Altas cortes conmemoran 40 años del holocausto del Palacio de Justicia con homenaje solemne en Bogotá

El acto conmemorativo se realizará el 7 de noviembre en la plazoleta del Palacio de Justicia y continuará con una ceremonia eucarística en la Catedral Primada de Colombia, en memoria de las víctimas y en defensa de la dignidad de la justicia

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El homenaje busca mantener viva
El homenaje busca mantener viva la memoria de las víctimas y reafirmar el compromiso del Estado con la verdad, la justicia y la no repetición - crédito Colprensa

Cuarenta años después del holocausto del Palacio de Justicia, las Altas Cortes de Colombia rendirán un sentido homenaje a las víctimas de los hechos ocurridos el 6 y 7 de noviembre de 1985, en una ceremonia especial que busca preservar la memoria, dignificar a las víctimas y reafirmar la independencia judicial como pilar de la democracia.

El evento conmemorativo se realizará en la sede del Palacio de Justicia Alfonso Reyes Echandía, en el centro de Bogotá, con la participación de magistrados, jueces, servidores judiciales y familiares de las víctimas. Esta jornada solemne será un espacio para la reflexión colectiva sobre los impactos de la violencia en la sociedad colombiana y sobre la importancia de mantener viva la historia para evitar que episodios como este se repitan.

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El acto central estará encabezado por los presidentes de las altas cortes: Octavio Augusto Tejeiro Duque, de la Corte Suprema de Justicia; Jorge Enrique Ibáñez Najar, de la Corte Constitucional; Luis Alberto Álvarez Parra, del Consejo de Estado; Jorge Enrique Vallejo Jaramillo, del Consejo Superior de la Judicatura; y Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo, de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial.

Durante la ceremonia, los altos dignatarios recordarán el sacrificio de los magistrados, empleados judiciales, militares y civiles que perdieron la vida en los trágicos hechos ocurridos durante la toma del Palacio de Justicia por parte del M-19.

El 7 de noviembre, a las 9:00 a.m., se llevará a cabo un acto solemne en la plazoleta del Palacio de Justicia, en memoria de las víctimas y en defensa de la dignidad de la justicia. Posteriormente, a las 11:30 a.m., se celebrará una misa eucarística en la Catedral Primada de Colombia, presidida por autoridades eclesiásticas.

Invitación oficial a la conmemoración
Invitación oficial a la conmemoración de los 40 años del holocausto del Palacio de Justicia en Bogotá. - crédito Corte Suprema

Este acto espiritual busca honrar la memoria de quienes ofrendaron su vida por la institucionalidad, reafirmando que la justicia y la memoria son caminos inseparables hacia la paz y la verdad.

Los eventos serán transmitidos en vivo por la página oficial y el canal de YouTube de la Corte Suprema de Justicia, permitiendo que todo el país acompañe este homenaje de carácter histórico y simbólico.

“El eco del sacrificio sigue vivo”: memoria y reflexión

A través de esta conmemoración, las Altas Cortes destacan que “cuarenta años después, el eco de su sacrificio sigue recordando al país que solo desde la memoria se construye una justicia más humana, más fuerte y más cercana a la paz”.

Este aniversario no solo busca rendir tributo a las víctimas, sino también invitar a las nuevas generaciones a conocer lo sucedido, comprender las consecuencias de la violencia y defender los valores fundamentales del Estado de derecho.

Voces de la memoria: la verdad incómoda

En el marco de la conmemoración, el abogado constitucionalista Mauricio Gaona, hijo del asesinado magistrado Manuel Gaona Cruz, ha hecho un llamado a reconocer las verdades ocultas de aquel trágico episodio.

En diálogo con la revista Semana, Gaona denunció lo que califica como una “narrativa de olvido” que ha distorsionado los hechos:

“Desde la perspectiva de la historia, es lamentable que, cuatro décadas después, observemos cómo se repiten los ciclos del olvido y de la infamia; cómo los victimarios son humanizados y las víctimas deshumanizadas; cómo se ataca la verdad”.

El jurista sostiene que la toma del Palacio no se ha abordado como un relato histórico integral, sino como una “exposición moldeada por intereses judiciales, políticos y económicos”. En su análisis, la verdad sobre el Palacio sigue siendo inconveniente, pues implica reconocer responsabilidades compartidas.

Mauricio Gaona, hijo del magistrado
Mauricio Gaona, hijo del magistrado Manuel Gaona Cruz, mantiene viva la memoria de su padre y su legado por la justicia. - crédito @mauriciomatri / X

Gaona subraya que existieron vínculos criminales entre el M-19, el narcotraficante Pablo Escobar y los grupos de los extraditables, tanto antes como durante y después de la toma, y señala que esos lazos constan en archivos diplomáticos de otros países. También responsabiliza al Estado por el uso de la fuerza excesiva durante la retoma:

“Esa no era la forma de rescatar a los rehenes. Se legitimó al agresor inicial con una violencia estatal adicional”.

El legado de Manuel Gaona Cruz

El magistrado Manuel Gaona Cruz, nacido en Tunja en 1941, fue un destacado jurista y académico que defendió con firmeza el Estado de derecho frente al narcotráfico. Doctor en Derecho Constitucional por la Universidad de la Sorbona, integró la Corte Suprema de Justicia y fue ponente en temas trascendentales como el tratado de extradición con Estados Unidos.

Murió el 6 de noviembre de 1985, durante la toma del Palacio de Justicia, a los 44 años. Su vida y obra representan el compromiso de una generación de juristas que creyeron en la ley como instrumento de transformación social.

Su hijo, José Mauricio Gaona Bejarano, también abogado y académico, ha continuado su legado desde el ámbito internacional, promoviendo la defensa de los derechos humanos y la memoria histórica.

Registro histórico de los trágicos
Registro histórico de los trágicos hechos del holocausto del Palacio de Justicia, que marcaron la historia judicial del país. - crédito Colprensa

Una fecha que no se olvida

La conmemoración de los 40 años del holocausto del Palacio de Justicia no solo revive el dolor de una de las páginas más oscuras de la historia nacional, sino que reafirma el compromiso de las instituciones judiciales con la verdad, la memoria y la no repetición.

A través de actos simbólicos, espirituales y académicos, las Altas Cortes honran la vida de quienes murieron defendiendo la justicia y envían un mensaje claro: la memoria no se borra, se transforma en fuerza para construir un país más justo, más humano y más en paz.