
Inmortalizada como la Ofelia en la famosa pintura de John Everett Millais o como modelo de varios artistas ingleses de mediados del siglo XIX, Elizabeth Siddal fue una de las musas más reconocidas de su tiempo, retratada como depresiva y adicta al láudano con su larga caballera rojiza, pero ahora una exposición en la Tate Britain la redescubre desde su lugar como verdadera artista.
¿Una musa es una modelo de inspiración o es una artista que interpreta e inspira? Las musas guardan un papel secundario en la historia del arte, aunque a veces son verdaderas inspiraciones artísticas, e incluso también artistas. Tal es el caso de Elizabeth Siddal, la mujer que fue modelo para numerosos artistas de mitad del siglo XIX, como los prerrafaelitas, pero también ella fue autora de una obra pictórica, invisibilizada por el canon masculino de su tiempo.
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“Siddal fue considerada durante mucho tiempo como ‘simplemente un modelo’ o como un ‘artista derivado’, que simplemente seguía a los prerrafaelitas masculinos”, dijo a The Guardian Carol Jacobi, curadora de la exposición The Rossettis, que inaugurará este 6 de abril en la Tate Britain para reponer la creatividad y originalidad de esta mujer, que fue modelo, musa y pintora.
El interés en torno a la figura de Siddal no es nuevo: ya en la década del 60 fue retratada en la película de Ken Russell, Dante’s Inferno que lleva el nombre de su esposo, Dante Gabriel Rossetti. Allí, Siddal es representada como una mujer depresiva, algo que es cierto porque tuvo episodios de angustia después de dar a luz a una hija que nació muerta en 1861, sin embargo, poco se cuenta de ella como artista talentosa y como influencia en la carrera de Rossetti.

Siddal no tenía formación como artista, cuando era adolescente trabajaba en tiendas de ropa en el centro de Londres, donde aprendió a diseñar vestidos. Fue presentada a los prerrafaelitas justo cuando el grupo se formó en 1849. En 1852 posó para Ofelia de Millais y otros prerrafaelitas como William Holman Hunt.
Durante la década de 1850, cuando comenzó una relación con Rossetti, los prerrafaelitas descartaron su trabajo como una “pálida imitación” del artista. Incluso hubo afirmaciones de que Rossetti ayudó a pintar sus acuarelas. Considerada como un apéndice de su marido, permaneció desconocida durante su vida fuera del pequeño y perverso círculo prerrafaelita.
Por lo menos hasta ahora. The Rossettis presenta 17 de sus dibujos y acuarelas, junto con la próxima biografía de Jan Marsh, Elizabeth Siddal: Her Story, además de una nueva investigación de Glenda Youde, historiadora de la Universidad de Sheffield, la destacan como una artista hábil.
Las investigadoras prueban que tuvo una influencia real en Rossetti al comparar y contrastar el trabajo de los dos artistas en la exposición. “Después de todo, estaban juntos en el mismo estudio”, sostuvo Youde. “Puedes ver su efecto en el estilo de las pinturas que el mismo Rossetti hizo durante su vida, o especialmente después”.
Fuente: Télam S. E.
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