Cirujano plástico señaló responsabilidad de pacientes en casos de quirófanos clandestinos: “Por ahorrarse unos pesos”

En diálogo con Infobae Colombia, Aníbal José Llanos De La Cruz indicó que la popularidad del país por estos procedimientos se debe acompañar con un seguimiento constante

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Yarleny Mosquera Aguirre realizaba cirugías sin título ni certificaciones médicas, según la investigación de las autoridades - crédito Fiscalía

En los últimos años, Colombia ha ganado gran popularidad internacional por los centros médicos especializados en cirugías estéticas, algo que también ha provocado que criminales busquen aprovecharse de esta situación.

En varias ocasiones, las autoridades han expuesto casos en los que, de manera clandestina, personas promocionan este tipo de procedimientos a precios económicos, que son realizados en sitios que no cumplen con los protocolos de salubridad o por personal que no está preparado.

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En un caso de esta índole, la Fiscalía General de la Nación expuso detalles sobre un caso por el que fueron privadas de la libertad tres mujeres que realizaron cirugías estéticas a más de 50 mujeres.

Entre los detalles más destacados, la fiscalía informó que la mayoría de las víctimas terminaron con deformidades permanentes o limitaciones funcionales, por lo que pidieron a la ciudadanía en general, verificar todo lo relacionado con el sitio y los doctores que van a realizar algún tipo de procedimiento.

Cincuenta y cinco mujeres resultan
Cincuenta y cinco mujeres resultan afectadas por cirugías estéticas ilegales en Medellín, con secuelas físicas y funcionales permanentes - crédito Fiscalía

Para abordar con más profundidad este tema, en diálogo con Infobae Colombia el cirujano plástico y abogado Aníbal José Llanos De La Cruz analizó el caso y entregó su postura sobre lo registrado en Medellín.

En primer lugar, Llanos resaltó que se trata de una práctica repetida en todo el país, que no justificó, pero aseguró es popular por la frecuencia con la que consiguen clientes por los precios que ofrecen.

“Este tema es muy delicado. Se sigue presentando este tipo de acontecimientos de personas inescrupulosas que se hacen pasar por falsos cirujanos plásticos. Los pacientes también, por ahorrarse unos pesos, exponen su vida y quedan muchas veces mutilados o fallecen”.

Para el cirujano, lo primero que debe hacer un paciente antes de avanzar en el proceso de la cirugía es comprobar que el “especialista” verdaderamente está certificado.

“Siendo miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, lo que recomiendo es buscar un cirujano plástico certificado, se puede consultar en la página de la sociedad; allí podrán observar, estudiar y valorar a todos los profesionales que somos certificados e idóneos para ejercer este tipo de actividad”.

El cirujano afirmó que los
El cirujano afirmó que los pacientes también deben asumir su responsabilidad al respecto - crédito Suministrada a Infobae Colombia

En ese sentido, el cirujano recordó que, solo en Medellín, en 2024, se registraron 34 casos en los que mujeres fueron contagiadas de microbacterias durante procedimientos estéticos.

De la misma forma, indicó que la popularidad que tiene Colombia al respecto se debe ver acompañada con un seguimiento más constante por parte del Estado para que se verifique que todos los establecimientos cumplen con los requisitos pertinentes.

Además, mencionó que la demanda por los procedimientos estéticos sigue creciendo, ya que en 2024 se realizaron al rededor de 500.000 cirugías, siendo la liposucción y el aumento de senos los más repetidos.

Más detalles del caso mencionado en Medellín

El cirujano indicó que los
El cirujano indicó que los pacientes también tienen un grado de responsabilidad - crédito Pexels

La fiscalía identificó a Yarleny Mosquera Aguirre y Elizabeth Rojas Tobón como líderes de una red que ofrecía tratamientos estéticos ilegales.

Mosquera Aguirre ejercía la función de supuesta cirujana sin contar con título, conocimientos ni certificación médica y practicaba intervenciones invasivas en espacios sin condiciones sanitarias adecuadas; por su parte, Elizabeth Rojas Tobón gestionaba la captación de clientes, manejaba los pagos y coordinaba la parte comercial de la operación, apoyada en anuncios digitales que ofrecían procedimientos a bajo costo.

De acuerdo con la investigación, la dinámica de la red exponía a las víctimas a riesgos sanitarios severos, muchas personas intervenidas sufrieron la transmisión de una bacteria no tuberculosa, lo que les provocó deformidades físicas y limitaciones funcionales permanentes. La actividad de la red se desarrolló a través de la captación de mujeres mediante atractivas ofertas publicitarias en redes sociales, que ocultaban la falta de garantías en la prestación de los servicios estéticos.