Cartagena mantiene la mano dura: prohíben de nuevo el parrillero hombre hasta 2026 en estos barrios

La Alcaldía distrital mantendrá la restricción en diez barrios estratégicos de Cartagena para prevenir delitos cometidos desde motocicletas

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La medida busca reforzar la
La medida busca reforzar la seguridad en zonas con alta circulación de residentes, turistas y comercios en Cartagena - crédito Alcaldía de Cali

La escena urbana de Cartagena volverá a ajustarse a controles más estrictos, la Alcaldía decidió extender por un año la prohibición de parrillero hombre en motocicletas, motocarros, cuatrimotos y mototriciclos en diez sectores clave de la ciudad. La medida regirá hasta octubre de 2026 y se formalizó mediante un decreto en el que participaron distintas autoridades locales.

El anuncio surge tras reiteradas discusiones en los consejos de seguridad y, según la Administración distrital, busca reforzar la protección en zonas con alta circulación de residentes, turistas y comercios. Allí, la presencia de motos como medio para huir luego de un delito se volvió recurrente y, en algunos casos, letal. Por eso, la Secretaría del Interior insistió en que el propósito es prevenir hechos de violencia y mejorar la sensación de seguridad.

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La Alcaldía de Cartagena extiende
La Alcaldía de Cartagena extiende por un año la prohibición de parrillero hombre en motos y motocarros en diez sectores clave - crédito X

“Estas medidas son respuesta a los compromisos adquiridos en los consejos de seguridad en los barrios y obedecen a la necesidad de proteger la vida y la integridad de todos los cartageneros. Buscamos que la movilidad y la convivencia vayan de la mano con la seguridad”, afirmó el secretario del Interior y Convivencia Ciudadana, Bruno Hernández.

Los barrios incluidos en la restricción continúan siendo los mismos, Bocagrande, Castillogrande, El Laguito, Manga, Cabrero, Crespo, Pie de la Popa, El Bosque, Alto Bosque y El Recreo. Son sectores donde confluyen hoteles, edificios residenciales, restaurantes, clínicas, vías rápidas y corredores de gran actividad diaria, lo que atrae visitantes, pero también expone a quienes viven o trabajan allí a dinámicas delictivas que se desplazan con facilidad sobre dos ruedas.

Buena parte de los reportes recientes se concentran en hurtos de relojes de lujo y joyas en Bocagrande, Castillogrande y El Laguito, zonas turísticas por excelencia. En Manga y Pie de la Popa, catalogadas como residenciales, el tránsito de negocios y oficinas contribuye al movimiento constante de personas. Crespo, Cabrero y El Bosque funcionan además como corredores comerciales estratégicos, conectan áreas de paso y transporte hacia el aeropuerto, lo que puede facilitar rutas de escape rápidas para quienes cometen delitos.

El decreto responde a compromisos
El decreto responde a compromisos adquiridos en consejos de seguridad y pretende proteger la vida e integridad de los cartageneros - crédito Colprensa

Uno de los episodios que reforzó la decisión ocurrió en Bocagrande, donde un hombre fue capturado dentro de un centro médico tras asaltar a un ciudadano. Situaciones como estas motivaron a las autoridades a mantener restricciones y a fortalecer operativos en los barrios más sensibles. Aunque el decreto no se presenta como una solución definitiva al problema de seguridad, sí es un intento de limitar las posibilidades de que dos personas a bordo de una moto, una que conduce y otra que ejecuta el delito, puedan actuar con mayor facilidad.

La restricción del parrillero, que ya se había aplicado en otras ocasiones, genera debates entre ciudadanos que dependen de la moto para movilizarse con sus familias o para trabajar. Sin embargo, la administración insiste en que la medida muestra cierto impacto en la reducción de delitos relacionados con sicariato, extorsión y hurto. En vista de este escenario, la decisión fue adoptada en colaboración con la Policía Metropolitana de Cartagena, el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (Datt) y otras autoridades de seguridad presentes en el distrito.

Bocagrande, Castillogrande, El Laguito y
Bocagrande, Castillogrande, El Laguito y otros barrios turísticos concentran la mayoría de los hurtos de relojes de lujo y joyas - crédito Colprensa

El contexto es especialmente sensible porque Cartagena depende en gran parte de su actividad turística. Mantener protegidos los espacios más concurridos también es una forma de garantizar que la economía local siga activa. La medida responde a esa lógica, contener los delitos sin frenar la dinámica urbana de una ciudad que recibe visitantes durante todo el año. El objetivo final es reducir los riesgos sin desdibujar la vida cotidiana de quienes habitan en la capital de Bolívar.