Ojo con los frenos de su carro: expertos explican cuándo cambiarlos y evitar un golpe al bolsillo

Saber cuándo cambiar las pastillas y los discos de freno no es solo cuestión de ahorrar dinero: es la clave para evitar accidentes y manejar con tranquilidad en cualquier carretera de Colombia

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Las luces en el tablero
Las luces en el tablero son una señal clara de que el sistema de frenos necesita atención inmediata - crédito VisualesIA

En la carretera no hay nada más importante que la seguridad, y uno de los sistemas que más juega en esa tarea es el de los frenos.

Sin ellos en buen estado, el riesgo de accidente aumenta de manera preocupante.

Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, en los últimos cinco años más de tres mil siniestros en Colombia han tenido como causa principal fallas en los frenos. Una cifra que deja claro que no basta con tanquear y salir: también hay que revisar.

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Lo cierto es que muchos conductores solo piensan en los frenos cuando ya están chillando o cuando el carro no responde como antes. Pero esperar hasta ese punto es jugar con la suerte.

Un buen mantenimiento preventivo no solo evita accidentes, sino que también da confianza a la hora de manejar en la ciudad, en carretera o en zonas de montaña.

¿Cada cuánto revisar las pastillas?

Aquí no hay una regla exacta porque depende de cómo manejes, qué carro tengas y por dónde lo uses. En promedio, para un carro particular las pastillas deberían revisarse entre los 20.000 y 40.000 kilómetros.

Pero ojo: si tu vida diaria es puro trancón, con subidas y bajadas constantes, lo más seguro es que necesites hacerlo antes, alrededor de los 25.000.

Carlos Guarín, experto en mantenimiento de carros de lujo, lo explicó clarito: “Los dueños de estos vehículos deberían revisar el sistema cada 10.000 a 15.000 kilómetros, o mínimo una vez al año, cambiar las pastillas entre los 25.000 y 30.000 kilómetros y reemplazar el líquido de frenos cada dos años”. Una rutina que no suena tan complicada, pero que muchos dejan pasar.

Señales que no se pueden ignorar

La revisión de las pastillas
La revisión de las pastillas de freno debe hacerse con regularidad para evitar sorpresas en carretera - crédito VisualesIA

Los frenos avisan cuando están pidiendo cambio. Estos son algunos de los síntomas más comunes:

  • Pastillas delgadas: si bajan de 3 milímetros, toca cambiarlas sí o sí.
  • Chirridos agudos: ese sonido molesto al frenar no es normal, es una alarma.
  • Vibraciones en el pedal o el volante: casi siempre es señal de discos desgastados o desalineados.
  • Luz en el tablero: algunos carros modernos tienen sensor que avisa cuando hay desgaste.

Si aparece alguno de estos síntomas, no lo dejes para después. Lo barato sale caro, y en frenos mucho más.

¿Qué tipo de pastillas escoger?

Hay dos grandes tipos: las semimetálicas, que aguantan más calor y son resistentes para el día a día, y las cerámicas, que duran más en condiciones exigentes (como carreteras de montaña) y generan menos polvo.

La elección depende del uso que le des al carro, pero lo clave es comprar siempre repuestos originales y de calidad certificada. Nada de inventar con piezas genéricas de dudosa procedencia.

¿Y los discos qué?

No basta con cambiar pastillas y ya. Los discos también se desgastan y deben reemplazarse cuando han perdido un 10 % de su espesor original o cuando generan vibraciones al frenar.

Lo ideal es revisarlos cada vez que se cambian pastillas. Los discos delanteros, en promedio, duran unos 100.000 kilómetros, y los traseros cerca de 150.000.

Los ventilados o perforados son más eficientes porque disipan mejor el calor, pero no todos los carros los traen de fábrica. Aquí lo importante es seguir la recomendación del fabricante y del mecánico de confianza.

Un sistema de frenos viejo
Un sistema de frenos viejo y desgastado aumenta el riesgo de fallas y eleva los costos de reparación si no se atiende a tiempo - crédito Visuales IA

El líquido de frenos, ese olvidado

Muchos conductores no saben ni siquiera que el líquido de frenos también se cambia. Y sí, es fundamental. Este líquido transmite la presión desde el pedal hasta las pastillas, y si no está en buen estado, el sistema pierde eficiencia.

  • Para los líquidos DOT3 o DOT4, el cambio debe hacerse cada año.
  • Para el DOT5.1, cada dos años o 50.000 kilómetros.

Un nivel bajo de líquido puede significar desgaste de las pastillas, así que no basta con rellenar. Lo correcto es revisar primero qué está pasando.

Hábitos que alargan la vida de los frenos

Además del mantenimiento, los hábitos de manejo influyen mucho. Algunos consejos prácticos:

  • Evita las frenadas bruscas: desgastan más rápido el sistema.
  • Mantén una buena distancia con el carro de adelante para no frenar de golpe.
  • Usa el freno motor en bajadas largas, sobre todo en carretera.
  • Cuando instales pastillas nuevas, haz un asentamiento suave: frena despacio varias veces para que se adapten bien al disco.
Los discos ventilados permiten una
Los discos ventilados permiten una mejor disipación del calor y un frenado más seguro en trayectos exigentes - crédito VisualesIA

No descuides la seguridad

Un detalle importante: si escuchas un sonido metálico al frenar, significa que las pastillas ya se gastaron tanto que la pinza está raspando directamente el disco.

En ese punto no solo dañas piezas más costosas, sino que te expones a un accidente grave.

En conclusión, el sistema de frenos no es un gasto, es una inversión en tu seguridad y en la de quienes comparten la vía contigo. Revisarlos periódicamente, usar repuestos originales y tener buenos hábitos de conducción puede marcar la diferencia entre un viaje tranquilo y un susto inolvidable.