Futbolista belga, detenido en una operación contras las drogas, aseguró que fue tratado como si fuera Pablo Escobar

Radja Nainggolan, que ha llegado a ser reconocido tanto por su talento en el fútbol como por su historial de controversias, fue arrestado en medio de una investigación sobre tráfico de cocaína que se adelanta en Bélgica.

El jugador de 36 años, actualmente en las filas del KSC Lokeren-Temse, equipo de la Segunda División belga, fue detenido el pasado 27 de enero de 2025 y liberado posteriormente bajo condiciones.

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La detención de Nainggolan se registró en el contexto de una operación más amplia contra el crimen organizado, que incluyó una treintena de registros domiciliarios en las provincias de Amberes y Bruselas.

De hecho, durante los operativos, las autoridades incautaron el lujoso vehículo Smart Brabus del futbolista, que se encontraba en un garaje subterráneo en la calle Brazilstraat, en Amberes. Además, su apartamento en el barrio de Eilandje, también en Amberes, está actualmente a la venta, lo que ha añadido más atención al caso.

Frente a ello, en una entrevista con Het Laatste Nieuws, Nainggolan relató su experiencia tras ser arrestado. Según explicó el volante que vistió las camisetas del Inter de Milán y la Roma, él pasó una noche en el calabozo y fue sometido a interrogatorios durante cuatro horas antes de comparecer ante un juez.

Así las cosas, el jugador expresó su malestar por el trato recibido, comparándolo con el de uno de los narcotraficantes más peligrosos de las últimas décadas: “Era como si hubiesen detenido a Pablo Escobar”, afirmó.

También señaló que las preguntas de los agentes no se centraron en drogas, sino en su relación con una persona implicada en actividades delictivas.

Y es que la carrera de Radja Nainggolan estado marcada por su talento futbolístico, pero también por numerosos incidentes extradeportivos. En 2021, el jugador fue detenido por conducir bajo los efectos del alcohol a una velocidad de 100 km/h en una zona donde el límite era de 60 km/h.

Además de sus problemas legales, Nainggolan ha enfrentado desafíos personales significativos. En 2019, su esposa fue diagnosticada con cáncer, una enfermedad que logró superar en septiembre de 2020. Sin embargo, ese mismo año, el jugador sufrió la pérdida de su sobrina, también víctima de cáncer. Estos eventos han dejado una profunda huella en su vida y han influido en su imagen pública, consolidándolo como una figura tanto polémica como compleja.

Formado en la cantera del Germinal Beerschot, Nainggolan dio el salto al fútbol italiano con el Piacenza, donde comenzó a destacar. Posteriormente, jugó en equipos como el Cagliari, la Roma, el Inter de Milán y el Spal, consolidándose como uno de los mediocampistas más reconocidos de su generación.

En su regreso a Bélgica, militó en el Royal Antwerp, donde ganó un título, aunque su paso por el club también estuvo marcado por la polémica, como cuando fue separado del plantel por fumar en el banquillo de suplentes. Más recientemente, tuvo un breve paso por el Bhayangkara FC de Indonesia antes de unirse al Lokeren-Temse.

A pesar de su regreso al fútbol belga, los escándalos no han dejado de perseguirlo. Tras su detención en enero, Nainggolan volvió rápidamente a los entrenamientos con su equipo, lo que podría interpretarse como un intento de retomar la normalidad y centrarse en su carrera. Sin embargo, el impacto mediático del caso ha reavivado las críticas hacia su figura, que ha sido objeto de controversia tanto dentro como fuera del campo.

La investigación en la que se vio involucrado Nainggolan también ha puesto el foco en sus relaciones comerciales. Según reportó Het Laatste Nieuws, uno de sus socios empresariales ya había sido condenado en 2016 en Estados Unidos por un caso de contrabando de 1.100 kilos de cocaína desde el aeropuerto de Deurne, en Bélgica.

A pesar de este antecedente, Nainggolan defendió públicamente su relación con el empresario, argumentando que “cometer un error en el pasado no significa que tengas que pagar por ello toda tu vida”.

Ambos son socios en la empresa The Aviation Factory Rad Lab, dedicada al alquiler de villas de lujo y aviones privados para futbolistas y DJ internacionales. Hasta el momento, no se han encontrado indicios de que esta compañía esté vinculada con la investigación en curso.