David Alonso, el piloto que une Colombia y España en Moto 2: este es su balance del desafiante 2025

El corredor colombo-español está en el país como parte de su gira de medios y compartió con Infobae Colombia lo que le dejó la temporada que acaba de terminar, en la que dio el salto de categoría y se abrió paso, poco a poco, en el Top-10 de la clasificación general

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David Alonso hizo su debut
David Alonso hizo su debut en Moto 2 en la temporada del 2025, ubicándose en el Top-10 de la clasificación - crédito Marcelo Del Pozo/REUTERS

La experiencia de David Alonso en el motociclismo internacional se ha convertido, sin duda, en un puente entre Colombia y España, dos países que el piloto siente como propios y que, a través de su carrera, ha logrado unir en cada competencia. Alonso, que compite actualmente en la categoría Moto 2, destacó el valor de representar ambas culturas en una disciplina que exige, si se quiere, la cabeza fría del ibérico, y ese polo a tierra en la familia que tiene el cafetero.

El piloto, a sus 19 años, ya tiene cinco títulos en su carrera: la European Talent Cupen 2020, la Red Bull Rookies Cupen 2021, el campeonato de Moto3, en 2024, y un título en el Campeonato de España de 85G Pen 2018. Sin embargo, 2025 fue diferente, pues representó un gran salto en su carrera: pasó a competir en Moto 2, con un desempeño destacado: terminó noveno, con 153 puntos, tras superar un inicio complejo, y una segunda mitad del año notable.

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El piloto no pierde oportunidad para recordar que su vínculo con el motociclismo comenzó a una edad temprana. A los seis años participó en su primera carrera, y desde entonces ha mantenido intacta la ilusión que lo impulsó en sus inicios. Con el apoyo de empresas colombianas, que han creído en su talento, ha fortalecido esa conexión con el país. Como él mismo lo dijo, busca sacar siempre esa motivación interna, “esas ganas de dar siempre lo mejor”.

El piloto David Alonso estuvo
El piloto David Alonso estuvo en Bogotá, como parte de su gira promocional de medios, en el que habló de su temporada en Moto 2 - crédito Alejandro Rodríguez/Infobae Colombia

La relación de Alonso con la velocidad y el riesgo se forjó desde la infancia. Por ello, fue capaz de describir cómo la cercanía al asfalto y la sensación de velocidad lo obligan a mantener una concentración absoluta, convirtiendo cada carrera en una especie de ejercicio de meditación. “Cuando estás tan cerca del suelo, ahí realmente te sientes vivo”, relató emocionado, con esa madurez que, para algunos, resulta insólita a su corta edad, pero que habla de su temple.

El respaldo de Colombia sin duda representa para Alonso un estímulo y una responsabilidad. Inspirado por figuras como Juan Pablo Montoya, el piloto reconoce el reto de dar a conocer el país en el mundo del motociclismo y de servir de ejemplo para las nuevas generaciones. “Eso también te hace tener una cierta responsabilidad, como para dar ejemplo a los más pequeños. Eso te hace tener siempre la disciplina y esos días que quizá uno no quiere seguir adelante”.

Un vínculo inquebrantable con Colombia

La relación de Alonso con Colombia se ha fortalecido a través de sus visitas a ciudades como Bogotá, Medellín, Cartagena de Indias, Santa Marta y Cúcuta. Sin embargo, reconoció que le faltan por conocer otros destinos, como Cali, y recorrer el país para descubrir su diversidad cultural y gastronómica: aprovechando que su madre, Marcela Gómez, es la que le dio esa herencia colombiana, que lo ha llevado a ganarse el corazón de todo un país.

David Alonso luce el 80,
David Alonso luce el 80, pues considera que el 8 es el número que representa el infinito - crédito Aspar Team

El inicio de la temporada en Moto 2 supuso un desafío considerable. El piloto rememoró un momento clave en la tercera o cuarta carrera, durante la clasificación en Texas, Estados Unidos, en la que experimentó un cambio significativo en su desempeño. “De repente sentí un boom y conseguí sacarle los secretos a la moto y conducir de una manera muy diferente. Vimos una luz al final del túnel que no veíamos antes. Fue el comienzo de Moto 2 para mí”, relató.

El salto de Moto 3 a Moto 2 implicó un cambio técnico considerable: pasar de 250 centímetros cúbicos a 765, de 60 caballos de fuerza a 130, y de 80 kilos de moto a 150. “Es como todo el doble. Al principio incluso te asusta, pero poco a poco vas haciendo esa moto tuya”, detalló el joven piloto, que insistió que, aunque la moto es importante, la capacidad del piloto para adaptarse y superarse resulta determinante. Ese “bum” que lo ha hecho único en la pista.

Las caídas forman parte de la trayectoria de cualquier motociclista. De hecho, ha sufrido múltiples caídas, algunas de ellas de gran magnitud, pero ahí es cuando -dijo- que tiene “alguien ahí arriba” que cuida de él. “Algún ángel de la guarda, porque hay algunas caídas que han sido muy fuertes y por suerte no me he hecho nada. Han sido esguinces, dolores, pero nada grave”, comentó el corredor, fiel admirador de leyendas como Marc Márquez y Valentino Rossi.

Infobae Colombia: ¿Qué siente al saber que inspira a personas, especialmente jóvenes, que lo ven como un referente y encuentran en su historia un motivo para seguir adelante?

David Alonso: Para mí es muy bonito poder inspirar a la gente con mi historia. En ocasiones han venido personas, incluso con diferentes dificultades personales, para agradecerme lo que hago, porque les da fuerza para levantarse cada mañana y afrontan sus propios retos sabiendo que su ídolo también está luchando por los suyos. A veces sorprende darse cuenta de que, simplemente haciendo lo que te gusta y esforzándote en tu pasión, puedes llegar a tanta gente y servir de ejemplo.

Recuerdo, por ejemplo, una experiencia con el director de mi colegio. Él me contó que, aunque la relación con su hijo era distante, gracias a las carreras ambos empezaron a hablar más sobre este deporte, y poco a poco esa afición en común los hizo conectar mejor y fortalecer su vínculo. Situaciones como esa me hacen muy feliz porque demuestran que el deporte no solo une a las personas, sino también a los países, y refuerza la importancia de lo que hacemos más allá de la pista.

¿Cómo resumiría la temporada 2025 en Moto 2, considerando que 2024 fue clave para dar el salto a esta categoría?

2025 fue un año de mucho aprendizaje y en el que hemos tenido muchas cosas nuevas: moto nueva, categoría nueva en la que yo creo que hemos hecho un buen balance para dedicar al futuro.

El 2025 fue un año
El 2025 fue un año de aprendizaje y de consolidación para el piloto colombo-español David Alonso en Moto 2 - crédito Asanka Brendon Ratnayake/REUTERS

¿Cómo ha sido la experiencia de llevar todo el equipo de Moto 3 a Moto 2? ¿Qué aprendió en ese proceso?

Tuve la suerte de (tener a) todo el equipo alrededor, de mecánicos e ingenieros con los que conseguimos ser campeones del mundo de Moto 3 e ir a Moto 2. Y hemos empezado una nueva aventura en una categoría que era nueva para todos. Y es verdad que costaba un poquito al principio por eso: por ser nuevo, pero creo que es bonito, porque seguimos una historia con la misma gente ya me conoce, que no hace falta que hable para saber lo que me pasa y considero que nos va a ayudar en el futuro.

Si tuviera que definir la temporada en una palabra, ¿cuál escogería?

Diferente.

¿Qué espera para 2026? ¿Hacia dónde tiene puesta la mirada?

Vienen retos bonitos y un año lleno de ganas, de ilusión y ganas de trabajar.

¿Qué mensaje le daría a quienes lo ven como un ejemplo en el deporte?

Cuando tienes que dar ejemplo (eso) ayuda a tener esa disciplina y tratar de hacer las cosas bien para ser un buen ejemplo, no solo dentro de la pista, sino fuera de ella. Decirles que yo también he sido una persona normal, como un niño más, que tenía un sueño y que quiere cumplirlo y que está en ello. Todo el mundo puede conseguir lo que se proponga.

¿Cómo vive sus visitas a Colombia? Sin duda deben ser una recarga a nivel emocional

Es como una manera de desconectar. Acabamos la temporada en noviembre, venimos a Colombia en diciembre y es una manera de estar como de vacaciones, de conectar aquí con el país y de recargar, de coger pilas y buena energía.