
En Colombia, la llegada de diciembre transforma el panorama gastronómico y comercial, situando al buñuelo como protagonista indiscutible de la temporada.
Este alimento, que fusiona el queso campesino o costeño con harina de maíz, se consolidó como un símbolo de unidad familiar y celebración, y su consumo se dispara en las fiestas de fin de año, generando un impacto económico notable en la industria alimentaria y en los hábitos de los hogares.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel
La demanda de buñuelos durante la Navidad alcanza cifras extraordinarias. César Valencia, fundador de Sr Buñuelo, explicó que en diciembre la venta de su producto se duplica respecto a un mes normal: “En un mes normal, vendemos hasta 750.000 unidades y en diciembre vendemos 1,5 millones, aproximadamente”, dijo a El Colombiano.
Esta tendencia se replica en grandes cadenas como Grupo Éxito, en la que, según Juan Diego Londoño, director de Soluciones de Alimentos, “esperamos que entre noviembre y diciembre se multiplique por siete veces lo que vendemos en un mes normal. Esperamos vender cuatro millones de buñuelos y eso es lo mismo que habíamos vendido entre enero y octubre”, indicó al medio citado.

El año anterior, la compañía comercializó tres millones de unidades en ese mismo periodo, lo que evidencia un crecimiento sostenido.
El impacto de la inflación y las reformas tributarias ha sido un desafío para el sector. Valencia, de Sr Buñuelo, señaló que la inflación y el impuesto saludable de la reforma tributaria de 2022 afectaron la competitividad de los precios y limitaron el acceso a mercados de menores ingresos.
“Eso nos mermó competitividad en los precios, somos una marca que se creó para lograr un producto democrático y este año nos han jugado en contra varias de las reformas. Hemos perdido la oportunidad de atacar los mercados que, de pronto, tienen ingresos más bajos. Entonces sí han sido años complicados”, afirmó.

El precio del buñuelo ha experimentado incrementos notables en los últimos años. Según la Asociación Nacional de Fabricantes de Pan (Adepan), citada por la revista Semana, desde 2022 los costos de producción en panaderías aumentaron “hasta en 35 %”, y los insumos representaron “casi el 40 % del precio” del producto.
Un testimonio recogido por el mismo medio relató que una bolsa de veinte buñuelos pasó de costar $5.000 a $20.000. En 2024, en Bogotá, los buñuelos pequeños se vendían entre $400 y 600, los grandes entre $1.000 y $1.200, y los rellenos o frutales podían alcanzar los $2.200.
El costo del producto se compone principalmente del salario, las harinas y el queso, y que en 2025 el precio subió 8% respecto a 2024, debido al incremento del salario mínimo y al alza de 7% en las harinas y el queso.
La producción de buñuelos y natillas moviliza a toda la cadena industrial desde mediados de año. Empresas como Harinera del Valle, Ingredion y Unilever inician la fabricación de mezclas y aseguran materias primas desde mayo y junio para atender el pico de demanda.
El consumo de buñuelos y natilla no solo se limita a la industria, sino que impulsa a pequeños productores y emprendedores. Everth Montero, que atiende un local en el norte de Bogotá, relató a Semana que en diciembre duplica su producción diaria, pasando de vender entre 100 y 150 buñuelos a ofrecer opciones más pequeñas y asequibles para satisfacer la demanda familiar.
Por su parte, muchos pequeños productores preparan buñuelos desde cero para las familias y vecinos. Se estima que con $54.000 puede hacer unos diez buñuelos medianos, siendo el queso el ingrediente que más ha encarecido la receta.
El buñuelo y la natilla son los alimentos que alcanzan su mayor consumo en diciembre, acompañando celebraciones como las novenas, la Navidad y el Año Nuevo. Según Worldpanel by Numerator, los buñuelos se consumen en promedio 1,4 veces por semana durante el mes, mientras que la natilla alcanza 1,3 veces.
Bogotá lidera el consumo de natilla, con un 34% más que el resto del país, y Medellín triplica el consumo de buñuelos respecto a Bogotá o la Costa Atlántica. Además, la preparación de cenas navideñas y de Año Nuevo demanda casi 70 minutos, el doble o triple del tiempo habitual.

El aumento en el consumo de alimentos típicos en diciembre también se refleja en los hábitos y el estado de ánimo de los colombianos. Una encuesta del Programa de Ciencias del Deporte de la Universidad Manuela Beltrán reveló que el 81,4% de los encuestados come más de lo habitual en diciembre, y el 39,1% reporta un aumento de peso de entre uno y dos kilos.
Los dulces típicos y los fritos, como el buñuelo, son los preferidos, y el 29,5% de los participantes indicó que consume todas estas opciones durante la temporada. Además, el 33,3% reconoció sentir algún impacto en su energía o ánimo, aunque sigue disfrutando de las festividades.
La tradición del buñuelo, con raíces en la colonización española y adaptada al paladar colombiano, se mantiene vigente a pesar de los desafíos económicos y las tendencias hacia la alimentación saludable. Su presencia en las mesas, comercios y celebraciones de diciembre lo consolida como un termómetro de la economía y un reflejo de la identidad cultural del país.
Más Noticias
Otro preso se fuga de La Picota en Bogotá: condenado por secuestro extorsivo logra escapar con ‘cambiazo’
Las autoridades reportaron que Pedro David Nieves Mosquera, quien cumple una condena de 28 años, salió de la prisión mediante la suplantación con un visitante

Santander registró un temblor de magnitud 3.5 este 7 de diciembre
Debido a su localización, Colombia es uno de los países en donde se presentan mayor cantidad de eventos sísmicos

Resultados de La Caribeña Noche del 7 de diciembre
Esta lotería es atractiva para sus participantes debido a la gran variedad de premios que dependen de los números acertados y la modalidad del juego

Colombia: se registró un temblor de magnitud 3.6 en Antioquia
El terremoto del Eje Cafetero de 1999 es considerado el más fuerte en la historia reciente del país

Disidencias atacaron con ráfagas de fusil estación de Policía del corregimiento El Limón, sur del Tolima
Aunque no se reportaron heridos los habitantes vivieron momentos de tensión por el hostigamiento. La gobernadora del Tolima condenó el hecho y aseguró que no se normalizará la violencia en la región




