Denuncian que cónsul en Madrid, ex cónsul en Milán y exembajador tienen a sus hijos en importantes puestos diplomáticos

Un colombiano exiliado en Madrid denunció ante que la carrera diplomática se ha convertido en un espacio elitista y hereditario, donde los hijos de diplomáticos ocupan los cargos más codiciados

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El cónsul general de Colombia
El cónsul general de Colombia en Madrid, Javier Darío Higuera Ángel; el excónsul de carrera en Milán, Carlos Alfredo Carretero Socha; y Federico Rocha Fajardo, hijo del fallecido exembajador Álvaro Rocha Lalinde, fueron mencionados en una denuncia que advierte sobre presuntas prácticas de privilegio y herencia dentro de la Carrera Diplomática colombiana. - crédito Cancillería de Colombia y LinkedIn

Una denuncia presentada por un ciudadano colombiano exiliado en Madrid volvió a poner en entredicho la transparencia de la carrera diplomática de Colombia.

En una carta dirigida a Harold González Duque, nuevo director de la Academia Diplomática y de la Carrera Diplomática, y con copia a la Presidencia de la República, el denunciante aseguró que el sistema diplomático colombiano funciona como una estructura de privilegios familiares, donde los cargos parecen heredarse entre apellidos tradicionales del servicio exterior.

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Según el testimonio recibido por Colombianos en el Exterior y Retornados (Colexret), la Cancillería mantiene un modelo “elitista, clasista y hereditario” que favorece a los hijos de diplomáticos activos o retirados, quienes —según afirma— acceden a los mejores puestos y destinos en el exterior, desplazando a otros colombianos que no cuentan con influencias o conexiones dentro del cuerpo diplomático.

“El servicio exterior se ha convertido en una especie de título nobiliario, donde los puestos se reparten entre las mismas familias y los hijos heredan los privilegios de sus padres”, escribió el denunciante, quien lleva más de diez años fuera del país.

En su carta, agrega que esta situación afecta especialmente a los colombianos en el exilio o residentes en el exterior, quienes enfrentan mayores obstáculos económicos y logísticos para participar en los concursos de ingreso.

Entre los casos mencionados, el ciudadano señala a Javier Darío Higuera Ángel, actual cónsul general de Colombia en Madrid, cuyo hijo Nicolás Higuera González estaría vinculado a la representación diplomática ante la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington.

También menciona a Carlos Alfredo Carretero Socha, excónsul de carrera en Milán, cuyo hijo, Julián Andrés Carretero Rodríguez, hace parte de la misma carrera.

A ellos se suma el caso del fallecido Álvaro Rocha Lalinde, exembajador y figura reconocida de la élite bogotana, cuyo hijo Federico Rocha Fajardo continúa en el servicio exterior.

Para el denunciante, estos ejemplos reflejan una “diplomacia feudal” que impide la renovación del cuerpo diplomático colombiano y perpetúa las mismas estructuras de poder.

Carlos Alfredo Carretero Socha, excónsul
Carlos Alfredo Carretero Socha, excónsul de carrera en Milán, fue mencionado por el denunciante por la presencia de su hijo dentro de la Carrera Diplomática colombiana - crédito Cancillería de Colombia

“La carrera diplomática se ha convertido en una talanquera para renovar las viejas prácticas que la hacen un gremio elitista, clasista y, oh sorpresa, hasta hereditario”, afirmó en su comunicación.

El ciudadano, quien se define como exiliado político, cuestiona además la legitimidad del sistema de meritocracia dentro de la Cancillería. En su carta, sostiene que mientras algunos deben “esforzarse el doble o triple” para acceder a una plaza, otros disfrutan de ventajas heredadas por sus vínculos familiares.

“¿Cómo es posible que existan señoritos blancos que hereden de sus padres los puestos bajo la falsa meritocracia, mientras personas preparadas, incluso exiliadas, son marginadas de estos procesos?”, se pregunta.

En su denuncia, el ciudadano también cita el caso de su hija, socióloga de la Universidad Nacional de Colombia, quien habría intentado ingresar a la Carrera Diplomática en dos ocasiones, sin éxito.

Asegura que su situación migratoria le ha impedido presentar las pruebas desde el exterior, lo que califica como una forma de “doble victimización”.

Javier Darío Higuera Ángel, actual
Javier Darío Higuera Ángel, actual cónsul general de Colombia en Madrid, fue señalado en la denuncia por tener a su hijo vinculado a la representación diplomática ante la OEA en Washington - crédito Cancillería de Colombia

La comunicación incluye además un derecho de petición dirigido al director de la Academia Diplomática, en el que solicita información detallada sobre el número de hijos de diplomáticos activos en la carrera, los cargos que ocupan, los destinos que han tenido y el total de viáticos pagados desde 2021.

También pide explicaciones sobre las medidas de control para prevenir conflictos de interés y garantizar la igualdad de oportunidades.

“El Estado debería garantizar que los procesos sean realmente meritocráticos y que los exiliados o colombianos en el exterior tengan acceso en igualdad de condiciones. No puede ser que la diplomacia siga siendo un asunto de linajes”, enfatizó el denunciante.

Federico Rocha Fajardo, hijo del
Federico Rocha Fajardo, hijo del fallecido exembajador Álvaro Rocha Lalinde, también fue citado en la denuncia como parte de los casos que reflejarían la herencia de privilegios en el servicio exterior - crédito LinkedIn

La plataforma Colexret, que recibió copia de la denuncia, aseguró que conserva todas las pruebas aportadas y que ninguna de sus publicaciones sobre el tema ha sido objeto de acciones judiciales por injuria o calumnia, lo que, según la organización, respalda la veracidad de la información.

El denunciante concluye su carta pidiendo que la Cancillería y la Academia Diplomática rechacen públicamente estas prácticas y adopten medidas para poner fin a lo que denomina “una diplomacia feudal nobiliaria”.

“Esto tiene que cambiar —afirma— porque entre los diplomáticos que impiden las transformaciones de la política exterior existen señoritos con título de diplomáticos de nacimiento, heredables como privilegios. Y ahí sí nadie dice nada”.