Arrestaron en Santa Marta a un trío de falsos domiciliarios que utilizaban la aplicación de Rappi y maletines de la empresa para repartir marihuana

La Policía señaló que el uso de aplicativos digitales para fines delictivos constituye una modalidad emergente de camuflaje del microtráfico urbano: este era el ‘modus operandi’ de la banda

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Las autoridades decomisaron nueve kilos
Las autoridades decomisaron nueve kilos de marihuana, junto con bolsas plásticas y otros elementos destinados a la dosificación de la droga- crédito Imagen Ilustrativa Infobae/Colprensa/Freepik

Tres individuos fueron arrestados en Santa Marta luego de que las autoridades descubrieran que simulaban ser repartidores de Rappi para encubrir actividades de microtráfico, un caso que puso en alerta a las autoridades de Santa Marta (Magdalena).

Según el informe de la Policía Metropolitana de la ciudad, los detenidos empleaban tanto el uniforme como las maletas características de la empresa de domicilios para transportar estupefacientes por distintos sectores de la ciudad, logrando así pasar inadvertidos ante la comunidad.

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Durante el operativo, los agentes incautaron alrededor de nueve kilos de marihuana, junto con bolsas plásticas y otros elementos destinados a la dosificación de la droga. De acuerdo con la información oficial, los falsos repartidores se valían de la confianza que genera el servicio de domicilios para facilitar la distribución de sustancias ilícitas en zonas residenciales.

Los detenidos simulaban ser repartidores
Los detenidos simulaban ser repartidores de Rappi para encubrir actividades de microtráfico en Santa Marta - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

El oficial a cargo del procedimiento detalló que los sospechosos organizaban las entregas mediante llamadas y mensajes, simulando pedidos legítimos a través de la aplicación. Esta estrategia les permitía desplazarse sin restricciones y realizar entregas sin despertar sospechas entre los habitantes de la ciudad.

Tras la detención, las tres personas quedaron a disposición de la Fiscalía General de la Nación, que ha iniciado las investigaciones pertinentes para determinar si los capturados forman parte de una estructura criminal más amplia dedicada al tráfico de drogas en la capital del Magdalena.

Las autoridades subrayaron que el uso de plataformas digitales para fines delictivos constituye una modalidad emergente de camuflaje del microtráfico urbano. En respuesta, anunciaron que se intensificarán los controles en las áreas donde operan aplicaciones de domicilios.

Finalmente, la Policía instó a la ciudadanía a denunciar cualquier comportamiento sospechoso, con el objetivo de contribuir a la desarticulación de redes criminales que emplean estos mecanismos para poner en riesgo la seguridad y la tranquilidad de la comunidad.

Con uniformes, maletines y hasta
Con uniformes, maletines y hasta la aplicación de Rappi: así era el modus operandi del tridente de falsos domiciliarios arrestados - crédito Luisa González/Reuters

‘Rappi cama’, la curiosa práctica insalubre que fue tendencia

Una fotografía compartida en la plataforma X mostró a dos repartidores, uno sentado y otro acostado en el suelo, con la cabeza dentro del morral utilizado para transportar alimentos, lo que desató un debate sobre la limpieza de los implementos y la responsabilidad de la empresa Rappi en la supervisión de sus colaboradores. La peculiar modalidad que fue tildada popularmente como ‘Rappi cama’.

“La ‘Rappi cama’ en la que después transportan alimentos… es una pena que esa empresa siga sin poder solucionar el tema de sus colaboradores, que invaden el espacio público, afean la ciudad y algunos, como el de la foto, hacen lo que no deben”, reza en un mensaje original en la red social.

La denuncia, que rápidamente se viralizó, dividió a los usuarios entre quienes cuestionaron la falta de controles sanitarios y quienes consideraron que el tono del reclamo era clasista y poco solidario con los repartidores.

Mientras la discusión sobre la “Rappi cama” se intensificaba en el ámbito digital, Infobae Colombia recogió el testimonio de una usuaria de Bogotá que relató una experiencia problemática con la plataforma. El 19 de septiembre, la ciudadana realizó un pedido a un restaurante ubicado en la calle 140, en el norte de la capital.

Las prácticas insalubres y las
Las prácticas insalubres y las denuncias por domicilios que nunca llegan a su destino sembraron las dudas sobre la confianza de los ciudadanos en Rappi - crédito Nathalia Angarita/Reuters

Según su relato, el repartidor asignado “se robó la comida que encargué”, ya que, aunque el pedido había sido retirado del local, el repartidor marcó en la aplicación que el restaurante seguía preparando la orden.

La afectada explicó que otros dos repartidores intentaron completar la entrega, pero no pudieron hacerlo porque la comida ya no estaba disponible. Además, describió las dificultades que enfrentó para cancelar la orden y evitar el cobro, ya que el sistema no le permitía anular el pedido sin que se le cargara el monto total, a pesar de no haber recibido el producto.

“Me tocó ir ese día hasta el restaurante para explicarles la situación. Finalmente, Rappi canceló el pedido y no me cobraron, gracias a que el tercer domiciliario se comunicó con soporte de Rappi para que ellos hicieran el proceso de cancelación”, relató la usuaria en comunicación con Infobae Colombia.

El tercer repartidor, según el testimonio recogido por Infobae Colombia, le comentó que este tipo de incidentes es frecuente y conocido entre los trabajadores de la plataforma. De acuerdo con su versión, “algunos ciudadanos venezolanos se roban los domicilios y se les ve comiéndose todo sobre la calle 140, donde hay muchos restaurantes”.