Proteger a las mascotas de la pólvora en diciembre: trucos y consejos esenciales para el bienestar animal

Ahora que se acerca el fin de año, es importante identificar y prevenir los riesgos asociados los nervios caninos por el ruido que hace la pólvora en esta temporada

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Los perros se alteran con
Los perros se alteran con ruidos intensos y fuertes por lo que sufren con el uso de la pólvora - crédito Freepik

El uso de pólvora durante diciembre representa un desafío considerable para quienes conviven con perros, ya que el estruendo de los fuegos artificiales suele desencadenar reacciones de ansiedad y miedo en estos animales.

La sensibilidad auditiva de los canes, muy superior a la humana, los hace especialmente vulnerables a los ruidos intensos y repentinos, lo que puede derivar en comportamientos como temblores, estrés, pérdida de apetito, taquicardia y, en muchos casos, intentos de huida que ponen en riesgo su integridad y aumentan las probabilidades de extravío.

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Además, los estallidos son percibidos por ellos como amenazas directas, lo que puede provocar alteraciones en su conducta y afectar su salud física. La reacción más frecuente en estos casos es la fuga: los animales, desorientados por el miedo, pueden escapar sin rumbo, exponiéndose a accidentes o a perderse en la ciudad.

Por este motivo, la prevención y la preparación resultan fundamentales para proteger a las mascotas durante la temporada decembrina.

Para quienes ya han identificado que su perro experimenta temor ante la pólvora, se recomienda iniciar un proceso de modificación de conducta con suficiente antelación.

Es importante tratar de corregir
Es importante tratar de corregir el comportamiento de miedo - crédito Freepik

Este procedimiento debe contar con el acompañamiento de un profesional, ya que requiere técnicas especializadas para reducir la sensibilidad del animal a los estímulos sonoros.

Además, la actitud del cuidador desempeña un papel relevante: los perros son capaces de percibir las emociones humanas, por lo que mantener la calma y evitar transmitir ansiedad contribuye a que el animal se sienta más seguro.

Entre las medidas prácticas sugeridas para minimizar el impacto del ruido, destaca la importancia de cerrar puertas y ventanas, colocando toallas en las ranuras para atenuar el sonido exterior.

El uso de cortinas o persianas ayuda a reducir los estímulos visuales asociados a los fuegos artificiales. Asimismo, reproducir música constante, ya sea de sonidos blancos o música clásica, puede crear un ambiente más relajante y amortiguar los estruendos.

Se deben crear espacios donde
Se deben crear espacios donde el perro se sienta seguro y alejado del ruido - crédito Freepik

Crear un espacio seguro dentro del hogar es otra estrategia eficaz. Se aconseja designar un área donde el perro se sienta protegido y acondicionarla con su cama, juguetes favoritos y una manta.

Mantenerlo entretenido con juguetes que le resulten especialmente atractivos, o con objetos rellenos de comida, favorece la distracción y disminuye la ansiedad. Además, realizar un paseo largo o una sesión de juego antes de los eventos con pólvora contribuye a que el animal llegue cansado y, por tanto, más relajado.

En caso de que se prevea la presencia de pólvora en el lugar donde se encuentra el perro, lo más recomendable es dejarlo en casa, en un entorno controlado y seguro. El uso de feromonas sintéticas en difusores puede ser de utilidad para generar un ambiente de tranquilidad y ayudar a que el animal se mantenga menos ansioso durante los momentos de mayor ruido.

Por otro lado, hay actos que no se recomiendan como automedicar a las mascotas, ni adquirir tranquilizantes por internet o por recomendación de terceros, constituye una de las advertencias más relevantes para los dueños de animales.

Cuando el perro sienta miedo
Cuando el perro sienta miedo o ansiedad hay que evitar castigarlo - crédito Freepik

La administración de estos fármacos sin supervisión veterinaria puede resultar perjudicial, ya que los tranquilizantes únicamente inducen somnolencia, pero no eliminan el miedo o la ansiedad que experimenta el animal. Mientras el perro parece estar calmado, en realidad puede continuar sintiendo temor, lo que agrava su malestar.

En situaciones donde el perro manifiesta miedo, la respuesta adecuada no es el castigo. Ofrecer consuelo y un espacio seguro contribuye a reducir la ansiedad, mientras que el castigo solo intensifica el miedo y el estrés del animal.

Además, es fundamental evitar dejar al perro solo o sacarlo a la calle durante los momentos en que se lanzan fuegos artificiales, ya que el pánico puede llevarlo a huir y extraviarse.

Consultar siempre con un profesional veterinario ante cualquier duda sobre el manejo del estrés en los perros garantiza una atención adecuada y segura para la mascota.