Colombia y los asesinos seriales, un vínculo ligado al conflicto y la desigualdad: “No es casualidad”

Entre Luis Alfredo Garavito y Pedro Alonso López terminaron con la vida de más de 600 personas, la mayoría niños

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El país ha sido noticia
El país ha sido noticia mundial por la atrocidad cometida por asesinos en serie, algunos llegaron a cometer crímenes en el exterior tras escapar del país - crédito Montaje Infobae (Serialmente/iStock)

Además de la historia ligada al conflicto armado interno, Colombia también ha sido protagonista en varias ocasiones por criminales, la mayoría con problemas psicológicos, que encadenaron una gran cantidad de asesinatos en serie.

Aunque no se trata de un aspecto para sentir orgullo, los crímenes de esta índole suelen ser recordados en el mundo, principalmente en octubre por Halloween; es por ello que, en diálogo con Infobae Colombia, el autor y podcaster Sebastián Camelo habló sobre los aspectos más relevantes de este tema ligado a Colombia.

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Sebastián Camelo es oriundo de Bogotá, ha escrito y publicado novelas criminales como Carne o Descenso; además, es el creador de uno de los pódcast sobre asesinos seriales más escuchados en Latinoamérica.

Los pódcast de Camelo son
Los pódcast de Camelo son escuchados por más de siete millones de personas al mes - crédito Suministrada a Infobae Colombia

En primer lugar, Camelo, que ha visitado varias naciones para protagonizar charlas sobre su trabajo, indicó que es habitual que en el exterior se nombre a Colombia cuando se habla de asesinos seriales.

“Colombia, tristemente, es un país mundialmente conocido por, digamos, la producción de asesinos seriales, muy cerca de Estados Unidos o Inglaterra. Siempre que se hacen listados sobre los más atroces, aparece uno de nuestra nacionalidad, como Luis Alfredo Garavito, el ‘Monstruo de Monserrate’ (Fredy Armando Valencia) o el ‘Monstruo de los Andes’ (Pedro Alonso López)“.

Basándose en sus investigaciones sobre la vida de estos criminales, Camelo afirmó que las problemáticas del país han provocado que se tenga permisividad en asesinatos comunes o no se tenga control sobre patrones de muertes en sitios específicos.

“Somos un país que produce muchos asesinos por el contexto, por lo sociopolítico y lo socioeconómico. Acá hay ejercicios de impunidad, de falta de control, de inseguridad en algunos temas porque se priorizan otros temas como la guerra”.

Para el autor, el conflicto
Para el autor, el conflicto interno del país ha provocado que los asesinos en serie tengan mayor libertad de acción - crédito Colprensa

Al exponer las dificultades que ha tenido para conocer los secretos de estos criminales, Camelo reflexionó al indicar que la exposición de los casos también ha permitido que la información sea pública en varios aspectos.

“No es muy difícil encontrar información sobre asesinos. Por la misma razón de que tenemos tanta muerte, hay muchos mecanismos de investigación desarrollados. Lamentablemente, la misma facilidad para cometer los crímenes ha hecho que se den a conocer más casos y que se expongan con literatura y otros productos”.

Al intentar identificar los factores que han estado ligados a los asesinos seriales en el país, el autor indicó que en la mayoría de casos tienen patrones en común.

“Por lo general son los mismos orígenes con hogares destruidos, espacios en los que no se desarrolla una seguridad afectiva, falta de procesos de empatía y también siempre tiene que ver con nuestro conflicto armado y la desigualdad”.

Camelo recordó el contexto en
Camelo recordó el contexto en el que vivián la mayoría de víctimas de criminales como Garavito - crédito Policía Nacional

Al profundizar en este tema, recordó que la mayoría de víctimas son personas de escasos recursos, cuyos familiares no tenían dinero ni conocimiento para intentar esclarecer los asesinatos.

No es casualidad que Garavito matara los mismos días que había tomas guerrilleras y que no se investigara la muerte de estos niños. Con focos de pobreza, de conflicto, de guerra, es muy difícil que exista una investigación de estos crímenes por la condición de vulnerabilidad de las víctimas”.

Por último, el autor analizó la actualidad del país para cuestionar que en Colombia se hayan normalizado las masacres o los crímenes de esta índole.

“Creo que el país no se ha transformado respecto a la violencia. Colombia es un país habituado a la violencia desde la patria boba. La guerra bipartidista se convirtió en un conflicto armado con guerrillas, paramilitares y el ejército. En torno a eso han estado estos asesinos que en otros países tendrían más reflectores, acá no porque la violencia tal vez es el producto nacional más representativo, al lado del café y la cocaína”.