Joven con crisis de salud mental esperó más de 8 horas para ser atendida en hospital de Bogotá y se fue sin lograrlo: “No me querían recibir”

En pleno Día Mundial de la Salud Mental, la mujer evidenció la precariedad del sistema al observar a otros pacientes que necesitaban atención prioritaria, pero enfrentaron múltiples barreras, reflejo de la crisis en urgencias psicológicas

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La EPS Famisanar envió una ambulancia, pero según le comentaron a la joven, no había clínicas con convenio para atender su caso - crédito @annamar_sia/Instagram

El 10 de octubre, coincidiendo con el Día Mundial de la Salud Mental, una mujer decidió buscar atención médica en Bogotá tras experimentar una crisis emocional que consideró urgente.

Según relató, la EPS Famisanar envió una ambulancia a su domicilio, pero al llegar le informaron que no había clínicas con convenio para atender su caso. Como consecuencia, fue remitida a un hospital público, donde permaneció más de ocho horas esperando atención de psiquiatría antes de optar por una salida voluntaria, debido a la falta de atención especializada.

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En un video publicado en su cuenta de Instagram, la paciente narró que ningún hospital quería recibirla. Explicó que su EPS había limitado los convenios con la mayoría de las clínicas, lo que impedía la atención tanto de urgencias médicas como de problemas de salud mental. Relató que incluso para situaciones relacionadas con sus oídos, como supuración o infecciones, no habría podido recibir atención en clínicas privadas conveniadas.

La mujer explicó que se comunicó con la línea 106, donde recibió orientación y envío de ambulancia. Sin embargo, al llegar al hospital público, permaneció durante horas en una camilla en el suelo sin recibir atención de psiquiatría. Relató: “Me enviaron una ambulancia y me fui. Después de estar allí, en una camilla en el suelo, esperando atención, no había atención de psiquiatría, opté por pedir salida voluntaria”.

Precariedad en los servicios de urgencias

Durante su espera, la joven
Durante su espera, la joven observó a otros pacientes con problemas similares, algunos mostrando agresividad por la demora - crédito Alcaldía de Bogotá/Sitio web

Durante su estancia en la sala de urgencias, la paciente observó la situación de otros usuarios y la falta de personal especializado. Según su relato, ese día había entre cinco y seis personas esperando atención de salud mental, algunas de ellas llevaban muchas horas y presentaban signos de frustración e incluso agresividad.

La mujer mencionó que algunos pacientes debieron ser sujetados por el personal de urgencias y que no había un médico ni un psiquiatra disponible hasta la medianoche. Sobre esta situación, comentó: “Vino un médico general, me remitió la historia clínica y esperé. Es muy irónico porque se habla de conmemorar el día de la salud mental, pero en Colombia la atención prioritaria a urgencias psicológicas no existe”.

La paciente aclaró que la falta de atención, a su consideración, no es responsabilidad del personal médico, sino del deterioro en la salud mental y la crisis en el sistema de salud que enfrenta el país: “No es culpa de los enfermeros ni de los médicos, porque no son las formas, pero esto demuestra que la salud mental en Colombia está muy deteriorada. Y lo cuento porque mi proceso de salud mental siempre ha sido como el de mis oídos, o sea, desastroso”.

La culpa o la responsabilidad siempre va a recargar en uno como paciente o en el médico. Pero todo el sistema de salud que está colapsado, que está quebrado, que es corrupto, sigue su curso como si nada. Y mientras tanto usted y yo seguimos sufriendo las consecuencias”, puntualizó la mujer.

La paciente destacó que la
La paciente destacó que la falta de atención prioritaria no era culpa de los médicos, sino del colapso del sistema de salud - crédito @annamar_sia/Instagram

El testimonio de la mujer se produce en medio de un panorama crítico para la salud mental en el país. En el último año, se han cerrado más de 530 camas destinadas a atención de salud mental, a pesar de que la demanda de estos servicios continúa en aumento. Varios hospitales han suspendido temporalmente sus servicios de urgencias o de otras especialidades, para concentrarse en áreas de alta complejidad.

Estos cierres se explican principalmente por problemas financieros derivados de la falta de pago oportuno de las EPS, lo que ha obligado a las instituciones a limitar servicios estratégicos para garantizar su viabilidad. La consecuencia directa es que los pacientes enfrentan mayores barreras de acceso a servicios de salud mental, mientras aumenta la preocupación en el sector sanitario sobre la fragilidad del sistema.

En su publicación, la mujer también compartió la experiencia de observar a otros pacientes: “Cabe mencionar que yo tengo la fortuna de contar con mis familiares y con una red de cuidado importante… pero, viendo a varios pares en la sala de urgencias con condiciones diversas como ‘abandono social’ o diagnósticos de tratamiento prioritario, no pude evitar cuestionarme la desigualdad que mata y sigue matando. Fue inevitable reírme de las incongruencias entre los postulados y las consignas que se intentan establecer sobre salud mental y la realidad de quienes requerimos atención”.

La mujer señaló la desigualdad
La mujer señaló la desigualdad en la atención y la precariedad que afecta a pacientes con urgencias psicológicas - crédito Academia Nacional de Medicina de Colombia

Finalmente, la paciente emitió un mensaje de apoyo para quienes atraviesan situaciones similares: “Hoy no es un día sabroson para mí… algo tiene que cambiar en el mundo, algo debe pasar para que la empatía vuelva su mirada a la humanidad. Si estás en las mismas que yo, tranqui, podemos hablar y sostenernos en conjunto”.