Colombia se queda sin hielo eterno: el drama silencioso y acelerado de los últimos seis glaciares del país

Los glaciares colombianos retroceden a un ritmo alarmante, borrando paisajes, ecosistemas y parte de la memoria del país

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Solo seis glaciares sobreviven en
Solo seis glaciares sobreviven en Colombia, distribuidos entre la Cordillera Central, la Sierra Nevada de Santa Marta y la Sierra Nevada del Cocuy - crédito @colombia_hist / X

Cuando se habla de hielo perpetuo en Colombia, casi siempre se piensa en los nevados visibles desde la Cordillera Central. Sin embargo, este universo blanco es más diverso y frágil de lo que parece, solo quedan seis glaciares en todo el territorio nacional, esparcidos entre los Andes y el Caribe, en alturas donde el aire es más delgado y el clima cambia sin aviso. La memoria del país está guardada en sus grietas, en la nieve que se derrite más rápido de lo que se forma.

En los últimos años, la urgencia por proteger estos paisajes se volvió más clara. La pérdida es contundente, desde finales del siglo XIX hasta 2022, el área glaciar nacional se redujo en cerca del 90%, según el Ministerio de Ambiente. La preocupación global por este retroceso llevó a declarar el 2025 como el Año Internacional de la Conservación de los Glaciares y a la conmemoración anual del Día Mundial de los Glaciares, espacios pensados para reflexionar sobre el papel esencial que cumplen estos ecosistemas en el equilibrio del clima y el ciclo del agua.

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El área glaciar de Colombia
El área glaciar de Colombia se redujo en un 90% desde finales del siglo XIX hasta 2022, según el Ministerio de Ambiente - crédito AP

Mientras el país discute cómo frenar esa desaparición, los seis glaciares se sostienen, cada uno con su carácter, en montañas y volcanes que guardan historias, leyendas y ecosistemas únicos. Su presencia, aunque menguante, resiste.

Uno de los sistemas más emblemáticos se levanta frente al Caribe. La Sierra Nevada de Santa Marta, separada de la línea principal de los Andes, es famosa por coronar la montaña costera más alta del planeta. Los picos Colón y Bolívar alcanzan 5.775 y 5.560 metros sobre el nivel del mar, según datos de Colombia Travel. Su paisaje, mezclado con ecos de pueblos indígenas y selvas tropicales, crea un escenario singular donde la nieve convive con el mar.

Más hacia el centro del país se despliega la Cordillera Central, hogar de cuatro volcanes nevados. Allí, el Nevado del Ruiz se impone a 5.321 metros de altura, en la frontera entre Caldas y Tolima. Es uno de los destinos naturales más reconocibles y, a la vez, un símbolo de la fuerza geológica del territorio. Sus domos volcánicos, fumarolas activas y laderas nevadas recuerdan que la vida en la montaña es frágil.

La Sierra Nevada de Santa
La Sierra Nevada de Santa Marta alberga la montaña costera más alta del mundo, con picos que superan los 5.700 metros de altura - crédito Colprensa

Cerca se ubica el nevado del Tolima, con 5.215 metros sobre el nivel del mar. Esta cumbre combina páramos, lagunas y un glaciar que fue retrocediendo con el paso de las décadas. El Servicio Geológico Colombiano destaca la belleza de sus paisajes altoandinos, aunque la nieve ya no es tan extensa como antaño.

A su vez, el Nevado del Huila, compartido por Cauca, Huila y Tolima, alberga uno de los glaciares más vigilados. Estudios especializados señalan que, entre 1961 y 1995, perdió 5,5 km² de superficie y 0,27 km³ de volumen. Proyecciones científicas indican que, de mantenerse esa tendencia, podría quedarse sin hielo a mediados de este siglo. El volcán forma parte del Parque Nacional Natural del Huila, un lugar donde la vida silvestre todavía encuentra refugio entre cañones, aguas frías y pajonales.

En esa misma cordillera, pero más vulnerable aún, se encuentra el volcán nevado Santa Isabel, a 4.950 metros entre Risaralda, Caldas y Tolima. En apenas cien años, de 1850 a 1950, perdió casi dos tercios de su masa glaciar, y desde los años noventa el deshielo se aceleró drásticamente. Hoy, su retroceso avanza tan rápido que su desaparición es cuestión de tiempo.

El Nevado del Huila perdió
El Nevado del Huila perdió 5,5 km² de superficie glaciar entre 1961 y 1995 y podría quedarse sin hielo a mediados de este siglo - crédito SGC

En contraste, el glaciar más extenso del país se levanta en la Cordillera Oriental. La Sierra Nevada del Cocuy o Güicán, entre Boyacá y Arauca, conserva 12,8 km² de hielo. Aunque presenta una pérdida anual aproximada del 4,8% desde 2017, sigue siendo, por ahora, el más estable del conjunto. Allí, paredes blancas y picos afilados se reparten entre valles glaciares, lagunas turquesa y senderos que narran la historia geológica del país.

Los seis glaciares colombianos sobreviven en un equilibrio delicado. Son reservas de agua, territorios sagrados, puntos de referencia para comunidades y atractivos para viajeros. Su retroceso no solo implica la pérdida de un paisaje, transforma la vida alrededor, modifica ecosistemas y borra parte de la memoria natural del país.