Tensión en el Deportivo Pasto: futbolistas desafiaron a su presidente, que denunció implicaciones en apuestas; arquero del club se defendió entre lágrimas

La controversia que envuelve al Deportivo Pasto alcanzó su punto más álgido tras la derrota ante el América de Cali (0-2) en condición de local, cuando el plantel compareció en la rueda de prensa posterior al partido para exigir pruebas concretas sobre las acusaciones de amaño de partidos, que al parecer involucra a, por lo menos, seis futbolistas.

La crisis se desató horas antes del partido de la Liga Betplay, cuando el presidente del club, Óscar Casabón, denunció públicamente que algunos jugadores del equipo estarían involucrados en supuestos amaños de partidos. Casabón anunció que estos futbolistas serían apartados de la institución y que presentaría una denuncia formal ante la Fiscalía General de la Nación.

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“Tengo mucha tristeza y mucha decepción, porque yo ya no los llamo líderes en nuestro equipo, ya no hay líderes. Los ’pseudolíderes’ solo sirven para ir a cobrar, no sirven para encarar con berraquera los problemas de verdad como este, que era lo mínimo que yo esperaba”, expresó con dureza el alto directivo del club “Volcánico” en la comparecencia ante medios, acompañado por el entrenador, Camilo Ayala, y el oficial de integridad, Bernardo Guerrero.

El presidente del Deportivo Pasto evitó revelar los nombres de los jugadores señalados ni especificó en qué partidos se habrían producido las irregularidades, aunque insinuó que uno de los implicados pertenece a la categoría Sub-20 y descartó la participación de futbolistas extranjeros. Casabón relató que, en una reunión con el plantel, ofreció la oportunidad de que los involucrados se manifestaran.

“Aquí tengo testigos de la reunión que tuve esta mañana con los jugadores, y ellos saben que les di el tiempo suficiente, mirándolos a la cara para que hablaran. No recibí ningún tipo de expresión de absolutamente nada. Eso me llena a mí de más tristeza, porque el que calla también es cómplice”, manifestó Casabón.

El dirigente también señaló que sus sospechas surgieron a partir del partido contra Chicó, donde observó situaciones de juego inusuales, y que estas se repitieron en encuentros posteriores frente a Medellín y Cali.

“Yo no tengo miedo. Yo lo sospechaba desde el partido con Chicó, ya comenzaron a evidenciarse situaciones de juego raras, diferentes, resultados, cosas que uno no entiende. Después, partido a partido, Medellín, Cali. Hoy, supuestamente, íbamos a ir perdiendo 2-0 en el primer tiempo, igual que contra el Cali, esa era la apuesta”, afirmó el 24 de septiembre de 2025.

La respuesta del plantel fue inmediata y contundente. Tras el partido, los jugadores comparecieron en bloque ante la prensa para rechazar las acusaciones y exigir pruebas: Facundo Boné, delantero argentino del equipo, asumió la vocería del grupo:

“Proponemos que si hay gente apostando nos muestren pruebas y nos vamos a encargar nosotros mismos de sacarlos del vestuario. Ponerse a señalar en una situación como esa a compañeros sobre una situación que no sabemos si es real lo que está pasando. Deben venir y aportar las pruebas necesarias para demostrar que están apostando”, manifestó el delantero.

Boné enfatizó la necesidad de respaldar a los compañeros señalados hasta que se demuestre su culpabilidad: “No voy a permitir que saquen a un compañero hasta que no haya una prueba que diga que están apostando. Voy a ir a muerte con él y con su familia. Se está ensuciando la carrera de algunos compañeros por una sospecha”.

Joyce Ossa, uno los futbolistas implicados, manifestó su indignación por verse involucrado sin pruebas.

“Soy uno de los implicados, eso me pone triste porque tengo una familia y me considero muy profesional. He dejado buena imagen en Fortaleza y América. Me parece una falta de respeto que me señalen sin ninguna prueba, hay que mostrarlas, no me deben desconvocar porque dañan mi imagen. Estoy triste con el Pasto, lo que tengan que hacer que lo hagan, estoy a disposición, si me tienen que investigar pueden hacerlo”, dijo en la rueda de prensa.

El arquero Diego Martínez, también apartado antes del partido, rompió en llanto al defender su integridad y trayectoria.“Mi papá y mi mamá me criaron como una persona intachable, con valores y con principios, y hoy quieren manchar mi nombre. Dejó todo en manos de Dios, por este equipo he dejado la vida, he dado todo en los últimos años de carrera, me quería retirar acá, seguir vinculado a la institución de alguna forma. Me duele que estén haciendo esto conmigo, con mi nombre”, expresó el guardameta del club, visiblemente afectado.

Martínez añadió que está dispuesto a someterse a cualquier investigación de la Fiscalía, la Dimayor o la FIFA, y lamentó el impacto personal y familiar de la situación.

“Me pongo a disposición de la Fiscalía, de la Dimayor o de la Fifa para que me investiguen todo lo que quieran, pero me están dañando mi carrera. Tenía el sueño de jugar hasta los 40 años, pero hoy lo que me están haciendo… Mi familia está viendo esto, mi papá seguramente está llorando porque vine acá con 15 años, hace 20 años, por un sueño y hoy me quieren manchar mi carrera. Es una tristeza este momento”, confesó.