Ideam reporta la pérdida de 1.198 hectáreas de selva amazónica en el segundo trimestre del 2025

Aunque la deforestación cayó respecto al año pasado, nuevos puntos de presión surgen en zonas del sur y oriente del país, donde el bosque sigue bajo amenaza

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La deforestación en la Amazonia
La deforestación en la Amazonia colombiana disminuyó un 15,6% en el segundo trimestre de 2024, según el Ideam - crédito Jorge Sáenz(AP

Entre los paisajes infinitos de la Amazonia colombiana, donde el verde parece no tener final, el más reciente informe del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) trajo un dato que, aunque preocupante, deja un respiro moderado: la deforestación se redujo durante el segundo trimestre del año.

Entre abril y junio, la entidad reportó la pérdida de 1.198 hectáreas de bosque, una cifra que representa una disminución del 15,6% respecto al mismo periodo de 2024.

De acuerdo con el Ministerio de Ambiente, este es el segundo registro más bajo en cinco años, un logro que se explica en parte por los avances en dos departamentos que históricamente cargan con parte del peso de la deforestación amazónica. En Meta, la reducción fue de 345 hectáreas frente al año anterior, mientras que en Caquetá se contabilizaron 213 hectáreas menos. Ambos territorios concentran buena parte de los esfuerzos institucionales y comunitarios para frenar la pérdida de selva.

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Meta y Caquetá lideran la
Meta y Caquetá lideran la reducción de pérdida de bosque, mientras Putumayo y Guaviare registran aumentos - crédito Antonio Lacerda/EFE

Aun así, el panorama no es uniforme. En Putumayo y Guaviare, las alertas del Ideam mostraron un aumento de la deforestación, el primero registró 140 hectáreas adicionales y el segundo 167 hectáreas más que en el mismo periodo de 2024. Estos dos departamentos, junto con Meta, siguen siendo el corazón de la presión sobre el bosque amazónico.

En palabras del Ideam, “la deforestación estimada para este trimestre se concentró principalmente en los departamentos de Meta (31%), Guaviare (26%) y Putumayo (20%); en ellos los municipios más afectados son Mapiripán (Meta) y Calamar (Guaviare)”.

El informe detalló, además, los puntos críticos donde la tala continúa avanzando. Uno de los más activos está ubicado entre Puerto Lleras y Vistahermosa, en Meta. Allí, las alertas se concentran en las veredas El Darién-Cunimia y Villa La Paz, en Puerto Lleras, y en Alto Las Delicias, en Vistahermosa. Según el documento, “este núcleo está delimitado geográficamente al sur por el río Güejar, al norte por el caño Cunimia. Dicho núcleo se sitúa en las proximidades del límite norte del Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena, una zona de alta importancia ecológica”.

A ese punto se suman otros tres focos de preocupación que el Ideam catalogó como “puntos de interés”. El primero se encuentra en Tibú, Norte de Santander, donde confluyen factores como los cultivos de uso ilícito, la ganadería extensiva, la expansión agrícola industrial y la extracción ilegal de madera. Estos motores hicieron que la frontera de deforestación se extienda hacia zonas donde antes predominaban los bosques húmedos tropicales.

El informe del Ideam identifica
El informe del Ideam identifica nuevos focos críticos de deforestación en Meta, Norte de Santander, Córdoba y Antioquia - crédito/AP

El segundo punto crítico está en Tierralta, Córdoba, un territorio que enfrenta problemas similares.

“Se identifica una agrupación de áreas deforestadas en las veredas Resguardo Alto Sinú, Esmeralda Cruz Grande e Iwaga. Estas áreas evidencian una significativa pérdida de cobertura boscosa”, explicó el Ideam. Allí se encuentra el Parque Nacional Natural Paramillo, que reportó un 25% más de deforestación que en el mismo trimestre del año pasado, un repunte que llama la atención tras los operativos realizados en 2023 para desarticular redes de tala ilegal dentro del área protegida.

El tercer foco está en El Bagre, Antioquia, donde la minería ilegal y los cultivos ilícitos continúan devastando el entorno. “En las veredas La Bamba, Santa Margarita, Santa Teresa y La Rica Mequí se identifican polígonos de deforestación en inmediaciones a las zonas de extracción minera del río Nechí”, advirtió el reporte.

Las alertas tempranas muestran que
Las alertas tempranas muestran que la presión sobre la selva amazónica persiste, pese a la reducción global de la deforestación - crédito Parques Nacionales Naturales

El Ideam recordó que estas cifras corresponden a un sistema de alertas tempranas, que permite estimar el comportamiento de la deforestación casi en tiempo real, aunque los datos definitivos y consolidados solo se conocerán a comienzos de 2026. Aun así, el balance preliminar deja un mensaje mixto, la Amazonia está perdiendo menos bosque que en años anteriores, pero los focos de presión persisten y se desplazan hacia nuevas zonas.