El euro cayó en Colombia y encendió las alarmas: así cerró frente al peso el 1 de octubre y esto es lo que viene para su precio

El retroceso del euro refleja no solo la prudencia del BCE, también la fragilidad de la economía colombiana ante el rezago tributario y la volatilidad internacional

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La divisa europea mostró volatilidad
La divisa europea mostró volatilidad moderada, con máximos de $4.622,23 y mínimos de $4.546,28 en la jornada - crédito Antonio Bronic/REUTERS

El precio del euro en Colombia cerró la jornada del 1 de octubre de 2025 en un promedio de $4.568,81, lo que representó una caída de $41,36 frente al día anterior, equivalente a una variación diaria de -0,90%. Durante la sesión, la divisa europea alcanzó un máximo de $4.622,23 y un mínimo de $4.546,28, reflejando una volatilidad moderada en el cruce EUR/COP.

Si bien no se registraron máximos históricos, la caída en su valor responde a una combinación de factores internacionales, como las expectativas sobre la política monetaria en Estados Unidos y la inestabilidad en los mercados globales, junto con elementos locales que influyen en la oferta y demanda de divisas. En las casas de cambio, el euro se cotizó en un rango de $4.360 para la compra y $4.530 para la venta.

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Factores internacionales y locales influyeron
Factores internacionales y locales influyeron en la baja del euro, incluyendo expectativas sobre la política monetaria de EE.UU. y la inestabilidad global - crédito Freepik

Teniendo en cuenta los últimos siete días, el euro anota un incremento 1,28%; sin embargo en términos interanuales aún acumula una disminución del 3,37%.

Analizando este dato con el de días anteriores, invirtió el resultado de la jornada previa, en el que acabó con un descenso del 0,8%, demostrando que es incapaz de asentar una tendencia estable. La volatilidad de esta semana presentó un balance superior a la volatilidad que reflejaron las cifras del último año, así que presenta mayores cambios que la tendencia general del valor.

Narrativa del mercado

El euro y el peso colombiano se encuentran en el centro de un escenario internacional complejo, marcado por tensiones inflacionarias en Europa, dudas fiscales en Colombia y la amenaza de un vacío de información en Estados Unidos. La interacción de estos factores perfila un entorno de elevada volatilidad en los mercados cambiarios, en el que ambas monedas deben afrontar desafíos distintos pero igualmente condicionados por decisiones de política monetaria y fiscal en las principales economías del mundo.

En la eurozona, la persistencia de la inflación obliga al Banco Central Europeo (BCE) a mantener una posición de cautela. Con un promedio de 2,2 % impulsado por los repuntes en Alemania (2,4%) y España (2,9%), los precios permanecen por encima de la meta oficial. Esto refuerza la expectativa de que el BCE prolongue su actual política de tasas sin modificaciones en el corto plazo, trasladando la discusión sobre eventuales ajustes a diciembre.

La estabilidad, aunque frena cualquier especulación inmediata, también contiene el atractivo del euro frente al dólar, generando un impacto indirecto sobre monedas emergentes como el peso colombiano, cuya cotización depende en gran medida del diferencial de tasas internacionales y de la confianza en la gestión fiscal interna.

En casas de cambio, el
En casas de cambio, el euro se cotizó entre $4.360 para la compra y $4.530 para la venta - crédito Antonio Bronic/REUTERS

En el caso de Colombia, el Fondo Monetario Internacional emitió un diagnóstico mixto. Mientras reconoce la efectividad de la política monetaria restrictiva para controlar la inflación, advierte sobre un deterioro fiscal preocupante. La suspensión de la Regla Fiscal dejó en entredicho la credibilidad del país ante los mercados, lo que presiona las primas de riesgo y aumenta la vulnerabilidad del peso. La recomendación del organismo internacional apunta a una consolidación fiscal “sustancial y decidida”, condición clave para recuperar confianza y limitar la depreciación de la moneda frente al euro y el dólar.

El telón de fondo lo pone Estados Unidos, donde el riesgo de un cierre del gobierno amenaza con interrumpir la publicación de datos cruciales como el informe de empleo. La ausencia de cifras oficiales constituye un verdadero “apagón informativo” que dificultará la labor de la Reserva Federal en su reunión de octubre. A la incertidumbre se suma la contracción del sector manufacturero, reflejada en el índice de la Fed de Dallas de -8,7, en contraste con el repunte del sector de vivienda. La imposición de nuevos aranceles a partir del 14 de octubre añade otra capa de presión sobre la economía y, en consecuencia, sobre la trayectoria del dólar frente al euro y las divisas emergentes.

Las demás economías reflejan señales divergentes que, de manera indirecta, influyen en el desempeño del euro y del peso. China combina un PMI oficial en contracción (49,8) con un PMI privado en expansión (51,2), lo que evidencia una economía que resiste con ayuda de estímulos y un superávit externo robusto de USD128.700 millones.

La volatilidad semanal del euro
La volatilidad semanal del euro superó la tendencia anual, reflejando mayor inestabilidad en el mercado cambiario - crédito Dado Ruvic/REUTERS

Japón, en cambio, muestra debilidad con caídas en ventas minoristas y producción industrial, lo que consolida la permanencia de su política monetaria ultraexpansiva. En América Latina, México sufre un deterioro laboral con más de 200.000 empleos perdidos en un año, mientras Brasil exhibe resiliencia con un desempleo en mínimos históricos pese a tasas restrictivas.

Finalmente, el euro conserva cierta estabilidad, sostenido por la política prudente del BCE, aunque limitado por la persistencia de la inflación. El peso colombiano, en cambio, navega entre la presión externa derivada de la volatilidad global y la necesidad urgente de disciplina fiscal para preservar la confianza. La interacción entre estas fuerzas determinará la evolución de ambas monedas en un entorno internacional donde la incertidumbre se ha convertido en la norma.