Estudiantes cambiaron el birrete por el sombrero ‘vuetiao’: así fue la particular ceremonia

El video de la particular ceremonia de graduación despertó la admiración de los usuarios en redes sociales que celebraron la iniciativa de usar el sombrero vueltiao

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Los graduados de la promoción 2025 llevaron sombrero vueltiao en lugar de birrete - crédito El Bagre Noticias / Facebook

Un giro distintivo marcó la reciente ceremonia de grado en la Institución Educativa Álvaro Ulcué Chocué, de Tuchín, Córdoba, cuando los estudiantes reemplazaron el birrete convencional por el sombrero vueltiao, un símbolo fundamental para el pueblo zenú y para toda la región caribe.

Esta imagen, pronto viralizada en redes, evocó un respaldo entusiasta entre la comunidad y amplificó el sentido de pertenencia cultural entre niños, familias y maestros, al convertir el acto académico en una reafirmación de las raíces de las sabanas colombianas.

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Al emplear el sombrero vueltiao en vez del birrete negro, los estudiantes y el colegio resignificaron el rito de transición al integrar un objeto ancestral propio de la región caribe en un contexto académico habitualmente regido por símbolos importados.

Este acto, más allá de su atractivo visual, lanzó un mensaje deliberado de orgullo y afianzamiento de los saberes autóctonos.

El birrete, habitual en las ceremonias de grado de todo el mundo, encarna la culminación del esfuerzo académico y el paso hacia nuevos retos. Su estructura cuadrada se vincula tradicionalmente con la figura de un libro abierto o el patio central de las universidades medievales, realzando la imagen del conocimiento y distinción intelectual.

Todos los estudiantes portaron el
Todos los estudiantes portaron el sombrero en reemplazo del birrete - crédito Álvaro Ulcué Chocué / Facebook

Además, la costumbre de mover la borla de derecha a izquierda al recibir el diploma simboliza la transición definitiva de estudiante a graduado, reforzando la solemnidad del momento.

En contraste, el sombrero vueltiao posee una carga patrimonial profunda en el Caribe, específicamente en Córdoba y Sucre, donde el pueblo Zenú cultiva su fabricación como una manifestación de identidad y legado vivo.

El proceso de elaboración, completamente artesanal, se perpetúa gracias a la transmisión familiar: desde los 6 años, niños y niñas aprenden a trenzar caña flecha bajo la supervisión y enseñanza de sus madres, lo que mantiene intacto un conocimiento que ha cruzado generaciones.

Cada sombrero narra historias, no solo a través de los motivos y trenzados, sino por su función en la vida social y ritual de la comunidad: en el pasado, su uso distinguía la jerarquía y los roles dentro del pueblo Zenú.

Los graduados de todos los cursos llevaron el sombrero durante toda la ceremonia - crédito Álvaro Ulcué Chocué / Facebook

Estas piezas, además, son valoradas de acuerdo al número de vueltas que adquieren en su confección: un sombrero de 15 vueltas se reconoce por su buena calidad, mientras que uno de 21 vueltas se eleva a la categoría de símbolo de estatus y patrimonio nacional, portando consigo el prestigio de toda una cultura.

En las imágenes difundidas, se aprecia cómo los estudiantes y sus maestros, ataviados con sus sombreros, participan en el acto de graduación mientras los padres de familia registran el momento con sus teléfonos.

Durante la ceremonia, los asistentes entonaron los himnos con el sombrero colocado sobre el pecho, un gesto que fue captado en video junto con la entrega de diplomas y la tradicional fotografía grupal. La escena, que resalta la identidad cultural de la región, fue ampliamente compartida y celebrada en plataformas digitales.

Entre los mensajes publicados, varios usuarios expresaron su admiración por la iniciativa. Uno de ellos escribió: “Maravilloso, generando sentido de pertenencia y valorando la autenticidad”, mientras que otro sugirió: “Cada región debería usar algo típico de su territorio”.

En la ceremonia también se
En la ceremonia también se hizo el traspaso de las banderas de la institución - crédito Álvaro Ulcué Chocué

También se leyeron comentarios como “Me encanta el vídeo y la graduación” y “Hermoso, eso es lo que deberíamos hacer con nuestros artesanos y apoyar nuestra cultura!”.

Estas reacciones reflejan el reconocimiento al esfuerzo por fortalecer el vínculo con las raíces y promover el trabajo de los artesanos locales, consolidando la importancia de la cultura en el ámbito educativo.

Esta iniciativa no solo despertó la admiración en redes sociales y medios de comunicación, sino que revitalizó el diálogo respecto a la reivindicación de las tradiciones indígenas en los escenarios educativos del país.