobierno. A pesar de las aparentes diferencias en sus expresiones artísticas, ambas figuras comparten una búsqueda de identidad y una obsesión por la reconstrucción del pasado.
Últimas Noticias
El emblemático taller de cerámicas de Picasso será restaurado y abrirá sus puertas al público
El espacio Madoura Pottery de Francia, donde el artista español trabajó junto a figuras como Matisse y Chagall, será convertido en centro cultural, tras una profunda intervención estructural y la creación de nuevos espacios verdes

100 años de Szyszlo, el gran pintor ancestralista abstracto de Latinoamérica
Dos muestran celebran el legado del artista peruano que rescató un “ancestralismo muerto” para unirlo con una abstracción

“Los cisnes no solo saben amar”, una distopía argentina sobre las pasiones sociales de finales del siglo XXI
El economista y doctor en Relaciones Internacionales cuenta el detrás de escena de su nueva incursión en la literatura de ciencia ficción

La historia del salvataje de un icónico mural de Diego Rivera
La obra, ubicada en el ex San Francisco Art Institute, fue realizada en 1931 y tras la quiebra del espacio estuvo a la venta. Ahora, a través de una compra y refundación, será testigo de un innovador programa para artistas emergentes

Josefina Licitra, su nuevo libro “Crac” y los años 70: “Yo tengo la suerte de que mis padres están vivos, pero mi familia se arruinó igual”
La gran cronista argentina habla sobre el texto autobiográfico en el que narra las dificultades del vínculo con su padre, quien en 1978 dejó el país como exiliado político. ¿Escribir el relato familiar puede poner en riesgo el amor de los que amamos?
