Este es el prontuario de Juan Diego Marín, hijo del contrabandista “Papá Pitufo”: se le acusa de violencia intrafamiliar, santería y homicidio

La reciente captura de Juan Diego Marín Franco en Cartagena ha reavivado el debate sobre la violencia intrafamiliar, los procesos judiciales y las conexiones con redes criminales en Colombia.

Marín Franco, hijo de Diego Marín Buitrago —conocido como “Papá Pitufo” y señalado como el ‘zar del contrabando’—, fue detenido el 23 de septiembre por tentativa de homicidio y violencia intrafamiliar tras atacar con arma blanca a su exesposa María Andrea Arango Montenegro.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel

El caso, revelado en detalle por la revista Cambio, expone la gravedad de los hechos recientes, un historial de denuncias previas y un antecedente judicial por homicidio que fue precluido en 2019.

Según el testimonio de la víctima ante la Fiscalía General de la Nación, la agresión ocurrió en un apartamento del condominio Morros Eos, en la zona norte de Cartagena.

Arango Montenegro relató que Marín Franco la hirió en varias partes del cuerpo, incluyendo el cráneo, el abdomen y la espalda, utilizando dos cuchillos tras una discusión motivada por celos y control.

“Me cortó cuatro veces, en el cráneo, en el hombro, en la ceja. Al defenderme con las manos me cortó en los dedos. Me hirió en la costilla, en la espalda y en el abdomen”, declaró la mujer, quien ya había denunciado a su exesposo en tres ocasiones anteriores por maltrato físico, psicológico, económico y sexual.

La fiscal Adriana Margarita Benítez, encargada del caso, calificó la agresión como “salvaje, brutal” y destacó la gravedad de las heridas, especialmente una penetrante en el abdomen que provocó un sangrado abundante.

Benítez argumentó ante el juez que existían antecedentes de violencia previa y que el ataque podría constituir una tentativa de feminicidio, ya que “este ciudadano la estaba viendo a ella como algo que le pertenecía”, según el expediente obtenido por Cambio.

El operativo policial se activó tras una llamada de auxilio. Los agentes encontraron a la víctima ensangrentada y la remitieron de inmediato a un hospital, donde fue sometida a una cirugía de laparotomía exploratoria.

Marín Franco fue hallado en otro apartamento del mismo complejo, donde se hospedaba su escolta, y presentaba heridas en el cuerpo.

Los policías informaron que el detenido, conocido como “Perrito”, se negó inicialmente a recibir atención médica, pero luego accedió tras ser notificado de su captura.

El informe policial, citado por el diario nacional, indica que Marín Franco “se encontraba al parecer bajo los efectos del alcohol” y que la escena del crimen no fue debidamente custodiada debido a la presencia de su esquema de seguridad y personal del edificio.

El caso actual se inscribe en un contexto de antecedentes de violencia intrafamiliar. María Andrea Arango Montenegro había presentado al menos tres denuncias previas contra Marín Franco por distintos tipos de maltrato. Además, la fiscal Benítez señaló que el comerciante figura como indiciado en un proceso por violencia intrafamiliar en la Fiscalía 57 de Bogotá.

La víctima relató que, pese al divorcio formalizado en marzo, Marín Franco continuó hostigándola y manipulándola, lo que derivó en la agresión ocurrida en Cartagena. La menor hija de ambos no presenció los hechos, ya que había regresado a Bogotá antes del ataque.

Más allá de los hechos recientes, el historial judicial de Marín Franco incluye un proceso por homicidio en Cali que fue precluido en 2019. De acuerdo con documentos a los que accedió Cambio, la Fiscalía Séptima Especializada de Cali abrió en 2017 una investigación contra Marín Franco y Walter Andrés Penagos Uhlig, alias Capulina, por el asesinato del comerciante Julio César Salazar Giraldo, ocurrido en septiembre de 2016.

El expediente también vinculaba a Marín Franco con otros dos homicidios, basándose en el testimonio de José Manuel Maldonado, alias El Lobo, un sicario condenado y miembro de la estructura criminal de alias Boliqueso.

Alias El Lobo inicialmente señaló a Marín Franco como uno de los líderes de la organización y a su padre como supuesto financista. Sin embargo, un mes después de la imputación, el testigo se retractó mediante un manuscrito en el que afirmaba haber mentido bajo presión y por venganza.

El fiscal Héctor Roberto Neira, encargado del caso, presentó esta retractación y otros testimonios para solicitar la preclusión del proceso, argumentando que no se pudo desvirtuar la presunción de inocencia de los acusados. Entre las pruebas aportadas figuraban declaraciones de familiares de “El Lobo”, capturas de pantalla de supuestas conversaciones entre policías y criminales, y testimonios de personas que aseguraban conocer a los verdaderos autores de los crímenes.

El proceso concluyó con la preclusión definitiva en mayo de 2019, decisión adoptada por el Juzgado 004 Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Cali.

No obstante, el fiscal Neira expresó inquietud por la posibilidad de que la policía judicial hubiera manipulado la investigación, sugiriendo que pudo haberse intentado favorecer a personas vinculadas al narcotráfico.

El entorno familiar de Juan Diego Marín Franco añade otra capa de complejidad al caso. Su padre, Diego Marín Buitrago, alias Papá Pitufo, es señalado como líder de una red criminal dedicada al contrabando y la corrupción de funcionarios públicos.

Marín Franco, conocido por su actividad comercial en los san andresitos de Bogotá y Cali, ha trabajado durante años en los negocios familiares y enfrenta ahora un proceso judicial que podría tener repercusiones más allá del ámbito personal.