Cómo conseguir pareja en Japón: colombiano cuenta en que lugares tienen más éxito los latinos

El video que inicia como un recuento de lugares para conseguir pareja, se convirtió en un relato sobre el racismo

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El colombiano reveló que ha
El colombiano reveló que ha recibido más racismo en el país que como migrante - crédito @kaijapon / TikTok

Para los migrantes a veces no resulta fácil sobreponerse al idioma, los horarios, las costumbres particulares y en gran medida al racismo, hecho que por lo general hace mucho más difícil la tarea de conseguir pareja.

Así quedó reflejado en la conversación entre un colombiano radicado en Japón desde hace seis años y el canal de contenido Kaijapon, en la que un hombre colombiano contó en que lugares es más fácil conseguir pareja en Japón a pesar del racismo.

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El entrevistado, originario de un pequeño pueblo colombiano, narró que la experiencia afrocolombiana en Colombia suele tener más obstáculos en Colombia que en oriente.

Ya sea al buscar trabajo o querer entrar en una discoteca, la ruta puede ser tan compleja que hay que saber a donde se debe asistir para obtener éxito.

En Colombia según los datos del Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes respaldan el testimonio del racismo en Colombia; la población afrocolombiana reporta los mayores índices de discriminación, seguidos en la lista por indígenas, mestizos y blancos. Además, la intensidad del rechazo parece aumentar en proporción directa con el tono de piel.

El influencer suele compartir las particularidades y dificultades que presentan los migrantes en Japón - crédito @kaijapon / TikTok

El racismo en Colombia es una tendencia que nunca se fue del todo en las costumbres del país, siempre estuvo ahí. La narrativa oficial de la “democracia mestiza” ha resultado ser más eslogan que solución, repartiendo brochazos de inclusión bajo los cuales se han tapado siglos de exclusión, olvido y un reconocimiento muy lento. La historia afrodescendiente, muchas veces ha sido silenciada o ralentizada, hasta olvidarse en la actualidad.

En el caso del video, en Japón, el panorama se transforma pero no desaparece, dado que según el entrevistado, todo extranjero sin distinción es discriminado y aplica el popular “todos en el mismo saco”.

El término “gaijin”, aunque a veces se use con simpatía de turista, suele funcionar como recordatorio de que siempre se es “el de afuera”. La frontera, en vez de estar en la aduana, se instala en la vida cotidiana: miradas largas, acceso restringido a oportunidades laborales y sociales, así como discursos poco amables en Internet.

El ciudadano recomendó ir a
El ciudadano recomendó ir a fiestas y lugares latinos, las mujeres asiáticos frecuentan estos lugares - crédito @kaijapon / TikTok

A esta receta se suman minorías históricas como los ainu (pueblo indígena de Hokkaido) y los burakumin, descendientes de una antigua clase marginada, que aún luchan por romper las etiquetas a pesar de los cambios constitucionales.

Para el caso de los migrantes latinos que buscan pareja, el entrevistado recomendó acudir a eventos para amantes de la cultura latinoamericana “ve a los sitios donde hay japonesas, que van a eventos latinos porque van a eso, a ese target. Si tú eres negro, ve a fiesta donde fiesta de afro beat porque van a ese target o fiesta de hip hop o R&B. Entonces, en esos sitios así es superfácil”. Según el hombre, esta estrategia es infalible para conseguir pareja como extranjero.

Además, quienes pretenden hacer vida sentimental en Japón también deben familiarizarse con las reglas no escritas de los romances locales. Allí no basta con invitar a salir, hay conceptos como el kokuhaku (la confesión formal de noviazgo) y el ritmo lento en la formación de vínculos que imponen sus propios desafíos para los migrantes.

El entrevistado revelo que sufrió
El entrevistado revelo que sufrió más discriminación en Cali que en Japón - crédito @kaijapon / TikTok

Por fortuna, existen recursos modernos como Pairs o JapanCupid, además de clubes sociales y grupos de intercambio de idiomas, lugares invaluables para quienes están decididos a descifrar el complejo, y a veces críptico, arte de hacer amistades en japonés.

Entre el racismo camuflado y las fiestas temáticas, la experiencia de los afrocolombianos en Japón se revela como un constante ejercicio de adaptabilidad, resiliencia y, sobre todo, de no perder el toque caribeño; incluso cuando el menú cambia de empanada a onigiri.