Día Mundial de la Lucha contra el Sida con alerta por aumento de contagios y automedicación: así está la situación en Colombia

El aumento del 12,42% en el número de personas con VIH en Colombia, que alcanzó las 185.954 registradas en el sistema de salud al 31 de enero de 2024 según los datos de La Cuenta de Alto Costo (CAC). Lo que ha encendido las alertas en el país en la conmemoración del Día Mundial del Sida cada 1 de diembre.

La Cuenta de Alto Costo es un organismo técnico de Colombia que reúne a todas las Entidades Promotoras de Salud (EPS) para gestionar y financiar las enfermedades de alto costo en el país.

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Según estimaciones del Ministerio de Salud, cerca de 230.000 colombianos viven con el virus, lo que implica que unas 44.000 personas desconocen su diagnóstico y mantienen activa la cadena de transmisión. Este panorama subraya la urgencia de fortalecer las estrategias de prevención combinada, el diagnóstico temprano y el acceso a tratamientos efectivos, con especial énfasis en la reducción del estigma, tal como lo detalló la doctora Trinidad Plata Ballesteros, médica internista y médico de enlace científico de Laboratorios Richmond Colombia a Infobae.

“La situación del VIH en Colombia, aunque ha presentado grandes avances, grandísimos avances en la última década, tal vez podríamos decir, a la par de lo que ha venido sucediendo en el mundo, desafortunadamente, tenemos algunos asuntos por resolver todavía que tienen que ver con la velocidad con la cual se está propagando el virus”, afirmó la doctora Plata Ballesteros en entrevista con Infobae Colombia.

El país registró 14.555 nuevos casos de infección en 2024, una cifra similar a la de 2023, según la Cuenta de Alto Costo. La mayoría de los casos incidentes se concentran en hombres entre los 20 y 24 años y entre los 30 y 34 años, mientras que en las mujeres las incidencias más altas corresponden a los grupos de 30 a 34 y de 20 a 24 años. Más de la mitad de los nuevos diagnósticos se presentan en hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, lo que evidencia la necesidad de intervenciones focalizadas en poblaciones clave.

Los objetivos globales 95-95-95, impulsados por la Organización Mundial de la Salud, buscan que el 95% de las personas con VIH conozcan su diagnóstico, que el 95% de quienes saben su estado reciban tratamiento y que el 95% de los tratados alcancen la supresión viral. En Colombia, el 80,84% de las personas que viven con VIH conocen su estado serológico, el 80,74% recibe tratamiento antirretroviral y el 89,42% de quienes están en terapia mantienen el virus en niveles indetectables según la CAC. Sin embargo, solo el 43,50% de los casos se detecta de forma temprana.

La doctora Plata Ballesteros destacó que, pese a los avances, el país enfrenta retos urgentes: “En Colombia estamos por debajo de esos logros. No llegamos al 90- 90- 90, y, aunque se está trabajando duro, no llegamos al 95 - 95 - 95, tampoco”.

Expertos y autoridades sanitarias coinciden en que la prevención combinada es la estrategia más efectiva para reducir nuevos contagios.

La doctora Plata Ballesteros detalló: “Hay una estrategia clara que tiene que ver con la educación a las personas en términos de su comportamiento sexual, la prevención, de las parejas, conocer sus parejas. Y hay un pilar que es el biomédico y consiste en la utilización sistemática del condón, el acceso a la terapia antirretroviral, no solo como tratamiento, sino el acceso a un medicamento que se utiliza para prevenir la infección de VIH. Este esquema se llama PrEP”.

La PrEP (profilaxis preexposición) es un medicamento que previene la infección por VIH en personas con alto riesgo. Se toma de forma diaria y, bajo supervisión médica, reduce la probabilidad de adquirir el virus en más de 90% cuando se usa correctamente junto con otras medidas preventivas, como el uso de preservativo y el diagnóstico frecuente.

A pesar de la eficacia de la PrEP, en Colombia solo 6.677 personas accedieron a este medicamento en 2023, una cifra baja en comparación con la población vulnerable. Plata Ballesteros señaló: “El despliegue de comunicación e información al público en general sobre en qué consiste la PrEP y cómo debe activarse ese programa aún tiene muchas oportunidades de mejora”.

La doctora también resaltó la importancia del autotest oral como herramienta para descentralizar la detección y facilitar el diagnóstico: “Hoy en día tenemos pruebas muy sencillas, son pruebas rápidas, incluso de gestión individual, que se llaman autopruebas. Es decir, la persona simplemente compra la prueba, se mete en el baño, se toma la muestra, que no necesariamente tiene que ser una muestra de sangre. Ya tenemos pruebas que se hacen con un frotis de las encías, que le llamamos fluido oral, se mete en un recioiente, así como una prueba de embarazo”.

Sin embargo, la falta de información y la estigmatización siguen siendo barreras para el acceso y el uso adecuado de estas herramientas. “El público no sabe que esto existe. Los que saben, lo han tomado un poco como jovialmente, como algo que se puso de moda y que lo uso sin ninguna supervisión. Y aunque son medicamentos muy seguros, igual hay que hacerles un seguimiento, hay que saber cómo está de salud en general, y conocer si es un buen candidato para recibir ese medicamento”, advirtió la experta en diálogo con Infobae Colombia.

La estigmatización persiste como uno de los principales obstáculos para el diagnóstico y tratamiento oportuno. “Es una estigmatización que viene desde todos los ámbitos. El más común, el de la gente. Muchas personas todavía piensan que tener VIH es tener sida y morirse. Muy pocas personas conocen que esto no es una enfermedad mortal, que existe un tratamiento y que si tú cumples con tu tratamiento puedes vivir una vida completamente normal y morirte de viejito, literalmente, por otra cosa”, explicó la doctora.

Plata Ballesteros identificó varios niveles de estigmatización, incluido el personal de salud: “Uno de los niveles de estigmatización, desafortunadamente, es el personal de atención en salud, incluidos nosotros los médicos. Porque también por nosotros pasan muchos prejuicios morales de comportamiento sexual. Entonces, como que si alguien llega a la consulta de un médico general y nos solicita PrEP, inmediatamente nuestro velo del juicio moral se atraviesa y juzgamos a esa persona como libertino”.

En cuanto a las políticas públicas, la especialista consideró que Colombia cuenta con una normativa adecuada para el diagnóstico y tratamiento: “En términos de políticas públicas de diagnóstico, la situación está bien. También con respecto a tratamiento, cualquier persona que es diagnosticada con VIH tiene el derecho garantizado en el sistema de salud y bajo el plan de beneficios a obtener o acceder a su tratamiento”.

No obstante, advirtió sobre los retos económicos y de sostenibilidad, pues la implementación de sistemas más robustos para cuantificar y registrar los casos de VIH en Colombia implicaría un aumento significativo de los costos para el sistema de salud.

Señaló que el “sistema atraviesa un momento complejo y cualquier gasto adicional resulta sensible para sus finanzas”, y explicó que aunque existen medicamentos económicamente accesibles para la profilaxis preexposición (PrEP), no todas las personas pueden utilizarlos debido a sus características individuales. Esto obliga al sistema a recurrir a opciones más costosas en determinados casos, lo que incrementaría aún más la carga financiera si la demanda de PrEP llegara a expandirse

La doctora también hizo referencia a la experiencia internacional, especialmente en África y México, como ejemplos de éxito en la implementación de estrategias de prevención y tratamiento: “En temas de tratamiento y de logro de estos números que nos propuso la OMS, creo que los casos de éxito están en África. En el caso de PrEP, Ciudad de México hizo un programa que es icónico en toda Latinoamérica, en una clínica de salud sexual que es la Clínica de La Condesa. Ellos nos han demostrado cómo de cero se puede armar realmente un programa muy completo, que atienda a una población que está en riesgo y que cumpla con todos los requisitos de atención, disponibilidad, seguimiento y de llevar la información”.

Riesgos de automedicarse con PrEP sin supervisión médica

El acceso a la profilaxis preexposición (PrEP) ha revolucionado la prevención del VIH, especialmente entre poblaciones con alto riesgo. Sin embargo, la automedicación y el uso de PrEP sin la debida orientación médica representan un peligro considerable para la salud individual y colectiva.

La doctora advirtió en entrevista con Infobae que, aunque el medicamento utilizado para PrEP inhibe la replicación del virus y existe en dos variantes —una de uso más extendido y otra más reciente, con menor impacto sobre la función renal y la salud ósea—, su administración requiere un seguimiento médico riguroso.

“Ese medicamento puede tener algunos problemas, los más importantes, en general, son que puede comprometer la salud del riñón de la persona que las toma, o puede comprometer la formación de hueso de estas personas que toman”, explicó la especialista al medio.

El uso prolongado de PrEP exige controles periódicos para detectar posibles efectos adversos en el riñón y los huesos, especialmente en personas jóvenes o en crecimiento. Si se identifican alteraciones tempranas, el médico puede optar por cambiar a la variante más segura del medicamento.

La proliferación de información imprecisa en redes sociales y la venta de PrEP sin prescripción médica han facilitado el acceso no regulado a estos medicamentos.

La especialista señaló que es posible adquirir PrEP a través de plataformas digitales, lo que incrementa el riesgo de automedicación sin exámenes previos ni asesoría profesional.

El peligro de iniciar PrEP sin conocer el estado serológico pdroa ser contraproducente. Si una persona ya vive con VIH y comienza a tomar PrEP sin diagnóstico ni control, solo estaría recibiendo uno de los tres medicamentos necesarios para un tratamiento efectivo. Esto no solo permite que la infección progrese y continúe la transmisión del virus, sino que favorece la aparición de resistencia farmacológica.

“Si una persona ya tiene la infección por VIH y toma PrEP, que consiste en solo un medicamento, lo que ocurre es que el virus puede aprender a hacerse resistente a ese fármaco”, advirtió la especialista. De este modo, el virus puede evolucionar hacia formas resistentes, comprometiendo la eficacia de uno de los pilares del tratamiento antirretroviral y generando un problema de salud pública aún mayor.

La doctora insistió en que la PrEP es una herramienta segura y eficaz cuando se utiliza correctamente, pero su uso debe estar siempre acompañado de una evaluación médica integral y exámenes de laboratorio que confirmen la ausencia de infección por VIH antes de iniciar el tratamiento. Además, el seguimiento médico permite ajustar la terapia según las necesidades individuales y prevenir complicaciones a largo plazo.

En el del Día Mundial de la lucha contra el Sida (1 de diciembre), la especialista envió un mensaje claro a la población que vive con el virus y a las que lo previenen: “Nunca vamos a estar a salvo de esta epidemia si no sabemos exactamente nuestro estado actual con relación al virus. Es decir, todos necesitamos hacernos la prueba, ir al médico, porque el solo hecho de saber ya te pone en una posición distinta, no solamente desde el punto de vista físico, porque ya sabes si lo tienes o no lo tienes, sino porque ayudamos a la desestigmatización de esta condición de salud que no tiene nada de diferente a cualquier otra enfermedad que toca tratar, que es tratable, que es manejable, esto es un derecho para todos, todas y todes”.