Fútbol colombiano tuvo récord de expulsiones en el segundo semestre de 2025 con más de 100 tarjetas

Las cifras de tarjetas rojas durante la última temporada generaron debates sobre la gestión disciplinaria y el impacto en el desarrollo de los partidos, afectando a equipos y árbitros por igual

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El Fútbol Profesional Colombiano registró
El Fútbol Profesional Colombiano registró 127 expulsiones en 226 partidos durante el segundo semestre de 2025, una cifra sin precedentes recientes - crédito AFP

El segundo semestre del Fútbol Profesional Colombiano (FPC) de 2025 quedó atravesado por un dato que generó controversia y puso bajo observación tanto a jugadores como a árbitros: 127 expulsiones en 226 partidos disputados.

El número, sin precedentes en las últimas temporadas, llevó a que semana tras semana la discusión superara los límites deportivos para interrogar el tipo de fútbol practicado en el país y el criterio arbitral predominante.

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La constante aparición de tarjetas rojas alteró estrategias, desnaturalizó partidos y mantuvo encendida la polémica entre protagonistas y aficionados. Las estadísticas evidencian una tendencia extendida.

Ningún club, desde el campeón hasta aquellos que perdieron la categoría, logró escapar de esta racha disciplinaria. El dato principal, 127 expulsiones, resalta la magnitud del desafío que enfrentó el torneo en materia de control del juego y manejo arbitral. La estadística cruzó todo el campeonato y afectó a equipos históricos y formaciones habituales, sin distinción de jerarquías.

Partidos que quedaron definidos por las tarjetas rojas

La polémica por el alto
La polémica por el alto número de tarjetas rojas en la Liga colombiana puso bajo la lupa el criterio arbitral y el estilo de juego nacional - crédito Colprensa

La radicalidad del fenómeno se evidencia en los encuentros donde la incidencia de las expulsiones resultó determinante. Nueve partidos registraron más de dos sancionados y en tres ocasiones la cifra llegó a cuatro futbolistas fuera de competencia, dejando planteles debilitados y encuentros resueltos por la resistencia más que por el fútbol exhibido.

Estos antecedentes, detallados por El Colombiano, muestran que el impacto disciplinario alteró planteamientos y sumó presión a árbitros y técnicos en todo el semestre. Uno de los episodios más recordados ocurrió el 22 de julio de 2025, cuando Deportivo Pereira y Atlético Nacional finalizaron su duelo con solo nueve jugadores cada uno.

Bajo la conducción de José Ortiz, se marcharon expulsados Juan Sebastián Quintero y José Moya por el local, mientras que Juan Manuel Zapata y William Tesillo vieron la roja en el equipo visitante.

Dos días más tarde, el 24 de julio, el enfrentamiento entre Independiente Medellín (DIM) y Envigado sumó un total de cuatro expulsados: Daniel Londoño, Léider Berrío y Brayan León Muñiz por el DIM, y Frey Berrío por Envigado. Ese partido fue arbitrado por Carlos Ortega.

Ningún club del FPC escapó
Ningún club del FPC escapó a la ola de expulsiones, que afectó tanto a equipos campeones como a los que descendieron en 2025 - crédito Mauricio Alvarado Lozada

La serie continuó el 31 de agosto, cuando La Equidad y Deportivo Pasto terminaron también con cuatro bajas luego de que Jean Colorado y Joider Micolta recibieran la expulsión en el equipo de Bogotá, mientras que Facundo Boné y Joyce Ossa corrieron suerte similar en el conjunto nariñense, dirigidos por Liz Mair Suárez.

Según datos recopilados por el medio citado, estos escenarios forzaron a los entrenadores a replantear esquemas y enfatizar el aspecto físico por encima del despliegue técnico.

Los equipos más afectados y la distribución de expulsiones

Dentro de este escenario, algunos clubes sufrieron especialmente el golpe de las expulsiones. La Equidad terminó en el último lugar de la Liga y también encabezó el listado de sancionados, con 12 tarjetas rojas a lo largo del semestre.

En el plantel asegurador, Jean Colorado y Joider Micolta acumularon dos expulsiones cada uno, mostrando el nivel de dificultad que enfrentó la institución en lo deportivo y disciplinario.

Deportivo Pereira ocupó el segundo puesto en la tabla negativa, con diez expulsados, y Envigado le siguió con nueve. En el club pereirano, Juan Sebastián Quintero y José David Moya también recibieron dos tarjetas rojas.

Otros equipos con estadísticas significativas fueron Junior (nueve expulsiones), Bucaramanga y Unión Magdalena (ocho cada uno), mientras que formaciones como Millonarios, DIM, Atlético Nacional y Llaneros sumaron siete.

Un grupo más reducido apareció con cifras inferiores: Deportes Tolima y Deportivo Cali (cuatro), Águilas Doradas y Alianza FC (tres), y Once Caldas, que apenas registró dos expulsiones durante todo el semestre.

Las sanciones afectaron la rotación de nóminas, la competitividad y la colocación en la tabla. Las direcciones deportivas reconocieron que la cantidad inédita de tarjetas rojas influyó en varios resultados clave del campeonato.

El arbitraje en el centro de la polémica

Wilmar Roldán fue el árbitro
Wilmar Roldán fue el árbitro con más tarjetas rojas, mostrando 17 expulsiones en 14 partidos del FPC durante el semestre - crédito X

La presión no recayó únicamente sobre los jugadores. El papel de los árbitros ganó protagonismo y nuevas críticas. En lo más alto del listado disciplinario se ubicó Wilmar Roldán, que mostró 17 tarjetas rojas en 14 partidos, una media superior a una expulsión por juego.

El nombre de Roldán aparece en las agendas de clubes y entrenadores cada vez que sus designaciones salen publicadas. Muy cerca lo siguió José Alexander Ortiz con 15 rojas en 17 encuentros y un promedio que rozó la expulsión por partido.

El grupo de árbitros con más expulsiones lo completaron Carlos Ortega (13 tarjetas en el semestre), Álvaro Meléndez (nueve) y Diego Ulloa (ocho). Mención especial para Alejandro Moncada, Steven Camargo, Wilmar Montaño y Luis Matorel, todos ellos con seis tarjetas rojas. Estas cifras motivaron nuevos debates sobre el margen de tolerancia en la Liga colombiana y la relación entre autoridad, reglamento y espectáculo.