Nuevo impulso del euro en Colombia: la moneda europea retomó fuerza el 17 de diciembre

El precio de la divisa cerró al alza, acumuló ganancias en la última semana y reflejó el impacto de los movimientos internacionales y la cautela de los mercados sobre el peso colombiano

Guardar
El fortalecimiento del euro reduce
El fortalecimiento del euro reduce la presión sobre monedas emergentes como el peso colombiano, aunque factores internos limitan una apreciación sostenida - crédito Freepik

El precio del euro en Colombia cerró la jornada del 17 de diciembre de 2025 en un promedio de $4.545,19, lo que representó una subida de 17,15 frente al día anterior, equivalente a una variación diaria de +0,38%. Durante la sesión, la divisa europea alcanzó un máximo de $4.557,46 y un mínimo de $4.495,41, reflejando una volatilidad moderada en el cruce EUR/COP.

Si bien no se registraron máximos históricos, el alza en su valor responde a una combinación de factores internacionales, como las expectativas sobre la política monetaria en Estados Unidos y la inestabilidad en los mercados globales, junto con elementos locales que influyen en la oferta y demanda de divisas. En las casas de cambio, el euro se cotizó en un rango de $4.360 para la compra y $4.530 para la venta.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel

El Banco Central Europeo adoptó
El Banco Central Europeo adoptó un tono prudente ante la persistencia de la inflación subyacente, enfriando expectativas de recortes de tasas en 2026 - crédito Freepik

Con relación a la rentabilidad de los últimos siete días, el euro acumula un incremento 2,13% y en términos interanuales todavía mantiene una subida del 6,85%.

Respecto de jornadas anteriores, con este dato frenó la racha plana que llevaba en las dos jornadas anteriores. En los pasados siete días la volatilidad es superior a los datos conseguidos para el último año (15,83%), presentándose como un activo con mayores cambios de lo que indica la tendencia general.

Así se movió el mercado

El cierre de 2025 encuentra al euro en una posición de mayor protagonismo dentro del mercado cambiario global, impulsado tanto por factores internos de la eurozona como por un entorno internacional que ha reducido la presión sobre las monedas europeas. La moderación de la inflación y la menor incertidumbre política en países clave han permitido que la divisa común recupere terreno frente a un dólar más errático, convirtiéndose en una referencia central para la asignación de portafolios en mercados desarrollados y emergentes.

En el plano macroeconómico europeo, el enfriamiento de la actividad se hace más evidente a través del mercado laboral. El crecimiento de los salarios, que se desaceleró hasta 3,0%, refleja una pérdida de tracción que no se veía desde hace tres años, con Alemania y Francia marcando ritmos particularmente contenidos. Este ajuste salarial ha contribuido a que la inflación general retroceda hacia 2,1% en noviembre, acercándose al objetivo del Banco Central Europeo.

FOTO DE ARCHIVO. Billetes de
FOTO DE ARCHIVO. Billetes de euro en el Banco Nacional de Croacia en Zagreb, Croacia, 21 de mayo, 2019. REUTERS/Antonio Bronic

Sin embargo, la persistencia de presiones en algunos países, como España y Alemania, y la resistencia de la inflación subyacente en torno a 2,4% han llevado al BCE a adoptar un tono más prudente, enfriando las expectativas de recortes agresivos de tasas en 2026. Esta combinación favoreció al euro, que gana atractivo como moneda de estabilidad relativa en un entorno de política monetaria más predecible.

El fortalecimiento del euro tiene efectos indirectos relevantes sobre economías emergentes como Colombia. En la medida en que la divisa europea se aprecia frente al dólar, se reduce parte de la presión global sobre las monedas de mayor riesgo, abriendo espacio para movimientos más constructivos en el peso colombiano. No obstante, el desempeño del peso colombiano sigue dependiendo de un delicado equilibrio entre factores externos favorables y desafíos internos que limitan una apreciación sostenida.

En Colombia, la dinámica cambiaria se ve influida por señales mixtas desde la economía real. Por un lado, el contexto internacional ofrece cierto alivio, la menor volatilidad en Europa y la expectativa de tasas estables en Estados Unidos reducen los incentivos a una salida abrupta de capitales. Por otro, persisten interrogantes sobre la trayectoria fiscal y la sostenibilidad de las cuentas públicas, elementos que mantienen una prima de riesgo estructural sobre el peso. En este escenario, el peso colombiano tiende a reaccionar de manera más táctica, aprovechando ventanas de debilidad del dólar, pero sin consolidar tendencias de largo plazo.

FOTO DE ARCHIVO-Billetes de euro
FOTO DE ARCHIVO-Billetes de euro en el Banco Nacional de Croacia en Zagreb, Croacia. 21 de mayo de 2019. Fotografía tomada el 21 de mayo de 2019. REUTERS/Antonio Bronic

La evolución de Estados Unidos continúa siendo un factor de fondo, aunque con menor centralidad que meses atrás. La volatilidad del mercado laboral, con cifras de empleo que alternan entre señales de enfriamiento y sorpresas positivas, reforzó la expectativa de que la Reserva Federal mantenga las tasas sin cambios en el corto plazo. Este compás de espera ha restado impulso al dólar y permitió que el euro y otras monedas ganen visibilidad como alternativas defensivas.

En Asia, el panorama sigue siendo heterogéneo. China muestra avances en empleo y tecnología, pero arrastra riesgos financieros asociados al sector inmobiliario, mientras Japón mantiene al mercado atento ante un posible ajuste de tasas que marcaría un punto de inflexión en su política monetaria. Estos factores, aunque relevantes, refuerzan indirectamente el papel del euro como ancla de estabilidad.