Este es el lugar de Colombia donde puede observar a jaguares en plena libertad: claves para llegar desde Bogotá

El viaje hacia este santuario natural revela la cultura llanera y una biodiversidad única en el país, con actividades que van desde safaris hasta paseos en lancha y caminatas guiadas

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La Reserva Natural Hato la
La Reserva Natural Hato la Aurora, conocida como la reserva del jaguar, es un destino ecoturístico emblemático en Casanare - crédito @Alfred_Balle/X

A pesar de los retos en seguridad, el turismo en Colombia ha experimentado un crecimiento sostenido durante la última década, impulsado por la diversidad de paisajes, la riqueza cultural y la promoción del país como un destino fascinante.

A propósito, existe un plan imperdible para los más aventureros. Se trata de un viaje a la Reserva Natural Hato la Aurora, conocida como la reserva del jaguar, que se ha consolidado como uno de los destinos ecoturísticos más emblemáticos del país.

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Ubicada en Casanare, entre los municipios de Paz de Ariporo y Hato Corozal, este santuario natural ofrece la posibilidad única de observar jaguares en libertad, junto a una biodiversidad que atrae a viajeros de todo el país y del extranjero.

Ubicada entre Paz de Ariporo
Ubicada entre Paz de Ariporo y Hato Corozal, la reserva permite observar jaguares y una gran biodiversidad en libertad - crédito @Alfred_Balle/X

Para los que parten desde Bogotá, la pregunta sobre cómo llegar desde Bogotá a este paraíso llanero se convierte en el primer paso de una aventura que promete encuentros cercanos con la naturaleza y la cultura de los Llanos Orientales.

El trayecto desde la capital colombiana hasta la Reserva Hato la Aurora comienza con la ruta hacia Yopal, la ciudad principal de Casanare. Por carretera, la distancia es de aproximadamente 356 kilómetros, lo que representa un viaje de cerca de 6 horas y 44 minutos bajo condiciones normales.

Factores como el tráfico, el clima y el estado de las vías pueden modificar este tiempo, por lo que se recomienda planificar la salida con antelación y consultar el estado de las carreteras antes de partir. Para quienes buscan una alternativa más rápida, existen vuelos directos desde Bogotá al aeropuerto El Alcaraván de Yopal, lo que reduce considerablemente el tiempo de desplazamiento y permite iniciar el recorrido hacia la reserva con mayor comodidad.

Una vez en Yopal, el siguiente tramo lleva a los visitantes hasta la Reserva Natural Hato la Aurora, ubicada a menos de cinco horas de la ciudad. El acceso se realiza por carretera, siguiendo rutas que atraviesan paisajes característicos de la región llanera.

La mejor época para visitar
La mejor época para visitar la reserva es la estación seca, cuando la fauna se concentra y es más fácil el avistamiento de animales - crédito Redes sociales/X

El tiempo estimado de viaje desde Yopal puede variar según el medio de transporte elegido y las condiciones del camino, por lo que se recomienda coordinar previamente con operadores turísticos confiables o la administración de la reserva para asegurar una llegada sin contratiempos.

La planificación del viaje debe considerar las particularidades del clima en Casanare, que se divide en dos estaciones bien marcadas: la seca, de diciembre a abril-mayo, y la lluviosa, de abril-mayo a noviembre. Durante la estación seca, la escasez de agua concentra la fauna en torno a las fuentes hídricas, lo que facilita el avistamiento de animales y permite desplazamientos más sencillos en los safaris.

Según los administradores de la reserva, “toda la fauna está allí buscando el precioso líquido y por lo tanto es más fácil ver animales y también son más fáciles los desplazamientos durante los safaris, hay buena posibilidad de encontrar la anaconda y algunos visitantes han tenido una suerte enorme y han visto el jaguar”.

La reserva protege 9.887 hectáreas
La reserva protege 9.887 hectáreas y alberga más de 350 especies de aves y numerosos mamíferos, incluido el jaguar - crédito Luis Noriega/EFE

En contraste, la temporada de lluvias transforma la sabana en un paisaje exuberante y verde, pero dificulta el acceso a ciertas áreas y dispersa la fauna, lo que puede reducir las oportunidades de avistamiento de especies emblemáticas como el jaguar o la anaconda.

Al llegar a la reserva, los visitantes encuentran un espacio de conservación de 9.887 hectáreas, considerado la tercera área protegida de la sociedad civil más grande de Colombia.

La riqueza biológica del lugar se refleja en la presencia de más de 350 especies de aves, entre las que destacan el garzón soldado, cigüeñas, águilas, ibis y guacamayas, así como en la abundancia de mamíferos como chigüiros, venados, osos hormigueros, armadillos y, por supuesto, el jaguar.

El safari llanero es la actividad principal, permitiendo observar la vida silvestre en su entorno natural. Además, la reserva ofrece cabalgatas familiares, paseos en lancha por el río con opciones de pesca turística y caminatas guiadas por senderos que atraviesan sabanas, morichales y caños. Durante estas actividades, los guías comparten conocimientos sobre la flora y la fauna local, enriqueciendo la experiencia de los visitantes.

Antes de iniciar cualquier recorrido, la reserva brinda una inducción obligatoria para garantizar la seguridad de los visitantes y la protección del ecosistema. Esta charla introductoria establece normas clave para la convivencia responsable con la naturaleza y asegura que la experiencia se desarrolle en armonía con el entorno.