El peso colombiano se fortalece frente al dólar y en octubre de 2025 se consolida como la moneda más fuerte de América Latina

El avance de la divisa local abre un debate sobre la sostenibilidad del crecimiento y la necesidad de equilibrio entre políticas fiscales y monetarias

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El peso colombiano le ganó
El peso colombiano le ganó terreno al dólar, luego de varios meses de pérdidas importantes - crédito Colprensa

El peso colombiano se consolidó como la moneda más fuerte de América Latina durante septiembre y octubre de 2025, al ubicarse por debajo de los $4.000 por dólar. Dicho avance, que primero se interpretó como un signo de confianza en la economía nacional, generó inquietud entre exportadores y analistas, que advierten sobre el impacto negativo en la competitividad y los márgenes de rentabilidad, en medio de una inflación persistente y fuerte debate sobre la política monetaria.

La moneda local fue la segunda de mayor apreciación en octubre, solo superada por el sol peruano, y los analistas prevén que el tipo de cambio oscilará entre $3.850 y $3.890 en los próximos días.

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El desempeño del peso colombiano está marcado por una combinación de factores externos e internos. En septiembre de 2025 la moneda nacional lideró la revaluación regional con un avance del 2,17% frente al dólar, impulsada por el recorte de tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), que opera en un rango entre 4% y 4.25%, y un entorno financiero más favorable para los mercados emergentes. El real brasileño y el peso mexicano también registraron apreciaciones, aunque menores, mientras que el peso argentino fue la única divisa de la región que perdió valor.

En la jornada del 8
En la jornada del 8 de octubre, el dólar cerró en promedio de $3,880.04 - crédito Rayner Peña/EFE

A nivel internacional, la debilidad del euro frente al dólar, motivada por la incertidumbre política en Francia y la desaceleración de la zona euro, dio soporte temporal a la divisa estadounidense. Sin embargo, las dudas sobre el cierre del Gobierno estadounidense incrementaron la aversión al riesgo, lo que se reflejó en un aumento histórico del precio del oro, que superó los USD4.000 la onza. La situación favoreció a varias monedas emergentes, incluida la colombiana, que se benefició de la depreciación del dólar, estimada entre 10% y 13% frente a otras monedas principales.

Al respecto, el analista de mercados de Atfx Latam, Felipe Mendoza, explicó a La República que “las monedas emergentes enfrentan un entorno mixto, pero relativamente estable, si bien el dólar encuentra apoyo en la demanda de refugio, el diferencial de tasas aún atractivo y los flujos constantes hacia América Latina siguen respaldando el desempeño del peso colombiano”.

Factores internos: política monetaria y fiscal

Y en el ámbito local, la política monetaria y fiscal resultaron como determinantes en el fortalecimiento del peso. La operación de manejo de deuda del Ministerio de Hacienda y las expectativas de estabilidad en la tasa de referencia del Banco de la República consolidaron la confianza de los inversionistas. Durante septiembre, la tasa de cambio se movió desde los $4.040 hasta mínimos cercanos a $3.830.

El Ministerio de Hacienda, en su más reciente comunicado, destacó los beneficios fiscales obtenidos por operaciones de cobertura y recompra de bonos, aprovechando “la buena disponibilidad de dólares y la apreciación del peso”.

El ministro Germán Ávila Plazas afirmó que “la Nación ha podido recuperar la confianza en el manejo técnico de la deuda pública colombiana”, lo que se reflejó en menores tasas de interés para la deuda externa.

El Banco de la República
El Banco de la República mantiene la tasa de interés en 9,25% - crédito Jaime Saldarriaga/Reuters

No obstante, la política monetaria enfrenta tensiones internas. Dentro de la Junta Directiva del Banco de la República existe un grupo minoritario que considera que el banco central debería acelerar la reducción de tasas (9,25% actual) para aliviar los efectos de la apreciación del peso sobre la economía real. Este grupo sostiene que “una reducción de tan solo 25 puntos básicos en lo corrido del año resulta excesivamente conservadora” y advierte que mantener tasas altas “podría introducir dinámicas desestabilizadoras en las finanzas” en un contexto de dólar débil y alta revaluación del peso.

Según las minutas de política monetaria, “el peso fuerte afecta directamente a los sectores más dinámicos, aquellos distintos a los tradicionales del petróleo y el carbón”. Los codirectores que votaron por una reducción mayor de tasas argumentan que “pretender enfriar la economía con tasas reales altas ahogaría el nuevo patrón de desarrollo basado en el consumo de los hogares y la economía popular”.

Impacto en exportadores y sectores productivos

El impacto de la apreciación del peso se siente con especial fuerza entre los exportadores. El presidente de la Asociacón Nacional de Comercio Exterior (Analdex), Javier Díaz, expresó a Bloomberg que “un dólar en los niveles actuales empieza a afectar a las exportaciones, sobre todo cuando la inflación todavía no cede. Eso está reduciendo la rentabilidad de la actividad exportadora, y esa es justamente la queja de muchos empresarios”.

Los sectores agrícola, agroindustrial y manufacturero han sido los más afectados. Díaz explicó al medio que “el golpe se siente con mayor fuerza en los productos con valor agregado nacional. En cambio, aquellos que utilizan una proporción importante de insumos importados pueden compensar parcialmente la apreciación del peso, ya que ahora esos insumos resultan más baratos”.

Las exportaciones colombianas se ven
Las exportaciones colombianas se ven impactadas con la volatilidad del dólar - crédito Álvaro Tavera/Colprensa

Por su parte, el director general y de estrategia macroeconómica para Latinoamérica de XP Investments, Andrés Pardo, señaló que “todo lo relacionado con las exportaciones —sectores como el cafetero, agrícola, manufacturero o textil— depende en gran medida de las ventas al exterior. Cuando el tipo de cambio se aprecia por encima de su nivel de equilibrio, se reduce la competitividad y los márgenes de las empresas exportadoras, y eso puede poner en riesgo su estabilidad financiera”.

Pardo agregó que, en el caso de Colombia, la apreciación fue de alrededor del 13%, similar a lo ocurrido con el real brasileño. “No estamos solos en este proceso, pero sí entre los países que más se han apreciado”, añadió. Además, resaltó que “muchas de las preguntas de inversionistas internacionales giran en torno a cuánto piensa monetizar el Gobierno y cómo eso puede afectar el mercado cambiario”.

Perspectivas y riesgos futuros

Las perspectivas para el peso colombiano y la economía nacional presentan señales contradictorias. Por un lado, la apreciación de la moneda ha permitido reducir el costo de la deuda y abaratar las importaciones, lo que el Gobierno ha destacado como un logro fiscal.

Por otro, analistas citados por Bloomberg advierten que un peso sobrevaluado puede convertirse en un obstáculo para la recuperación del crecimiento, al afectar la productividad, la diversificación exportadora y la estabilidad de sectores clave para el empleo. La inflación, aunque en descenso, se mantiene por encima de la meta, con un dato reciente de 5,18% y tres alzas consecutivas. El riesgo, coinciden varios expertos, es que el país entre en una zona de confort cambiaria difícil de sostener si no se logra una coordinación efectiva entre la política monetaria y fiscal.