El euro se desinfla: la moneda europea cae en Colombia y preocupa a los mercados, así cerró la jornada del 7 de octubre

Analistas advierten que la divisa podría seguir cayendo si persiste la inestabilidad en los mercados internacionales

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El euro pierde fuerza ante
El euro pierde fuerza ante la incertidumbre política y la desaceleración económica en Europa - crédito Antonio Bronic/REUTERS

El precio del euro en Colombia cerró la jornada del 7 de octubre de 2025 en un promedio de $4.511,10, lo que representó una caída de $3,49 frente al día anterior, equivalente a una variación diaria de -0,08%. Durante la sesión, la divisa europea alcanzó un máximo de $4.523,67 y un mínimo de $4.495,71, reflejando una volatilidad moderada en el cruce EUR/COP.

Si bien no se registraron máximos históricos, la caída en su valor responde a una combinación de factores internacionales, como las expectativas sobre la política monetaria en Estados Unidos y la inestabilidad en los mercados globales, junto con elementos locales que influyen en la oferta y demanda de divisas. En las casas de cambio, el euro se cotizó en un rango de $4.360 para la compra y $4.530 para la venta.

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El peso colombiano mantiene estabilidad
El peso colombiano mantiene estabilidad pese a la caída de exportaciones energéticas y la presión inflacionaria - crédito Freepik

En los últimos siete días, el euro marca una disminución 0,88%, de manera que desde hace un año todavía mantiene una disminución del 3,21%.

Con relación a las variaciones de este día respecto de días previos, giró las tornas respecto del de la jornada previa, en el que marcó una bajada del 0,6%, mostrándose incapaz de asentar una tendencia definida. Además, observando la volatilidad de estos siete días, se observa que es inferior a la cifra lograda para el último año (14,84%), de modo que su cotización está presentando menos alteraciones de lo esperado recientemente.

Análisis de mercado

El euro atraviesa un periodo de fragilidad frente a un entorno global enrarecido, en el que la incertidumbre política en Europa y los signos de desaceleración económica alimentan la cautela de los inversionistas. La crisis de gobierno en Francia, con una deuda pública que equivale al 114% del PIB y un déficit que podría alcanzar el 5,4% en 2025, debilitó la confianza en la estabilidad fiscal de la región. Mientras tanto, las ventas minoristas apenas avanzaron un 0,1% en agosto, y el crecimiento interanual se redujo al 1%, su nivel más bajo desde mediados de 2024.

En economías clave como Alemania e Italia, las cifras negativas (-0,2% y -0,3% respectivamente) reflejan un consumo doméstico más débil y un menor dinamismo del mercado laboral. Todo ello presiona al euro, que enfrenta dificultades para recuperar terreno frente a monedas más sólidas.

En el Reino Unido, la libra tampoco ofrece señales de fortaleza, arrastrada por un mercado inmobiliario en enfriamiento. Los precios de la vivienda cayeron 0,3% en septiembre y el crecimiento anual se moderó a 1,3%, su punto más débil desde abril del año anterior. Este retroceso apunta a una economía que sigue resentida por los efectos de la política monetaria restrictiva del Banco de Inglaterra y por la pérdida de impulso del consumo interno. Aun así, el debilitamiento de la libra dio cierto respiro a las exportaciones, aunque no lo suficiente para revertir la tendencia de desaceleración.

El peso colombiano mantiene estabilidad
El peso colombiano mantiene estabilidad pese a la caída de exportaciones energéticas y la presión inflacionaria - crédito Europa Press

Del otro lado del Atlántico, el peso colombiano se mueve en un contexto volátil marcado por factores internos y externos. A nivel local, la caída del 0,1% interanual en las exportaciones de agosto evidencia una economía que aún depende en exceso de los productos energéticos, cuyas ventas al exterior se desplomaron 18,1%. Sin embargo, el dinamismo del sector agrícola, que creció 49,3%, mitigó parcialmente ese golpe.

El mercado cambiario colombiano sigue atento al comportamiento de la inflación de septiembre, que probablemente se mantendrá por encima del rango meta del Banco de la República, lo que podría limitar las expectativas de una baja rápida en las tasas de interés. En este escenario, el peso conserva cierta estabilidad gracias a la moderación de los precios del petróleo y al ingreso de capitales extranjeros atraídos por tasas aún elevadas.

En Estados Unidos, la parálisis gubernamental y el llamado “apagón de datos” complican las proyecciones de la Reserva Federal. La falta de información oficial agrega incertidumbre sobre la dirección de la política monetaria, mientras los funcionarios de la Fed discuten si mantener el sesgo restrictivo ante señales de enfriamiento económico. El Índice de Gerentes de Logística cayó a su nivel más bajo en seis meses, una alerta que contrasta con la reciente imposición de un arancel del 25% a los camiones y el impulso intervencionista en el sector minero, parte de la estrategia industrial de Washington.

Estados Unidos enfrenta incertidumbre monetaria
Estados Unidos enfrenta incertidumbre monetaria por la parálisis gubernamental y la falta de datos oficiales - crédito Antonio Bronic/REUTERS

En Asia, los contrastes son notables. China afianza su poder financiero con reservas de divisas por 3,3 billones de dólares, el nivel más alto desde 2015, y una acumulación sostenida de oro que refuerza su posición frente a Estados Unidos antes de la cumbre de Apec. Japón, en cambio, enfrenta señales mixtas, los indicadores líderes mejoran, pero el mercado laboral y la actividad económica se debilitan. El Banco de Japón mantiene su tasa en 0,5% mientras proyecta una inflación de 2,7%, reflejando la tensión entre un gobierno que busca estímulos y una autoridad monetaria que prioriza la estabilidad.

América Latina no escapa a la inestabilidad, México muestra una caída en la confianza del consumidor a 46,5 puntos y Brasil enfrenta dudas fiscales pese a un superávit comercial de 2.990 millones en septiembre. En este tablero global, el euro se debilita por la inercia europea y el peso colombiano se sostiene con dificultad, atrapado entre la presión inflacionaria interna y los vaivenes de los mercados internacionales.