Exministro de Gustavo Petro reveló el problema económico más “complejo” para el próximo Gobierno: “Uno de los más altos”

José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda, se refirió al déficit fiscal y deuda pública que afronta Colombia y que puede ser un problema para el próximo Gobierno

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José Antonio Ocampo, primer ministro
José Antonio Ocampo, primer ministro de Hacienda de Gustavo Petro - crédito Colprensa

El exministro de Hacienda José Antonio Ocampo advirtió en su columna publicada por El Tiempo que el déficit fiscal continuará como el problema económico central en Colombia, e indicó que el equipo gubernamental que asuma en 2026 tendrá que encarar “uno de los más altos de la historia”.

En su texto, Ocampo asegura que “el desequilibrio fiscal es el principal problema económico de Colombia y un tema complejo que tendrá que enfrentar el próximo gobierno”.

La publicación de Ocampo detalla que, pese a la reducción acordada de 10 billones de pesos en el presupuesto, a lo que se agregan los 16 billones que contempla la propuesta de reforma tributaria —con bajas probabilidades de aprobarse—, los niveles de déficit resultarán insuficientes para alcanzar una senda de equilibrio fiscal.

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El texto, publicado en El Tiempo destacó que el ajuste necesario supera ampliamente las cifras pactadas en el Legislativo.

De acuerdo con Ocampo, el déficit fiscal alcanzaría el 7,1% del producto interno bruto (PIB) en 2025, aunque el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) estima que podría situarse en 7,6%.

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De acuerdo con Ocampo, el déficit fiscal alcanzaría el 7,1% del producto interno bruto (PIB) en 2025 - crédito Leonardo Muñoz/EFE

El exministro sostuvo que “es uno de los más altos de la historia” y alertó que, para cumplir con la reducción al 6,2% proyectada para 2026, se requeriría un ajuste adicional superior a 35 billones de pesos, citando estimaciones conjuntas del Carf y Fedesarrollo.

La columna también menciona que el desequilibrio fiscal continúa agravándose, en parte por el uso irregular de la cláusula de escape de la regla fiscal, y por la reciente evaluación negativa del Fondo Monetario Internacional (FMI) frente a la política fiscal del país.

Esta calificación llevó tanto al Gobierno nacional como al Banco de la República a desistir de la línea de crédito flexible del FMI, considerada la mejor otorgada por dicho organismo para países con políticas económicas sólidas.

Ocampo aseguró en El Tiempo que acceder a esa línea “ya había sido suspendido y la posibilidad de renovación el año entrante era nula”.

En este contexto, la deuda pública marca una tendencia al alza, lo que supone riesgos añadidos para la estabilidad financiera de Colombia. Según previsiones recogidas en la columna, la deuda se ubicaría en 61,7% del PIB en 2025 y crecería hasta 63,5% en 2026, porcentajes que constituyen “los niveles más altos de la historia” y superan el 53,4% registrado al cierre de 2023.

En el análisis, Ocampo recalca que, pese al panorama adverso, han existido aspectos positivos asociados a la estrategia implementada por Crédito Público a partir de mitad de año.

En el análisis, Ocampo recalca
En el análisis, Ocampo recalca que, pese al panorama adverso, han existido aspectos positivos asociados a la estrategia implementada por Crédito Público a partir de 2025 - crédito Asobancaria

Entre las acciones destacadas se encuentra “la emisión en septiembre de un bono por 4.100 millones de euros, el primero en diez años, a una tasa más baja que en dólares”.

Además, se realizó una operación en la que participaron seis bancos internacionales en francos suizos, valorada en unos 9.300 millones de dólares, dedicada a la recompra de deuda con descuento tanto en dólares como en pesos.

Ocampo señaló en El Tiempo que estos movimientos tienen riesgos cambiarios relativamente bajos, dado que “el euro y el franco suizo se han revaluado significativamente frente al dólar”.

A esas medidas se sumó, según la columna de El Tiempo, “la revaluación del peso, que ha reducido el monto de la deuda en pesos”, si bien dicho efecto podría ser temporal. A escala regional, la reducción del margen de riesgo para los bonos de las economías emergentes también tuvo impacto: “El margen de riesgo de los bonos latinoamericanos se redujo en un punto porcentual entre abril y septiembre, con disminuciones más fuertes para Colombia y México (128 y 127 puntos)”, escribió Ocampo.

No obstante, enfatizó que Colombia sigue manteniendo un nivel de riesgo mayor respecto a Brasil y, de manera especial, frente a Chile y Perú.

El texto de Ocampo incluye comentarios sobre la deuda interna, donde se presenta “una reorientación hacia pasivos menos costosos y de menor plazo”.

Sin embargo, aclara que no resulta correcto atribuir el encarecimiento de la deuda pública exclusivamente a decisiones del Banco de la República.

Al respecto, detalló: “Desde diciembre de 2023 la tasa del Banco ha disminuido casi 4 puntos porcentuales y la de créditos bancarios, unos 5 puntos, pero la de los TES de un año solo ha disminuido un punto y, pese a la reducción en relación con sus picos en junio, las de los de cinco y diez años han aumentado”.

José Antonio Ocampo aclara que
José Antonio Ocampo aclara que no resulta correcto atribuir el encarecimiento de la deuda pública exclusivamente a decisiones del Banco de la República - crédito Colprensa

Finalmente, la columna advierte que, aunque la deuda pública ha comenzado a ceder en relación con el PIB —descendiendo de algo más del 61% a mediados de año a 60,2% en septiembre—, esta tendencia podría revertirse si no se concreta un ajuste en materia fiscal. Ocampo señaló en El Tiempo: “Si no se hace ajuste fiscal, esta mejoría podría interrumpirse e incluso revertirse”.