
La tregua entre Los Costeños y Los Pepes, sellada en la cárcel La Picota de Bogotá, coloca a Barranquilla y el Atlántico en el centro de un experimento para reducir la violencia urbana y transformar estructuras criminales mediante negociación directa entre sus líderes.
En entrevista con W Radio, Jorge Eliécer Díaz Collazos, conocido bajo el alias de Castor y líder máximo de Los Costeños, desglosó la lógica, las condiciones y los límites de la tregua pactada con Digno José Palomino Rodríguez, jefe de Los Pepes.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel
Sus respuestas, recogidas en una conversación que duró cerca de treinta minutos, ofrecen una visión profunda sobre intereses, contradicciones y anhelos en el entorno criminal de la región caribe.
Alias Castor y su compromiso con la paz: inició con una cita de la Biblia
La entrevista inicia con una invocación religiosa; “Castor” citó una frase bíblica para enmarcar su posición: “Aquellos que promueven la paz por medios pacíficos están sembrando una cosecha de justicia” (Santiago 3:18).
Según las palabras de Díaz Collazos, todos los miembros relevantes de Los Costeños han decidido respaldar el proceso con un compromiso total, resaltando la fatiga por los muertos y el desgaste de la violencia.
Para el líder criminal la dimensión humana pesa: “Ellos también tienen sus familias, se ha perdido mucha gente en esta guerra y ya nadie quiere seguir en eso”.

El convenio con Los Pepes incluye el cese bilateral de hostilidades hasta el 26 de enero de 2026 y la promesa de reducir actividades ilegales, como extorsiones y reclutamiento de menores.
La importancia de este acuerdo radica en que buscan disminuir la presión sobre la ciudadanía y permitir unas festividades menos violentas en Barranquilla y municipios cercanos de cara al inicio de la temporada de fin de año.
El impacto inmediato y los límites del control: la guerra entre ‘Los Costeños’ y ‘Los Pepes’
No obstante, el pacto ha sido puesto a prueba casi de inmediato; todo porque medios locales reportaron incidentes graves ocurridos luego del anuncio, incluyendo un triple homicidio un día después del anuncio de la tregua —el viernes 3 de octubre, y que dejó como víctimas a José Robles Rocha (24 años), Jefferson Villegas Ramírez (31) y Alejandro Osorio Piñeres (24)— y el crimen de una cajera que se negó a pagar una extorsión.
Sobre estos hechos, Castor sostuvo: “Eso es materia de investigación. No pretendemos que se nos endilgue todo lo que sucede en la ciudad”, y remarcó que parte de esa violencia escapa al control de las dos bandas principales.
Díaz Collazos explicó que han reportado estos incidentes a las autoridades, indicando que existen bandas que, valiéndose de los nombres de Los Costeños y Los Pepes, cometen delitos de manera autónoma.
Una situación similar a la que ocurrió en Bogotá con varias organizaciones que cobran extorsiones haciéndose pasar por miembros del Tren de Aragua y Los Satanás.

Extorsión, uno de los dolores de cabeza en Barranquilla: dinámicas y atribuciones entre Costeños y Pepes
La extorsión fue el aspecto central en el diálogo. Sobre este delito, que afecta a comerciantes, empresarios y ciudadanos comunes, “Castor” argumentó a la emisora que muchas de las amenazas y cobros ilegales son ejecutados por actores independientes que utilizan la imagen de las organizaciones.
“La mayoría de los comandos en los barrios todos los días reclaman a gente que simplemente se les hace fácil llevar un panfleto, extorsionar un negocio y no pertenecen a ningún grupo”, explicó Díaz.
El jefe criminal detalló que como parte del acuerdo con Los Pepes, este delito quedó prohibido entre los miembros de ambas estructuras.
“Todas las extorsiones por parte de Costeño y de Pepe se organizó para que fueran algo prohibido, para que el Atlántico fuera una zona libre de extorsión”, aseveró el líder de Los Costeños.
A pesar de este compromiso, “Castor” admite que identificar y desarticular a los grupos independientes será una tarea compleja y de largo plazo, aunque reportó una reducción significativa en el número de casos desde septiembre.

La tregua entre Los Costeños y Los Pepes: restricciones y expectativas
Según alias Castor, el acuerdo no se limita a la no agresión directa entre bandas.
“En los diálogos la petición nuestra es transformar las economías ilícitas a lícitas”, expuso Díaz Collazos, el señalar que dentro del pacto se incluyeron condiciones como la suspensión total del microtráfico en las cercanías de colegios, parques y lugares de recreación familiar.
También se comprometieron a no involucrar menores en actividades delictivas.
Sobre el plazo del acuerdo, el líder criminal señaló que hasta el 20 de enero la “misión” es consolidar un acuerdo más robusto, con el objetivo de dejar condiciones para la pacificación permanente.
Asimismo, “Castor” reiteró que cualquier transformación depende, en parte, de la voluntad estatal (endilgando de alguna forma todo esto al Gobierno del presidente Gustavo Petro) para facilitar proyectos económicos y educativos que permitan la reintegración de sus miembros.

El papel del Estado: peticiones y rechazo
Alias Castor Negó que existieran acuerdos secretos para su traslado o para el nombramiento como gestor de paz, puntualizando que su estructura busca cambios para los jóvenes.
“No estamos pidiendo nada que no se pueda realizar. Queremos proyectos productivos y acompañamiento para cambiar vidas”, expresó el jefe criminal.
Según sus declaraciones, la petición principal es abrir la posibilidad de que los actuales integrantes de las bandas migren a actividades legales bajo supervisión y con apoyo psicológico y académico.
“Hay muchos talentos dentro de ambos grupos, personas inteligentes, con capacidades y virtudes para trabajar con la comunidad y desarrollar los barrios”, declaró Díaz Collazos.
Mientras que en el momento que fue Consultado sobre el componente político, “Castor” fue tajante al decir: “Nosotros no tenemos ningún interés político. Somos una estructura que busca una salida negociada a un conflicto urbano que afecta a miles”.
De paso, el líder de Los Costeños aclaró que las acciones sociales, como la entrega de mercados o kits escolares, llevan años ejecutándose y no buscan votos ni representación formal.

Guerra entre Los Costeños y Los Pepes en Barranquilla: pandillas satélite y responsabilidad de terceros
En el diálogo radial surgió la pregunta por la presencia de otras organizaciones criminales en Barranquilla y el Atlántico.
“Castor” evitó mencionar nombres concretos, invocando razones de seguridad y requerimientos jurídicos.
“No sería prudente nombrar; ellos sabrán por este mensaje que deben sumarse a la paz urbana”, contó Díaz Collazos. Sin embargo, advirtió que sin el compromiso de estos actores es bastante complicado un escenario de convivencia.
Aclarando cómo son las dinámicas criminales en Barranquilla y el área metropolitana de la capital del Atlántico, “Castor” sostuvo que detrás de muchos hechos de violencia y extorsión operan estructuras menores armadas que, a pesar de usar el nombre de las grandes bandas, actúan con independencia.

También hizo hincapié en que la reducción de homicidios y extorsiones es resultado del proceso conjunto de tregua iniciado meses atrás, y no solo de un anuncio formal.
Reparación a las víctimas y la búsqueda de justicia
Cuando le tocaron cómo serán reparadas las víctimas de la violencia, Castor expuso que el primer paso es conocer la verdad de los hechos.
“La reparación empieza con la verdad. Las víctimas tienen derecho a saber por qué, qué ocurrió y a manos de quién”. Díaz Collazos puntualizó que ya están entregando información detallada sobre crímenes a la Fiscalía y remarcó el costo humano de las disputas.
“En esta guerra se mataban amigos. Digno (Palomino, su rival y líder de Los Pepes) vivió en mi casa, yo en la de él; nuestros hijos se consideran familia. Es una guerra entre conocidos”, explicó “Castor”.
El líder sostuvo que el proceso deberá contemplar aspectos de reparación moral, social, psicológica y económica, y que la mejor manera de resarcir a la comunidad será ver a los jóvenes de las bandas integrados a la vida productiva, abandonando la criminalidad.

‘Castor’ aseguró que fue víctima de la criminalidad y por eso decidió combatirla: “Amenazaban mi vida”
Al hablar de su historia personal, “Castor” relató que originalmente era estudiante de derecho en la Universidad del Atlántico y manejaba taxis antes de verse forzado a abandonar su carrera por amenazas de grupos rivales.
“Aparecí en unos panfletos de Los Rastrojos, donde amenazaban mi vida. Decidí vender mis taxis y enfrentar la violencia”, reconoció Díaz Collazos, y detalló que la cultura de conflicto de su barrio de origen, San Roque, influyó en este tránsito a la actividad criminal.
Hoy en día el líder de Los Costeños cursa estudios de administración de empresas desde prisión y aseguró a la cadena radial que busca redimir su vida y la de sus allegados mediante el estudio y la autocrítica.
En este sentido, alias Castor recordó propuestas pasadas para convertir colegios en centros de formación técnica, idea que plantea como ruta para la reinserción de jóvenes en la región.
El preacuerdo judicial y el mensaje de ‘Castor’ a sus hombres: ‘Los Costeños’
Alias Castor confirmó que participa en un proceso de preacuerdo con la Fiscalía, admitiendo delitos y colaborando con la justicia.
“He decidido aceptar mis delitos, contar la verdad de la guerra y contribuir a la reparación”, remarcó Díaz Collazo, y describió que la búsqueda de una salida negociada también surge de haber perdido familiares a causa del conflicto.

“Yo también soy víctima; mi papá fue asesinado en represalia. Pero la guerra debe quedar entre quienes están en ella. Debemos tomar conciencia de que son vidas humanas”, aclaró “Castor”.
Al final, dirigió un mensaje a sus seguidores y miembros del grupo: “Muchachos, saben que esto va a llegar a su fin, que la tranquilidad de sus hogares depende de este proceso de paz”, mencionó Díaz Collazos, que llamó a dejar atrás la extorsión, el asesinato y el reclutamiento de menores. Además, expresó que la transformación debe ser real y durable, para no repetirse el ciclo de violencia.
El rol de las autoridades locales y los pedidos expresos al Estado
Díaz Collazos explicó que la alcaldía de Barranquilla todavía no se ha integrado de manera formal al proceso de pacificación, aunque augura que en próximas semanas habrá coordinación con los gobiernos locales en Malambo, Soledad, Jalapa y Puerto Colombia.
En ese mismo orden, el líder criminal le pidió al alcalde Alejandro Char y a las federaciones de comerciantes que se sumen al proceso: “No estamos exigiendo nada imposible. Deben tener voz también las víctimas y toda la ciudadanía”.
“Castor” advirtió que no existen reclamos de impunidad ni exigencias políticas, sino voluntad de colaborar en una transición vigilada socialmente, “para demostrar que la paz urbana puede ser un éxito en el Atlántico”, concluyó.
Más Noticias
Ministerio de Salud negó aumento de muertes por enfermedades huérfanas y aseguró que las cifras muestran una reducción en 2025
Mientras la Federación Colombiana de Enfermedades Raras alertó sobre un incremento de fallecimientos por falta de atención médica, la cartera sostuvo que los registros oficiales reflejan una tendencia contraria

Informe revela si hay que hacerse ilusiones o no con una pronta bajada de precios en los productos de la canasta familiar
El contraste de perspectivas entre centros de estudio y analistas independientes evidencia la incertidumbre sobre el futuro de la política monetaria

Colombia puede volver a la semifinal de un mundial después de 22 años; también enfrentó a España en esa ocasión
La Tricolor derrotó 3-1 a Sudáfrica y volverá a jugar el sábado 11 de octubre a las 3:00 p. m.

Ni los periodistas se salvan de la inseguridad en Bogotá: con tecnología avanzada robaron a equipo de CityTv
Un transmisor profesional y objetos personales fueron sustraídos del vehículo de periodistas en Engativá, mediante el uso de un inhibidor de señal, según imágenes de cámaras de seguridad

Gustavo Petro ‘destrozó’ al concejal de Medellín ‘El Gury’ Rodríguez y exaltó el legado del DJ Avicii: “Arte y libertad”
El presidente comparó la figura del político con la del artista sueco que, a pesar de sus problemas personales, representó para él un símbolo de expresión “libertaria”
