Clara López defendió la postura de Petro frente a Israel y Palestina: “No se puede mirar hacia otro lado”

La precandidata presidencial habló con Infobae Colombia sobre política exterior y sostuvo que el país tiene la obligación ética y jurídica de alzar la voz ante crímenes de lesa humanidad

Guardar
Clara López defiende la política
Clara López defiende la política exterior de Colombia basada en los derechos humanos y la prevención del genocidio - crédito Infobae Colombia

En plena contienda política hacia las elecciones presidenciales de 2026, la precandidata Clara López Obregón conversó con Infobae Colombia sobre su visión de la política exterior y, en particular, acerca de la posición que asumió el presidente Gustavo Petro frente al conflicto en Israel y Palestina.

López, quien ha sido ministra de Trabajo, alcaldesa encargada de Bogotá y candidata presidencial en anteriores ocasiones, no dudó en defender una línea de actuación cimentada en los compromisos internacionales de Colombia y en la idea de que los derechos humanos no reconocen fronteras.

“Colombia es firmante de todos los tratados de Naciones Unidas”, recordó López, al explicar que la política exterior en este caso se engloba en el Tratado contra el Genocidio, aprobado tras la Segunda Guerra Mundial en respuesta a los horrores del Holocausto. Dicho tratado, enfatizó, obliga a los Estados no solo a condenar estas prácticas, también a prevenirlas, sancionarlas y evitar cualquier contribución que facilite su desarrollo.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook

La precandidata presidencial respalda la
La precandidata presidencial respalda la postura de Gustavo Petro sobre Israel y Palestina, apelando a tratados internacionales - crédito Europa Press

“Ese tratado lo han firmado prácticamente todos los países. Su lema es ‘Nunca Más’. Y bajo el lema de ‘Nunca Más Genocidios’ está la obligación de impedirlos y perseguir a quienes los lleven adelante”, señaló la precandidata.

En su análisis, el caso de Gaza e Israel no puede verse de manera aislada, sino como parte de un debate más amplio sobre la humanidad en su conjunto. Por ello, defendió la decisión de la Corte Penal Internacional de emitir órdenes de detención contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu; su ministro de Defensa, y también contra el líder de Hamas, por considerar plausible que se esté cometiendo un genocidio. “Es un crimen contra la humanidad. Y la gente olvida que todos somos humanidad”, expresó con énfasis en Infobae Colombia.

Un asunto que trasciende fronteras

López también se refirió a una de las críticas más frecuentes que aparecen en redes sociales: que Colombia se ocupe de la situación en Gaza cuando dentro del país persisten conflictos armados y masacres en departamentos como el Cauca. Para ella, esta objeción no reconoce la interconexión de los problemas globales.

“¿Y ustedes por qué se ocupan de Gaza en vez de ocuparse del Cauca?”, planteó como ejemplo. Y de inmediato respondió: “Pues porque, como dijo el papa Francisco en esa bellísima encíclica: Fratelli Tutti, todos somos hermanos, todos somos la misma humanidad. Y si hay un crimen contra la humanidad en un lugar del mundo, no podemos mirar hacia otro lado”.

La economista aseguró que este principio es esencial para comprender la política exterior contemporánea. Para ella, no se trata de escoger entre la defensa de la vida en Colombia o en otros países, sino de reconocer que los derechos humanos son universales.

- crédito Mateo Riaños/Infobae Colombia
- crédito Mateo Riaños/Infobae Colombia

Una “solidaridad de especie”

López justificó su posición en un concepto que definió como “solidaridad de especie”. Según explicó, esta visión conecta problemas tan diversos como la crisis climática, el racismo, la xenofobia y las políticas restrictivas contra la migración con situaciones extremas como el genocidio. En todos los casos, señaló, el origen es el mismo, la negación del otro como hermano y la incapacidad de poner la vida como centro de la acción política.

“Por eso es que el presidente vincula el cambio climático, la política terrible contra la migración, el racismo, el Holocausto, el genocidio de Gaza. Porque todos tienen los mismos orígenes, no reconocer al otro como hermano”, insistió.

En este punto, recordó también las palabras del papa Francisco, que criticó la jerarquía que algunas potencias aplican al definir sus prioridades, primero la familia, luego el vecino, y en último lugar el resto del mundo. Para López, esta manera de pensar es equivocada y peligrosa. “Si permitimos que ocurra en una parte, cuando nos visite a nosotros, ¿qué va a pasar? ¿Quién nos va a ayudar?”, cuestionó.

Entre la política y la ética

Más allá de las diferencias políticas que dividen a la oposición y al Gobierno en torno a la postura de Colombia frente a Israel y Palestina, López propuso mirar el asunto desde una dimensión ética y jurídica. Recordó que el compromiso con los tratados internacionales no es opcional y que el país tiene la obligación de alzar la voz ante posibles violaciones al derecho internacional humanitario.

En ese sentido, defendió la coherencia de la política exterior actual, al destacar que Colombia no puede cerrar los ojos frente a un posible genocidio en Gaza, así como tampoco debería ignorar la violencia que persiste dentro de sus fronteras. Para ella, el desafío está en articular ambos escenarios bajo el principio de que la vida humana es indivisible. “Todos somos humanos”, reiteró en Infobae Colombia. “Y si permitimos que ocurra en una parte, nos puede pasar lo mismo y quedaremos solos”.

La precandidata advierte sobre los
La precandidata advierte sobre los riesgos de ignorar violaciones al derecho internacional humanitario en Gaza - crédito Henry Romero/REUTERS

Un mensaje de campaña

La postura de Clara López frente a este tema refleja también el tono que quiere imprimirle a su precandidatura presidencial. En su visión, Colombia debe ejercer un papel activo en la defensa de los derechos humanos y la paz, no solo dentro de su territorio, también en el escenario internacional.

A lo largo de la entrevista, insistió en que la política exterior no puede verse como un tema secundario ni como un asunto distante de la ciudadanía, porque decisiones tomadas en lugares lejanos tienen repercusiones directas en la estabilidad global, en la economía y en la vida cotidiana.

Para López, la solidaridad internacional no compite con las necesidades locales. Por el contrario, es una manera de proyectar coherencia, de garantizar reciprocidad en caso de que el país necesite ayuda y de fortalecer una identidad nacional basada en la dignidad y el respeto por la vida.

“Esta es una solidaridad de especie”, resumió, convencida de que su mensaje conecta con la idea de que Colombia no puede ser indiferente a lo que ocurre más allá de sus fronteras. El reto, como siempre en política, será convencer a los votantes de que estos asuntos tienen impacto directo en sus vidas. Mientras tanto, López ya ha dejado clara su posición: Colombia debe estar del lado de la prevención del genocidio y de la defensa universal de los derechos humanos, porque “si hay un crimen contra la humanidad en un lugar del mundo, no podemos mirar hacia otro lado”.