El hurto interno se dispara en los supermercados y estos son los productos que más se roban en Colombia

Las pérdidas del sector superaron los $160.000 millones, según Fenalco. El gremio alerta que el robo ya no proviene tanto de los clientes, sino de los propios empleados

Guardar
Una vez toman la caja,
Una vez toman la caja, se ubican en un estante fuera de vista de los trabajadores del lugar - crédito @bogotanoctambulaa / X

El hurto en los supermercados colombianos no es un fenómeno nuevo, pero las últimas cifras dejan ver una tendencia que inquieta al gremio, los robos ya no provienen tanto del cliente externo, sino del interior mismo de las empresas. El Censo Nacional de Mermas 2024, elaborado por la firma We Team con el apoyo de Sensormatic y presentado por Fenalco durante el evento Góndola, advirtió que las pérdidas por esta causa superaron los 160.000 millones de pesos en el último año.

El informe reveló un cambio en la dinámica del delito, mientras el robo externo se redujo ligeramente, el hurto interno creció un 2% frente a 2023. La conclusión es clara y es que, aunque los supermercados invierten en reforzar la seguridad hacia los consumidores, la vulnerabilidad ahora se encuentra dentro de su propio entorno laboral.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook

FOTO DE ARCHIVO: Personas seleccionan
FOTO DE ARCHIVO: Personas seleccionan alimentos en un supermercado en Bogotá, Colombia, Diciembre 1, 2024. REUTERS/Luis Jaime Acosta

“El mayor crecimiento proporcional lo estamos viendo en el robo interno, un fenómeno que preocupa no solo por su impacto económico, sino porque revela un deterioro en los valores y en la confianza dentro de las empresas”, señaló Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, al presentar los resultados.

El documento detalló que los artículos más afectados son los de alto consumo y fácil reventa, aquellos que pueden desaparecer sin generar sospecha inmediata. En los primeros lugares del listado aparecen los abarrotes, los productos de hogar, como utensilios de cocina y lencería, las carnes frías, los licores, los dulces y chocolates, los artículos de aseo personal, el atún y otros enlatados, los dispositivos electrónicos, la leche y las gaseosas.

Según los analistas del estudio, estos productos comparten una característica, su bajo nivel de protección y su facilidad para ser manipulados o consumidos sin registro de venta. En muchos casos, el riesgo que asumen los delincuentes es mínimo en comparación con la ganancia inmediata que pueden obtener.

FOTO DE ARCHIVO: Productos cárnicos
FOTO DE ARCHIVO: Productos cárnicos se exhiben para la venta en un supermercado de Bogotá, Colombia, 1 de Diciembre, 2024. REUTERS/Luis Jaime Acosta

Pero lo que más alarma al sector es la sofisticación de las modalidades empleadas. El informe recogió casos de personas que usan bolsas de aluminio para burlar los sistemas de alarma o consumen alimentos dentro de la tienda sin pagarlos. También se detectaron alteraciones de códigos de barras, tiquetes falsos, devoluciones fraudulentas y complicidad del personal interno.

A esto se suman estrategias más elaboradas, donde los delincuentes aprovechan la empatía o el descuido. Fenalco mencionó la participación de menores de edad y adultos mayores para distraer al personal, así como el uso de coches de bebé, barrigas falsas o sillas de ruedas para ocultar mercancía. Todo apunta a redes organizadas que conocen bien la logística de los establecimientos y se adaptan a sus controles.

Desde el gremio insisten en que el fenómeno no puede ser visto como un simple problema de seguridad privada. Fenalco pidió a las autoridades nacionales y locales fortalecer los procesos de investigación y judicialización, ya que las cifras sobre eficacia institucional muestran un retroceso preocupante.

Los servicios de Colsubsidio no
Los servicios de Colsubsidio no tendrán ninguna modificación después del cierre de sus supermercados en todo el país - crédito Colsubsidio

En 2023, el 56% de los casos de robo en las principales ciudades del país avanzaban en procesos judiciales; en las secundarias, el indicador era del 28%. Este año, esas tasas cayeron al 36% y 19%, respectivamente. Para el gremio, la reducción refleja una menor capacidad de respuesta del Estado frente a los delitos que golpean al comercio formal y, en consecuencia, a la economía del país.

El estudio, que reunió información de múltiples cadenas y establecimientos, busca dimensionar el impacto de las mermas, como se conoce técnicamente a las pérdidas por robo o error operativo, dentro del sistema de retail colombiano. Más allá de los números, el informe deja ver un mensaje de fondo, el problema no solo está en los pasillos o en las cajas, sino en la confianza.