El papel de la mujer de azul en el homicidio de Jaime Esteban Moreno en Bogotá centra la atención de la Fiscalía: “Es la determinadora de este homicidio”

Aunque fue dejada en libertad, una mujer vestida de azul podría ser clave para esclarecer el homicidio de Jaime Esteban Moreno, ocurrido en una fiesta de Halloween en Bogotá

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Las acompañantes de Suárez, Kaleidymar
Las acompañantes de Suárez, Kaleidymar Paola Fernández y Bertha Parra Torres, fueron liberadas por falta de pruebas, aunque la defensa de la víctima expresó inconformidad - crédito X

El homicidio de Jaime Esteban Moreno Jaramillo, un joven de 20 años asesinado durante la madrugada del 31 de octubre en Bogotá, continúa revelando nuevos detalles que podrían cambiar el rumbo del proceso judicial.

En el centro de la investigación ha surgido Kaleidymar Paola Fernández, la mujer vestida de azul, cuya intervención en los hechos es considerada por algunos abogados como un elemento determinante para esclarecer lo ocurrido aquella noche de Halloween.

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De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, esta mujer habría tenido un rol activo durante la agresión.

El principal acusado del crimen es Juan Carlos Suárez Ortiz, de 27 años, a quien el Juzgado 37 Penal del Circuito de Bogotá le avaló la imputación por el delito de homicidio agravado.

Durante la audiencia, la Fiscalía expuso que Fernández, acompañante de Suárez, habría identificado a Moreno con la frase: “Este era el de la discoteca”, lo que habría sido el detonante del violento enfrentamiento.

En las imágenes se observa
En las imágenes se observa que las mujeres que fueron capturadas estaban lejos del lugar de los hechos - crédito WRadio

Según un testimonio recogido por la entidad, la mujer no solo señaló a la víctima, sino que también pronunció frases que incitaron la violencia.

Entre esas frases están: “No que mucho kick boxing, yo le hubiera pegado más”.

Estas expresiones, según la Fiscalía, reflejan una actitud de estímulo hacia el ataque que terminó con la vida del joven.

Sin embargo, a pesar de la gravedad de estos señalamientos, la mujer fue dejada en libertad, al no encontrarse pruebas suficientes que la vincularan penalmente en esta etapa inicial del proceso. Esta decisión ha generado debate entre los representantes de las víctimas y analistas jurídicos, que consideran que su papel debe ser examinado con mayor profundidad.

El debate jurídico

La participación de la mujer de azul ha abierto una discusión sobre las figuras de complicidad y determinación en el homicidio. El abogado Francisco Bernate, representante de las víctimas, afirmó que la Fiscalía debe avanzar en la judicialización de esta persona, al considerar que su conducta podría constituir determinación del crimen.

“Nosotros sí creemos que es importante avanzar en la judicialización de esta persona. Es la determinadora de este homicidio y tiene que responder”, declaró Bernate.

Por su parte, el abogado penalista Saúl León explicó que, si se comprobara que las mujeres señalaron a la víctima o alentaron la agresión, podrían ser consideradas cómplices, siempre que exista evidencia de que prestaron ayuda previa o posterior, como facilitar la llegada al lugar o colaborar en la huida. No obstante, señaló que no habría dominio funcional del hecho, por lo que no podrían ser consideradas coautoras.

La fiscalía buscaba que el
La fiscalía buscaba que el proceso siguiera de manera privada - crédito Captura de Pantalla

En una posición similar, el jurista Fabio Humar indicó que, con los elementos conocidos hasta ahora, la mujer de azul no cumple los criterios para ser imputada como coautora.

“Identificar a alguien como ‘el de la discoteca’ no basta para configurar figuras penales como la complicidad o la determinación, salvo que haya pruebas adicionales que demuestren una participación activa o cooperación material”, señaló el abogado.

Los hechos

Según la reconstrucción de la Fiscalía, los hechos ocurrieron hacia las 3:25 a. m. del 31 de octubre. Jaime Esteban Moreno se encontraba con un amigo en el bar Before Club, ubicado en la calle 64 con carrera 15, en la zona rosa de Chapinero.

Al salir del establecimiento y dirigirse a un Oxxo cercano, fue interceptado por Juan Carlos Suárez, quien estaba sin camisa, con la cabeza pintada de rojo y un pantalón negro.

Suárez le propinó un golpe por la espalda, lo que hizo que Moreno cayera al suelo. En ese momento, el agresor estaba acompañado por otro hombre y dos mujeres, una de ellas con disfraz azul y otra vestida de negro.

Pese a que la víctima intentó alejarse del lugar, minutos después el grupo volvió a alcanzarlo en la esquina de la calle 64 con carrera 15.

Según el relato de la Fiscalía, Suárez y otro hombre le dieron múltiples patadas en la cara y el cuerpo, mientras la mujer de azul los animaba a continuar. Tras la golpiza, los agresores huyeron hacia el Oxxo, pero fueron capturados por la Policía gracias al aviso de un vigilante del sector.

crédito @pasaen_bogota/IG | cortesía Before
crédito @pasaen_bogota/IG | cortesía Before Club

Moreno fue trasladado inicialmente al CAMI de Chapinero y posteriormente al Hospital Simón Bolívar, donde ingresó con politraumatismos severos. Aunque fue sometido a una cirugía de urgencia, falleció horas después a causa de un paro cardiorrespiratorio.

En libertad, pero bajo el ojo de la justicia

Por ahora, la mujer de azul permanece en libertad, al igual que la otra mujer que la acompañaba. No obstante, la Fiscalía no ha cerrado la posibilidad de retomar su eventual vinculación si surgen nuevos elementos probatorios que acrediten su participación en el crimen.

El caso ha generado una amplia reacción pública por la brutalidad de la agresión y por las posibles implicaciones de quienes, sin ejecutar el golpe final, pudieron haber incitado o favorecido el ataque.

La figura de la mujer de azul —una presencia constante en los testimonios— se ha convertido así en el eje de un debate jurídico y moral sobre los límites de la responsabilidad en actos colectivos de violencia.