Congresistas y cañicultores ‘le cayeron encima’ a la ministra (e) Irene Vélez por decir que la caña de azúcar es “un desastre ecológico”

Expertos del sector, incluida la presidenta de Asocaña, así como senadores como María Fernanda Cabal, rechazaron el comentario de la ministra encargada de Ambiente

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El comentario de la ministra
El comentario de la ministra (e) de Ambiente, Irene Vélez, generó un rechazo conjunto entre congresistas, expertos y representantes del sector de la caña - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

Durante la inauguración de la Semana de la Biodiversidad en Cali llamó la atención unas declaraciones de Irene Vélez, ministra encargada de Ambiente y Desarrollo Sostenible, que generaron un intenso debate sobre el impacto ambiental y social de la industria de la caña de azúcar en el Valle del Cauca.

La expansión de la caña de azúcar ha sido un desastre ecológico, y no solo ecológico, sino también social (…) creo que en esto hay que ser muy enfáticos, en la medida en que, por ejemplo, la ocupación de la tierra para la producción de caña de azúcar aquí ha agotado las fuentes de agua subterránea, las ha agotado y también las ha contaminado porque desde la década de los 80 se está utilizando glifosato, potencialmente cancerígeno en humanos, en el 70% de los cultivos de caña de azúcar”, aseguró la ministra durante el desarrollo del panel.

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Las reacciones no se hicieron esperar: una de las más sonadas fue la de la senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, que tildó a la ministra (e) Vélez como “la señora del decrecimiento” y que, según sus palabras, “ataca desde la ignorancia a la caña de azúcar”.

“Los ‘izquierdopatas’ del gobierno Petro ahora tildan como enemigo a la caña, mientras guardan silencio frente a la coca y el narcotráfico que destruyen selvas y contaminan ríos”, aseguró Cabal, según citó El País.

En uno de sus argumentos,
En uno de sus argumentos, la ministra (e) Vélez aseguró que la producción de caña de azúcar ha agotado y contaminado fuentes de agua subterráneas - crédito Colprensa

Por su parte, el representante a la Cámara, Juan Espinal, criticó duramente la postura de la ministra, señalando que sus afirmaciones desconocen el aporte del sector privado. Espinal sostuvo que “la señora Irene Vélez vuelve a demostrar que odia al sector privado y que habla desde la ideología disfrazada de tecnicismo”, y calificó de ignorancia la afirmación de que la caña de azúcar representa un desastre.

El representante defendió su postura argumentando que el sector cañero genera más de 280.000 empleos directos e indirectos, con salarios promedio de $3,9 millones. Además, subrayó que 11.146 familias son propietarias del 75 % de la tierra sembrada en caña en la zona geográfica del Río Cauca, mientras que solo el 25 % pertenece a los ingenios.

Espinal también resaltó los avances ambientales reportados por Asocaña en 2024, entre los que se encuentran la producción de 406 millones de litros de bioetanol para sustituir combustibles fósiles, la generación de 1.876 GWh de energía limpia y el aprovechamiento de 6,3 toneladas de bagazo en la producción de papel y energía.

La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, también se sumó a las voces que refutaron las declaraciones de la ministra, subrayando que el departamento “es más que caña de azúcar”, aunque reconoció que la ventaja competitiva de esta industria en la región debe ser aprovechada.

María Fernanda Cabal fue una
María Fernanda Cabal fue una de las congresistas que rechazó el comentario de la ministra (e) Vélez sobre la caña de azúcar - crédito Camila Díaz/Colprensa y Mariano Vimos/Colprensa

Expertos del sector de la caña controvirtieron el comentario de Vélez

El debate se amplió con la intervención de Willy Valdivia, científico y CEO de Orion Integrated Biosciences Inc., que cuestionó los argumentos de Vélez sobre la contaminación atribuida a la producción de caña. Valdivia explicó a El País que, como planta C4, la caña de azúcar no solo captura carbono, sino que también compensa sus propias emisiones.

Según sus palabras, “la caña de azúcar, por ser una planta C4, no solo captura carbono (~2 t C/ha·año ≈ 7–8 t CO₂e), también compensa sus propias emisiones. En estudios, el secuestro cuadruplica lo emitido (1 t de CO₂ emitida vs. 4,1 t secuestradas)”.

Por su parte, Claudia Calero, presidenta de la Asociación de Cañicultores de Colombia (Asocaña), ofreció a El País una visión detallada sobre el uso del agua, la tierra y el impacto económico de la agroindustria cañera. Calero explicó que en el Valle del Cauca existe un acuífero de aguas subterráneas con una capacidad de 40 millones de metros cúbicos, que se recarga anualmente con 3.500 millones de metros cúbicos, principalmente por lluvias.

Claudia Calero, presidenta de Asocaña,
Claudia Calero, presidenta de Asocaña, también desestimó el comentario de Irene Vélez, en especial sobre lo que mencionó con respecto al glifosato- crédito Colprensa

De esa recarga, según Calero, solo se utiliza entre el 17 % y el 23 % para cultivos agrícolas, sin afectar el acuífero en sí. Calero afirmó que “no es correcto afirmar que se ha agotado”, citando datos de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC). Respecto al uso de glifosato, Calero desmintió la acusación de la ministra.

“Nosotros no contaminamos el agua con glifosato. Esto no es correcto porque desde hace muchísimos años nosotros no utilizamos glifosato. Este sector con ciencia, con tecnología, con innovación, sustituyó este producto y hoy estamos buscando para la maduración de la caña, es decir, para que la concentración desaparezca en nuestros productos, unos abonos foliares que se aplican con equipos de alta precisión”, aseguró Calero.

El científico Willy Valdivia aseguró
El científico Willy Valdivia aseguró que la caña de azúcar no solo captura carbono, sino que también compensa sus propias emisiones - (Imagen Ilustrativa Infobae)

La presidenta de Asocaña también defendió el impacto social y económico de la agroindustria, señalando que los municipios cañeros presentan menores niveles de pobreza multidimensional y un ingreso per cápita 2,8 veces mayor que otros territorios.

Esta agroindustria ha sido una verdadera muralla de contención frente a las economías ilícitas porque donde hay caña y hay agroindustria como esta, que es formal, que genera empleo, que genera ingresos estables, no solamente para los ingenios sino para muchos centenares de empresas, pues aquí también hay oportunidades que sin duda están cerrando la puerta a esas economías ilegales”, subrayó la representante gremial a El País.