Niño de 7 años habría sido abusado por tres adolescentes; su madre contó su historia: “Era como un ofrecimiento al diablo”

El menor de edad empezó a presentar conductas agresivas después de las violaciones. En medio de una pelea con su hermano, reveló a su madre lo que había pasado: fue violado por los amigos de su hermano

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El menor no presentó marcas
El menor no presentó marcas en su cuerpo que demostraran los abusos, debido al paso del tiempo - crédito Camila Díaz / Colprensa

Lizeth Zapata, una mujer colombiana que está formándose como abogada, denunció un hecho de violencia sexual del que habría sido víctima su hijo de siete años, Samuel. De acuerdo con su relato, dado a conocer en el pódcast Conducta Delictiva, el menor fue agredido sexualmente por amigos de su hermano mayor, de 10 años.

La mujer contó que, de vez en cuando, permitía que sus hijos jugaran fútbol con sus amigos, sin la presencia de un adulto. Afirmó que esperaba que su hijo mayor cuidara de su hermano en esos espacios de diversión. Sin embargo, siempre les prohibió que fueran a otras casas del conjunto.

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“De vez en cuando los dejaba que ellos salieran a jugar. Pues confié en que mi hijo mayor iba a estar siempre al tanto de su hermanito (…). Antiguamente, uno salía a jugar y no pasaba nada (…). Lejos de imaginarme lo que iba a suceder con los mismos niños del conjunto donde yo vivía”, detalló en el pódcast.

El niño era aplicado en
El niño era aplicado en sus clases, pero cambió su conducta después de los abusos - crédito Alcaldía de Bogotá

Lizeth Zapata contó que su hijo menor solía ser cariñoso, consentido, amoroso y muy aplicado con sus deberes académicos. Sin embargo, ese bienestar que actitudes que demostraba cambiaron y llamaron su atención. Se tornó agresivo y muy irritable, sobre todo, con su hermano.

Lo golpeaba, lo rasguñaba. Inclusive utilizó alguna vez o en varias ocasiones un palo. Tiraba las cosas, tiraba todo lo que encontraba”, detalló.

En una ocasión, luego de que se formara una nueva discusión entre los hermanos, Lizeth los separó y le preguntó directamente a Samuel sobre el motivo de su conducta. El menor, en medio del llanto y los gritos, reveló la verdad: que había sido abusado sexualmente por tres adolescentes, de 13, 14 y 15 años, respectivamente, en el parqueadero de su conjunto residencial, y, en ocasiones, en las casas de los victimarios.

Los adolescentes, presuntamente, cometían los
Los adolescentes, presuntamente, cometían los abusos en medio de rituales - crédito Yahya Arhab/EFE

“[Dijo]: ‘Mamá, lo que pasa es que los amigos de mi hermano me violaron’. Esa fueron las palabras textuales de mi hijo. Entonces, pues obviamente yo quedé en shock. Quedé sin saber qué hacer. No sabía, lo único que hice fue sentarme a llorar y pues llamé a mi pareja y le dije”, relató.

La mujer llevó a su hijo al hospital para que le hicieran los respectivos chequeos. En la revisión, no hallaron marcas visibles que demostraran que hubo una violación, puesto que el evento traumático había pasado hacía un año. No obstante, los psicólogos escucharon la versión del menor, que reveló detalles de los abusos.

“[Dijo]: ‘Un niño amigo de mi hermano mayor, quien tiene 13 años, me llevaba hacia el parqueadero cuando nosotros estábamos jugando. Me llevaba alzado, me tapaba la boca y con un cuchillo me llevaba hacia el parqueadero en la parte de atrás donde hay una camioneta y ahí él me bajaba los pantalones’”, contó la madre del menor.

Para que estos abusos tuvieran lugar, obligaban al niño a beber una especie de fármaco que lo adormecía e inhabilitaba para actuar. “El niño se tenía que tomar eso y, pues, que eso le hacía sentir a él mareado, que muchas veces eso lo hacía vomitar”, contó.

Otros niños habrían sido víctimas
Otros niños habrían sido víctimas de los adolescentes - crédito Camila Díaz/Colprensa

Además, en algunas ocasiones, los adolescentes hacían una especie de ritual antes de cometer las agresiones sexuales. Según reveló Lizeth Zapata, los señalados abusadores hacían un círculo o una estrella en el piso y una oración antes de violar al niño. “Yo puedo deducir que, pues que era como un ofrecimiento al diablo o era un, un ritual satánico que hacían estos adolescentes”, explicó.

Además, al parecer, los adolescentes documentaban los abusos sexuales: “Todo lo grababan y le tomaban fotos”. Y, según el relato de Samuel, hubo otras víctimas y, algunas veces, fue obligado a presenciar esas agresiones sexuales.

El niño está en un proceso psicológico y se está llevando a cabo una investigación sobre los hechos en la Fiscalía.