Esposo de alias Stefany, capturada por espiar la seguridad de Gustavo Petro, negó que sea una infiltrada: “Temo por su vida”

Lewis Cuello aseguró que la labor de Salgado consistía en actuar como informante para diversas ramas de las Fuerzas Militares

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Las investigaciones apuntan a que
Las investigaciones apuntan a que Luisa Fernanda Salgado Fernández se hizo pasar por una capitana para acceder a información de carácter reservado, secreto y ultrasecreto - crédito Fiscalía

La judicialización de tres personas vinculadas a las Fuerzas Militares puso en el centro del debate la naturaleza de la colaboración entre informantes y organismos de seguridad en Colombia.

Entre los capturados se encuentra Luisa Fernanda Salgado, señalada públicamente como supuesta infiltrada en el esquema de protección del presidente de la República, Gustavo Petro, junto a dos militares, cuya detención fue legalizada en Bogotá tras una investigación de la Fiscalía General de la Nación.

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Luego de la captura de los presuntos implicados, Lewis Cuello, cabo primero del Ejército Nacional y pareja sentimental de Salgado, habló sobre el rol de alias Stefany en la infiltración en el esquema de seguridad presidencial.

De acuerdo con el militar, la labor de Salgado consistía en actuar como informante para diversas ramas de las Fuerzas Militares, contribuyendo a la desarticulación de estructuras criminales. A su vez, señaló que cuenta con material probatorio para demostrar la inocencia de Salgado.

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Lewis Cuello aseguró que la labor de Salgado consistía en actuar como informante para diversas ramas de las Fuerzas Militares- crédito Fiscalía General de la Nación

“Tenemos todas las pruebas para desvirtuar todo esto que se ha presentado en medios públicos. No es ninguna infiltrada, como lo han dicho. Ella es una fuente de información que incluso ha trabajado con diferentes fuerzas, Fuerza Aérea, Policía y Ejército, y todo lo que ella bien hizo con su trabajo fue desvincular diferentes grupos armados”, afirmó en entrevista con Semana.

De igual manera, señaló que la exposición mediática de la identidad de Salgado generó preocupación por su seguridad y la de su entorno. Incluso, manifestó que, tras la difusión de su nombre y fotografías, temen represalias por parte de los grupos criminales que ella ayudó a desarticular.

El cabo precisó que su pareja nunca se presentó como oficial de la fuerza pública y que la denominación de “capitán” provino de terceros: “Quienes la presentaron a ella como capitán eran las diferentes personas que estaban con ella”.

El suboficial denunció que, mientras
El suboficial denunció que, mientras el mayor Pedronel Jiménez, uno de los detenidos por el caso, fue ascendido, él fue trasladado a otra unidad militar - crédito Colprensa/Ejército Nacional/Fiscalía

En cuanto a la naturaleza de su colaboración, Cuello explicó que Salgado era una fuente no formal que proporcionaba información relevante para las operaciones de las unidades militares.

“Ella era una fuente no formal, y ayudaba con información para dar resultados a las unidades militares”, detalló al medio citado. A propósito, denunció que la falta de protección institucional tras la revelación de su identidad ha puesto en riesgo su integridad: “Teme por su vida. Una fuente formal brinda información, por ende la fuerza con la que trabaja la tiene que proteger y, al presentar sus fotos y nombres, lo que están haciendo es vulnerar su seguridad, su imagen”.

El abogado de uno de los implicados habló sobre el proceso

El mayor Pedronel Jiménez Cárdenas,
El mayor Pedronel Jiménez Cárdenas, el sargento segundo Cristian Padilla Villanueva y Luisa Fernanda Salgado Fernández fueron imputados con cargos por concierto para delinquir agravado, simulación de investidura o cargo, revelación de secreto y fraude procesal - crédito Fiscalía

De acuerdo con la defensa del mayor Pedronel Jiménez, la detención de los implicados no solo puso en riesgo la carrera del oficial, que figuraba en la lista de ascensos, sino que expuso a su familia, lo que podría obstaculizar investigaciones en curso, al dejar vulnerable un frente clave en la ofensiva contra esa red criminal transnacional.

La versión presentada por el abogado de Jiménez sostiene que la mujer acusada de hacerse pasar por capitán del Ejército no era una impostora, sino una informante fundamental cuyas aportaciones permitieron la captura de varios miembros del Tren de Aragua. El argumento de la defensa apunta a que su presencia en batallones y reuniones interinstitucionales no constituyó una infiltración, sino que formaba parte de un trabajo de inteligencia encubierto, en el que colaboró activamente con las autoridades.

No obstante, la Fiscalía mantiene una postura diferente. Según la investigación, la infiltración habría comenzado en septiembre de 2024, cuando el mayor Jiménez, entonces comandante del Batallón de Fuerzas Especiales Urbanas n.º 5, y el sargento Cristian Padilla Villanueva facilitaron el ingreso de Luisa Fernanda Salgado, que se presentó como capitán del Ejército con funciones de inteligencia.

Con esta identidad, la mujer accedió a información reservada, participó en reuniones con entidades como la Fiscalía, el Gaula, la Policía Militar, la Fuerza Aérea y la Secretaría de Seguridad, y estuvo presente en allanamientos y registros.