Cómo cuidar las llantas de su carro para que duren más kilómetros, le ahorren dinero y le den más seguridad en la vía

Con simples prácticas, como revisar la presión, rotarlas a tiempo y manejar con calma, es posible extender su vida útil, mejorar la seguridad y gastar menos en repuestos

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La presión correcta es clave:
La presión correcta es clave: revisar el aire al menos una vez al mes alarga la vida útil de las llantas y mejora el consumo de combustible - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

¿Cada cuánto revisa usted las llantas de su carro? Muchos conductores en Colombia solo se acuerdan de ellas cuando se pinchan o ya están lisas, pero la verdad es que estos cuatro aros de caucho son los que literalmente nos mantienen pegados al piso.

Y no solo son claves para la seguridad: cuidarlas bien puede ahorrarle plata y, de paso, ayudar al medioambiente, porque se cambian con menos frecuencia.

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Lo que pocos saben es que una llanta bien cuidada puede durar entre 45.000 y 60.000 kilómetros o, incluso, hasta 10 años.

El problema es que la mayoría se gastan antes de tiempo, casi siempre por descuido: presión incorrecta, golpes contra huecos o andenes, falta de mantenimiento o, simplemente, por un estilo de manejo muy agresivo.

El aire, el mejor aliado

Huecos y andenes, enemigos silenciosos:
Huecos y andenes, enemigos silenciosos: los golpes contra la vía deterioran el caucho y hasta pueden dañar de forma irreversible una llanta - crédito Imágen ilustrativa Infobae

El primer mandamiento del cuidado es revisar la presión. Una llanta inflada como debe ser dura más, gasta menos gasolina y agarra mejor en la vía.

El truco es medirla al menos una vez al mes, con las llantas frías, y seguir lo que dice el manual del carro (no el número grande que aparece en el costado del neumático).

Ojo: el calor hace que la presión suba y el frío la baja, así que si viaja a tierra caliente o a clima frío, ajuste.

Rotar, alinear y balancear

Otro tip: rote las llantas cada 10.000 o 13.000 kilómetros. ¿Por qué? Porque las delanteras (en carros de tracción delantera) se gastan más rápido que las traseras.

Al rotarlas, el desgaste se reparte. Y ya que está en eso, aproveche para alinear y balancear.

La alineación corrige que las ruedas queden derechitas, mientras que el balanceo evita esas vibraciones molestas que a veces se sienten en el timón.

Si tiene llantas de repuesto o usa diferentes según la temporada, guárdelas en un sitio fresco, ventilado y lejos del sol. El caucho no se lleva bien con el calor extremo ni con la intemperie: se reseca y pierde vida útil.

Manejo: el estilo lo dice todo

Cada carro, su llanta: elegir
Cada carro, su llanta: elegir el tipo adecuado según el terreno y el uso del vehículo es determinante para la seguridad y la durabilidad - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

Aquí viene la parte incómoda: los hábitos de manejo. Como dijo un experto de Hankook, los conductores “pata brava” se comen las llantas más rápido.

Arranques fuertes, frenazos bruscos y curvas tomadas a toda velocidad son la receta perfecta para acabar con ellas antes de tiempo.

Incluso la carga influye: en carros que casi siempre llevan un solo pasajero, la llanta delantera izquierda suele ser la primera en deteriorarse.

Cada carro, su llanta

No es lo mismo una camioneta que anda por trochas que un carro que solo rueda en pavimento.

En el primer caso convienen las All Terrain; en el segundo, las HT (Highway Terrain). Montar la llanta equivocada no solo acorta su vida útil, también pone en riesgo la seguridad.

Revise con ojo crítico

De vez en cuando, mire bien la banda de rodadura. Si ve que un lado se gasta más que otro o que el caucho está “comido” en los bordes, puede ser señal de mala alineación o presión.

Y recuerde: después de cinco años de uso, es mejor hacer revisiones anuales con un profesional.

Rotación y balanceo: mover las
Rotación y balanceo: mover las llantas de posición cada 10.000 km ayuda a que el desgaste sea parejo y evita vibraciones en el timón - crédito Imagen ilustrativa Infobae

Golpes y repuestos

En Colombia los huecos son inevitables, pero lo ideal es pasarlos despacio.

Los bordillos también hacen daño: pueden desajustar la geometría del carro y hasta dañar de manera irreparable una llanta. Y no olvide la de repuesto: manténgala inflada y en buen estado, porque nunca falta la emergencia.

En últimas, cuidar las llantas es cuidar el bolsillo y la seguridad. Además, se reduce la cantidad de neumáticos que terminan desechados, lo que también le da un respiro al medioambiente.

Así que ya sabe: un buen inflado, rotación a tiempo, conducción tranquila y revisiones periódicas pueden hacer que esas llantas lo acompañen durante miles de kilómetros más sin sustos ni gastos innecesarios.