Desmantelan red que traficaba veneno de rana amazónica y movía más de $1.500 millones: la usaban para rituales

La estructura se dedicada a extraer, procesar y exportar el veneno de la rana Phyllomedusa hacia mercados internacionales, especialmente Perú y México

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El veneno de la especie
El veneno de la especie era traficado de manera no regulada, especialmente en Perú, Brasil y México - crédito Luz Dary Acevedo/WCS Colombia

A través de una operación que abarcó cuatro departamentos, la Policía Nacional logró desmantelar la red criminal conocida como ‘Kambo’, dedicada al tráfico de veneno extraído de la rana amazónica Phyllomedusa.

De acuerdo con los detalles suministrados por las autoridades, la organización comercializaba este producto en el mercado internacional, generando movimientos superiores a 1.500 millones de pesos, informó W Radio.

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La intervención de las autoridades se desplegó en Bogotá, Cali, Filandia (Quindío) y San Diego (Caldas), donde se ejecutaron órdenes de captura contra los integrantes de la estructura criminal. Dentro de los procedimientos realizados, dos diligencias de allanamiento permitieron recolectar pruebas, incluidos cinco teléfonos celulares que serán analizados para establecer los detalles de la organización y sus conexiones.

Una de las capturadas, perteneciente
Una de las capturadas, perteneciente a la banda "Kambo" - crédito Policía Nacional

De acuerdo con lo que publicó el medio, el grupo obtenía y procesaba la secreción—o péptidos—de la Phyllomedusa, una rana caracterizada por su hábitat en la selva Amazónica y su presencia en las regiones fronterizas de Colombia, Perú y Brasil.

El resultado, comúnmente denominado “veneno de Kambo”, se moldeaba en tablillas y era trasladado a territorios extranjeros, específicamente a Perú y México, valiéndose de rutas aeroportuarias y destinándose a usos no regulados.

La coordinación de esta operación permitió, por primera vez, interrumpir el flujo ilícito de una sustancia usada tradicionalmente en rituales y que, fuera de cualquier regulación, se ha convertido en mercancía ilegal de alto valor para redes internacionales.

Refuerzan controles contra el tráfico de fauna silvestre en Bogotá y Cundinamarca: sanciones pueden alcanzar 40.000 salarios mínimos

Las autoridades intensificaron los controles y campañas para combatir el tráfico ilegal de fauna silvestre en Bogotá y Cundinamarca, principalmente para la temporada de la semana de receso escolar de octubre, cuando crece el riesgo por el incremento del turismo y la demanda de animales exóticos.

El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible señaló que este delito ocupa el cuarto lugar mundial en rentabilidad ilícita, después del narcotráfico, el comercio ilegal de armas y la trata de personas.

Las autoridades llaman a la
Las autoridades llaman a la ciudadanía a no comprar, transportar ni regalar animales silvestres ni productos derivados, y a denunciar actividades sospechosas - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

Según el Comité Conjunto de Fauna Silvestre, en 2024 fueron rescatados más de 600 ejemplares en distintas operaciones en Bogotá y Cundinamarca. Seis de cada diez animales recuperados son aves, como loros, pericos y guacamayas, mientras que las tortugas terrestres y acuáticas reportaron un aumento preocupante, junto con especies procedentes de la región Caribe, incluidos canarios y semilleros.

La estrategia de control está dirigida por el Comité Interinstitucional de Cundinamarca y el Distrito Capital, que agrupa a entidades como la CAR Cundinamarca, Corpoguavio, Corporinoquía, la Unidad de Parques Nacionales Naturales, la Secretaría Distrital de Ambiente y la Gobernación de Cundinamarca.

Sus acciones incluyen puntos de control en rutas clave, talleres educativos y campañas públicas para desalentar la compra, el transporte y el regalo de especies protegidas o productos elaborados con partes de animales, como piel, plumas o uñas.

Las penas por tráfico de
Las penas por tráfico de fauna silvestre en Colombia pueden alcanzar hasta 11 años de prisión y multas de 40.000 salarios mínimos legales vigentes - crédito Freepik

En cifras, la región conforma un nodo crítico en el mapa nacional de tráfico de fauna, con animales procedentes de departamentos como Atlántico, Arauca, Bolívar, César, Córdoba, Guaviare, Magdalena, Meta y Santander, destinados principalmente a abastecer mercados urbanos.

Las penas por este delito, tipificado por las Leyes 1333 de 2009 y 599 de 2000, pueden llegar hasta 11 años de prisión y multas equivalentes a 40.000 salarios mínimos legales vigentes. Las autoridades hacen un llamado a la ciudadanía para rechazar y denunciar cualquier actividad sospechosa relacionada con fauna silvestre a través de canales como la Secretaría de Ambiente de Bogotá, la CAR Cundinamarca, Parques Nacionales Naturales, Corpoguavio, Corporinoquía y la Policía Nacional.

El director de Evaluación, Seguimiento y Control Ambiental de la CAR Cundinamarca, Carlos Eduardo Rodríguez, insistió: “Hacemos un llamado urgente a la ciudadanía para que no solo se abstenga de comprar animales silvestres con la excusa de acogerlos como mascotas o para la preparación de recetas y alimentos, sino que, además, no compre ni regale artículos elaborados a partir de piel, plumas, uñas o cualquier otro elemento que provenga de la fauna protegida”.

El tráfico ilegal representa una amenaza directa para la biodiversidad, el equilibrio de los ecosistemas y la salud pública, ya que la extracción de animales silvestres puede facilitar la transmisión de enfermedades y pone en riesgo funciones ecológicas esenciales como la dispersión de semillas y el control de plagas. Las autoridades enfatizan que la protección de la fauna es una responsabilidad social y ambiental.