Creador de contenido se dio a la tarea de buscar la placa AAA-000: “¿Será que lo usa Tránsito para subir cifras?"

La investigación de un ciudadano apasionado por los registros automotores destapa patrones extraños y deja en evidencia posibles fallas en el sistema público

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Un creador digital emprendió una investigación sobre la primera placa amarilla de la ciudad y halló inconsistencias en los registros oficiales, incluyendo multas acumuladas, accidentes inusuales y datos que no coinciden con la realidad - crédito Nicolás Ponce de León / Facebook

“Buscando la placa AAA-000. ¿Qué tan difícil puede ser? Este sí no lo vi venir.” Así inicia el relato de Nicolás Ponce de León, un creador digital se propuso rastrear la historia de la primera placa amarilla entregada durante el cambio de placas de 1988 en Bogotá.

Su curiosidad por el mundo de las placas lo llevó a sumergirse en una investigación que pronto reveló datos insólitos y posibles irregularidades en el sistema de tránsito de la ciudad.

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La motivación inicial de Ponce de León era sencilla: “Soy fanático de las placas, entonces me propuse encontrar la primera placa que se entregó en el cambio de placas de 1988: La primera placa amarilla. Lo primero era saber quién era el dueño. Y con mis habilidades de stalkeo profesional, me senté a investigar.” El objetivo era identificar al propietario del vehículo asociado a la placa AAA-000, una tarea que, en principio, parecía rutinaria.

Una indagación realizada por un
Una indagación realizada por un aficionado a las placas automotrices permitió identificar patrones atípicos en las bases de datos de tránsito, lo que generó dudas sobre la autenticidad de la información disponible - crédito captura de pantalla Nicolás Ponce de León / Facebook

El primer hallazgo resultó desconcertante. “Primero, cuántas multas tenía. ¡Y pum! Tiene 123 multas sin pagar de los últimos cuatro años. La más reciente, del 15 de octubre del 2020. Lleva más de $24.000.000 en comparendos. Pero lo raro no era la cantidad, era el patrón. Muchas multas del mismo día, con el mismo valor... No cuadraba.” Ante la magnitud de la anomalía, Ponce de León decidió consultar a un amigo periodista, que le sugirió nuevas líneas de indagación.

El siguiente paso fue verificar si el vehículo seguía circulando. “Pensé: ‘Si el carro tiene multas activas, es que sigue circulando’. Pero cuando reviso, el Soat está vencido. Y la información del carro es muy interesante. Es un carro de 1928. Marca Ample, línea Astor, color verde Calypso Lichi, color que no existía en 1928. Estaría a tres años de cumplir los cien años de circulación en Bogotá. Y el supuesto el dueño tenía cédula de extranjería”.

La combinación de antigüedad, características poco comunes y un propietario extranjero incrementó la intriga del investigador.

Un proceso de investigación sobre
Un proceso de investigación sobre un vehículo histórico llevó a descubrir cifras inusuales de infracciones y accidentes, lo que motivó a usuarios en redes sociales a cuestionar la exactitud de los registros públicos - crédito Colprensa

Decidido a llegar al fondo del asunto, Ponce de León optó por obtener el historial completo del vehículo: “Mi curiosidad ya no cabía en mi casa. Entonces, pagué los $39.000 por el historial completo del vehículo. Y aquí es donde la historia se puso más rara. Este carro estaba en 425 accidentes de tránsito. O sea, ningún carro aguanta eso. Tiene datos completos, pero nada encaja.” La acumulación de accidentes y multas, junto con la falta de coherencia en los registros, planteó dudas sobre la veracidad de la información.

Frente a este panorama, el creador digital expuso sus hipótesis: “Entonces, mis teorías se reducen a tres: ¿Será que lo usa Tránsito para subir cifras? Es decir, le ponen muchas multas y dicen que pusieron un montón. ¿Será que alguien le copió la placa y vive su vida por ahí? O este carro es una invención del sistema y nunca existió.

Las preguntas quedan abiertas, invitando a reflexionar sobre el funcionamiento del sistema de tránsito y la posibilidad de errores o manipulaciones en los registros oficiales.

Usuarios en redes sociales comentaron sus teorías sobre la existencia de esta placa en Bogotá:

La indagación sobre la primera
La indagación sobre la primera placa amarilla de Bogotá expone patrones inusuales y datos contradictorios que invitan a repensar la gestión y supervisión de los datos públicos en el sector transporte - crédito Colprensa

“Mi hipótesis es: La placa no existe, es un registro de prueba para todos los sistemas, y además porque el primer vehículo debería tener placas AAA001 es decir, ¡no existió un carro cero.”, “ERROR!: la primera placa amarilla de Bogotá fue la BAA-000. La que muestra es el reemplazo de la placa negra AA-1000. La placa amarilla que reemplazó la primera placa negra es la AAJ-001″, “En mi barrio está la aaa007, por si acaso”, “En algunos países se usa esa placa para identificar carros que no están marcados, como coches en carreras ilegales, tambie nmotos, lo mismo para accidentes donde no se pudo registrar que auto lo causó” y “La conozco, está en la ciudad de Bogotá y está asignada a un bus de Transmilenio, el día que la vi conducía y no tuve la oportunidad de tomarle una fotografía. Like para que pueda ver la info”.