
El Gobierno de Gustavo Petro se alista para definir el aumento del salario mínimo que regirá en 2026, en medio de expectativas de un incremento superior a la inflación (cerró en 5,1% anual en agosto de 2025, según el Dane) y de tensiones entre el Ejecutivo y el sector empresarial. El ajuste, el último bajo la administración del primer mandatario de izquiera, reviste especial importancia por el impacto en millones de trabajadores, empresarios y pensionados, así como por la incertidumbre sobre el porcentaje final del aumento.
El salario mínimo en Colombia se ajusta cada año por mandato legal, con el objetivo de proteger el poder adquisitivo de los trabajadores frente al costo de vida. En la última década, los incrementos fueron los más altos registrados, lo que generó debates sobre la sostenibilidad de estos aumentos y el efecto en la economía nacional. Para 2026, la discusión adquiere un matiz especial, ya que se trata del cierre de ciclo para el Gobierno Petro, en medio de un panorama económico con muchas dificultades y de posturas encontradas entre los actores involucrados.
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Las primeras posiciones sobre el ajuste evidenciaron diferencias notables. Mientras el presidente Petro manifestó su intención de decretar un aumento “bastante más arriba que el dato de inflación”, los empresarios expresaron su preocupación por el ambiente de la negociación.

Tensión antes del inicio de la negociación
Por ejemplo, el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (Fenalco), Jaime Cabal, señaló que “no pareciera tener sentido sentarse en la mesa de concertación para fijar un salario mínimo en Colombia mediante consenso”, lo que reflejó el escepticismo del sector privado ante la posibilidad de un acuerdo real. Por su parte, el ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, instó a los empresarios a no descartar la negociación y a basar la discusión en los datos económicos fundamentales.
Como siempre, el proceso de concertación para definir el salario mínimo involucra a representantes del Gobierno, gremios empresariales como la Andi, Acopi y Fenalco, sindicatos, ministerios y expertos académicos. Según la normativa vigente, el primer plazo para alcanzar un acuerdo vence el 15 de diciembre, y la segunda oportunidad se sitúa en el 30 de diciembre. Si en esas fechas no se logra consenso, el Gobierno tiene la facultad de fijar el salario mínimo por decreto.
La cifra que descartó el ministro del Trabajo
Previo al inicio de la negociación surgió el rumor sobre un posible incremento del 11% ($156.585), lo que llevaría el sueldo de $1.423.500 (sin auxilio de transporte) a $1.580.085. Sin embargo, el funcionario aclaró la situación.

“No existe ningún pronunciamiento oficial del mandatario en ese sentido. Ni en el Consejo de Ministros, ni en reuniones privadas, ni en público se ha hablado de esa cifra. El aumento se definirá en la mesa de concertación, evaluando las variables macroeconómicas que entregue el Ministerio de Hacienda”, afirmó el funcionario.
Sanguino resaltó que la decisión final dependerá del análisis conjunto de empresarios, trabajadores y pensionados, que serán convocados en las fechas establecidas por la ley.
Dificultades en el diálogo
El ambiente de la negociación se vio afectado por la percepción de los gremios empresariales, que consideran que las declaraciones del presidente Petro dificultan el diálogo. No obstante, el Gobierno insiste en la importancia de la concertación y en la necesidad de que todos los sectores participen activamente en la definición del ajuste. Sanguino reiteró: “El salario mínimo en Colombia es un derecho de los trabajadores y un tema que impacta a toda la economía nacional. No se trata de caprichos ni de temores, sino de construir un acuerdo justo y responsable”.

Los sindicatos esperan que el incremento del salario mínimo refleje las necesidades reales de los trabajadores y compense la pérdida de poder adquisitivo causada por la inflación. Los empresarios, en cambio, advierten sobre los posibles efectos negativos de un aumento elevado, como el encarecimiento de la nómina y el riesgo de afectar la generación de empleo formal. El Ministerio de Hacienda tendrá un papel clave al entregar las variables macroeconómicas que servirán de base para la discusión.
Qué dicen los trabajadoes
La Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales de Colombia desarrolló el 15 de septiembre una nueva sesión en la que, según declaraciones del presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), Percy Oyola, el tema del aumento del salario mínimo para 2026 aún no fue abordado.
Oyola afirmó aLa FM: “No, todavía no. No hemos hablado del tema salarial”. Dicha postura mantiene en suspenso las expectativas de los trabajadores sobre un posible ajuste en el salario mínimo, un asunto de alto impacto social y económico en el país.
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