Simon Yates se llevó la décima jornada del Tour de Francia, luego de integrar la numerosa fuga del día, sin presencia de colombianos. Allí también se coló Ben Healy, que cruzó en tercer lugar y con la bonificación se adueñó del liderato de la clasificación general.
-21 kilómetros: El Visma comienza a mover el pelotón de favoritos. El equipo de Jonas Vingegaard quiere soltar a Tadej Pogacar. Los que sufren son los colombianos que se quedan atrás.
-57 kilómetros: En el inicio al ascenso del Col de Guery, la diferencia de la fuga con el pelotón es de 4 minutos y 43 segundos. Suficiente para tener nuevo líder virtual.
- 89 kilómetros Los colombianos siguen teniendo días difíciles en carretera de Francia y ninguno de los cuatro en carrera lograron entrar a la fuga. Ben Healy del EF Education es el único que amenaza los intereses del pelotón de favoritos a 3 minutos y 55 segundos del líder.
La estrategia de la jornada se divide en tres fases. En los primeros 84 km, que concentran la mitad de los puertos, el pelotón inicia la etapa superando una cota con pendientes del 12% en los primeros 600 metros, un filtro inicial para los atacantes en busca de la fuga.
Esta fase se caracteriza por la constante sucesión de ataques, con un terreno que facilita los intentos fugados y pone a prueba la resistencia de los corredores, quienes aprovechan las rampas y desniveles acumulados para buscar el corte bueno.
La intensidad de la batalla por la escapada suele provocar que algunos ciclistas se queden en el camino por desgaste, permitiendo así que los oportunistas encuentren su momento en el instante de menor vigilancia entre los rivales.
Culminadas las casi dos primeras horas de alta exigencia, el recorrido concede 20 km de transición en los que se espera que la fuga logre ampliar su ventaja, gracias a un pelotón que optará por la recuperación tras el esfuerzo inicial.
En los 60 km finales, los ciclistas afrontarán el segundo cuarteto de escaladas, similares en exigencia a las anteriores.
Entre Col de la Croix Morand y Col de la Croix Saint-Robert, el recorrido alterna descensos y repechos a lo largo de 20 km, un tramo donde habitualmente surgen movimientos tácticos por parte de corredores astutos, ya que la aparente facilidad del terreno suele desalentar la respuesta inmediata del grupo.
Las dudas en la persecución pueden otorgar una ventaja definitiva al atacante que abra hueco en ese sector, situado entre los 41 y 20 km para la meta.
Estos son los 8 puertos de la montaña: